Capítulo 18

1.4K 249 21
                                    

Para mi sorpresa y desgracia, el idiota de Finnegan vino a interceptarme en los pasillos apenas me vio salir del baño, al parecer me había estado esperando, ya que lo primero salió de su boca era una burla sobre mis supuestos problemas estomacales

Oups ! Cette image n'est pas conforme à nos directives de contenu. Afin de continuer la publication, veuillez la retirer ou télécharger une autre image.

Para mi sorpresa y desgracia, el idiota de Finnegan vino a interceptarme en los pasillos apenas me vio salir del baño, al parecer me había estado esperando, ya que lo primero salió de su boca era una burla sobre mis supuestos problemas estomacales.

—Se dice diarrea y no me avergüenzo de nada —protesté mientras lo escuchaba reírse de mí—. Y no estaba cagando, ¿qué quieres? No tengo ganas de lidiar contigo.

—¿En qué quedó lo del otro día? Somos compañeros, ustedes dos parece que lo olvidaron —se quejó Finnegan mientras se cruzaba de brazos—. Estuve esperando pero nunca me llamaron, que malvado de su parte jugar con mis sentimientos.

—Todavía no estoy segura en qué quedó todo esto —dije mientras colocaba algunos mechones sueltos de cabello detrás de mi oreja—. Con Gideon estamos viendo bien cómo vamos a seguir, no queremos dar un paso en falso.

—¿Entonces creen que fue Lexi? —preguntó con curiosidad.

—No me cabe ninguna duda —le aseguré.

—No sé qué me molesta más, que se haya metido en estas cosas por culpa de ese idiota carilindo o que involucrara a mi hermana —murmuró con enfado—. Cómo sea, cuenten conmigo y mantenganme al tanto. Además, recuerda que supuestamente gustas de mí, no actúes como si te estorbara.

—Es que me estorbas, eres demasiado molesto —protesté, no entendía su necesidad de andar entrometiendose en mi vida—. Me acabas de acusar de estar cagando.

—¿Y qué hacías tanto ahí dentro?.

—Qué te importa, idiota.

Antes de que pudiera seguir quejándome, la cara de disgusto de Abigail por nuestra conversación hizo que me detuviera. No entendía qué hacía enfrente nuestro, temía que el director se hubiera comunicado con ella por lo de la investigación, pero en ningún momento la había nombrado, además de que Abagail no se arriesgaría a perder la presidencia por mi culpa, nunca iba a mencionar que fue por su causa que yo terminé metida en esto.

Ella miró de reojo a Liam como si le disgustara tenerlo cerca, aunque parecía algo mutuo, ya que Troy Bolton tenía la mandíbula apretada y la sonrisa burlona de su rostro había desaparecido por completo, reemplazandola por una expresión seria que daba miedo.

—Finnegan —saludó Abigail mientras se cruzaba de brazos—. ¿Qué tal todo? ¿Y tú pequeña hermana? Que raro no verla por aquí estos días, siempre anda lloriqueando detrás tuyo como un cachorrito abandonado, es adorable.

Pese a su tono amable, sus palabras ocultaban cierto tipo de burla que no conseguía comprender del todo.

—El entrenador te estaba buscando, dijo algo de que no lo hagas esperar mucho, no le gusta que lo desobedezcan —le informó para luego soltar un suspiro—. Profesores, que molestia.

Abigail no esperó una respuesta de parte de Liam, simplemente se giró hacia mí con su lengua de víbora y hermoso cabello castaño rizado. No podía negar que tenía demasiada presencia y era un tanto intimidante, te hacía querer caerle bien aunque sea a la fuerza, pero mi admiración por ella había disminuido bastante luego de enterarme que no era tan brillante e innovadora como parecía, solo una usurpadora y manipuladora que haría lo que fuera para conseguir lo que quería. Su puesto, renombre y admiración no le pertenecían a ella, sino a Frederick, quien sólo era recordado como si ex novio, el idiota que acusó a alguien sin pruebas y lo expulsaron.

Una investigación por BethOù les histoires vivent. Découvrez maintenant