31. Jared

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-¿Que pasa doctor? -Pregunté preocupado.

-Tiene arañazos en el interior del útero y tenemos que hecharle unos cuantos puntos.

-Pero son puntos solo, no importa.-Dijo Taira, indiferente.

-Lo malo es que has perdido mucha sangre y debemos hacerle una transferencia. -Me miró a mi- Nos la llevamos a quirófano, usted debe quedarse fuera.

Dicho esto, se la llevaron en la camilla, yo intenté ir tras ella, pero no me dejaron.

-Dejenme entrar con ella.

-No es posible.

Intenté entrar detrás de mi pequeña una y otra vez, pero me lo impidieron. Dios mio, que todo salga bien. La enfermera se acercó a mi con una sonrisa un tanto.. ¿Coqueta?

-No te preocupes que no hay muchas probabilidades de que salga mal, yo me llevo al bebé a lavarlo y eso, cuando ella salga de quirófano, os lo devuelvo.

-Mucho cuidado con mi hijo.

-Por supuesto señor.

Me senté en la sala de espera y agache la cabeza, pero sentí una mano en mi hombro. Una mano que me transmitía confianza.

-Ella estará bien. Es muy fuerte.

Era la madre de Taira. La abracé llorando como si fuese un niño pequeño, ella no lloraba aunque se notaba preocupada, pero seguía transmitiendo confianza. Me dió un pañuelo de papel para secarme la cara y me tranquilice un poco. Estaba mas nervioso que ellas. Llamé a mi madre y a mi cuñada para que supieran que por fin fui papá, que se pasaran por el hospital.
Cogí el teléfono al rato y ví el numero de Lorena. ¿Y si la llamo y lo coge?
Así lo hice, ella era su mejor amiga, debería saberlo aunque sea. Para mas sorpresa, me lo cogió.

-¿Si? ¿Quien es?

-Lorena, soy Manuel... Taira está en el hospital, ha dado a luz. Te aviso porque eres su amiga y te gustaría saberlo, le gustaría mucho verte.

-Lo siento, estoy lejos, no puedo ni quiero ir. No me volváis a llamar, es más, voy a cambiar de numero.

Sin darme tiempo a contestarle nada, colgó en seco. Su voz temblaba, como si no se esperara que fuese yo quien la llamara. Y esa era su mejor amiga...

Llevábamos dos horas en la sala de espera y no nos avisaban de nada, y yo no podía pensar bien... La hechaba de menos, sus ojos marrones, su cara sonrojada al coger a mi pequeño en brazos... Dios mio, por favor, que no le pasa nada malo.

Manuel, estúpido, piensa en positivo.

No puedo...

Ella esta bien.

¿Y si no lo está?

Claro que lo está, venga no seas estúpido.

No puedo evitarlo..

Manuel callate ya!

Mientras discutía en mi cabeza conmigo mismo, mi madre hablaba con la madre de Taira. Salió por fin la enfermera.

-¿Familiares de Taira?

Me levanté rápido y la enfermera me dió una sonrisa. Me indicó la habitación a la que le habían subido y fui rápido.

Allí estaba ella, dándole de comer a mi niño, tan guapa como siempre. La mujer de mi vida. Lo mas bonito que me podría pasar nunca.

#Taira PDV'

Todo había salido bien, y mi Manuel ya estaba aquí conmigo por fin. Le dí al bebé para que lo pusiera en la cuna para descansar un poquito. Le hice un lado en la cama para que se sentara, y me besó la frente de una manera muy tierna. Mi madre y la suya se habían hecho amigas, así que bajaron a la cafetería a tomar algo.
Manuel se acercó y me besó los labios despacito, creería que me iba a hacer daño.
La enfermera tocó a la puerta, me traía mi desayuno, dos tostadas y un café.

-Te voy a contar algo.-Me dijo.

-Dime.

-He llamado a Lorena en la sala de espera.

-¿Y?

-Me lo ha cogido -Solté la tostada.- Dice que está lejos y no va a venir.. Que no la llamemos más, que va a cambiar de numero.

-Ah...

Sin poder evitarlo, solté una lágrima, estas cosas me seguían doliendo. Mi mejor amiga no quería saber nada de mi. Desde pequeña había sido siempre mi mejor amiga, toda la vida había sido mi compañera. Lloré sin consuelo, esto ya había dolido demasiado. Ella estaba sola, yo la ayudé y la metí en mi casa, cuando nadie la quería cerca, yo la seguía apoyando... ¿Como estará su bebé? Ya estaba de cinco meses y medio, y debería saber ya la fecha, el sexo... Yo no iba a vivir ese momento de su vida junto a ella... ¿Por que me seguía doliendo?

Manuel me besaba consolandome, y poco a poco, me tranquilizó. Gracias a el seguía adelante.

-No llores mas, por favor... Me duele verte así...

-No te preocupes mi vida, te amo.

-Yo te amo mas.

Terminé de comerme mi desayuno y volvió la enfermera a recogerlo.

-¿Entonces le ponemos Manuel?

-A mi me gusta Jared.-Contesté.

-Jared entonces...

-Que bonito es.

-Como su madre.-Lo tomó en brazos y lo miró-Bienvenido a mi vida, Jared.

Me besó. De nuevo volvió la enfermera, parecía no cansarse de dar vueltas.

-Me llevo a ...

-Jared.-Le dije sonriendo.

-Que bonito eres Jared.-Dijo la enfermera cogiéndolo en brazos.-Enseguida os lo devuelvo.

Salió de la habitación con mi bebé en brazos y Manuel fue detrás sigilosamente, espiando a donde iban.

-¿Que pasa?

-No me fío de nadie.. Tengo que supervisar que no le hagan nada a mi bebé.

-No va a pasar nada papá.

Se sentó de nuevo a mi lado y me acarició. Lo amaba mas que a mi vida. Trajeron a mi bebé dormidito y lo dejaron en su cunita. Era igual que su padre. Me senté a observarlo mientras dormía.

Sin duda este fue el mejor día de mi vida.

Sin Buscarte. © [EDITANDO]Where stories live. Discover now