34. Insomnio

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3:00a.m.

-Manuel, te toca levantarte.-Jared se había despertado por enésima vez.

-Me temo que no, el bebé quiere comida.

Me levanté a duras penas de la cama.
No paraba de llorar y comer.

Llorar...Comer...Llorar...Comer...

Y estaba súper agotada. Manuel había pedido el mes de baja por paternidad y pasaba el día en casa, ayudándome como podia. Pero Jared solo quería estar con mamá, porque solo ella podía darle de comer.

Mi pequeño ya tenia dos meses y estaba muy grande. Los ojos se le estaban oscureciendo, ahora tenia una verde más oscuro.
No es por ser su madre, pero mi niño es precioso.

5:30a.m.

-Taira... Tu bebé.-Manuel ya ni siquiera se levantaba.

-También es tuyo.

-Cogelo anda, que tu lo llevaste nueve meses, no pasa nada por una noche mas...

-¿Te parecen pocos nueve meses? Dejame descansar.

Cerré los ojos, esperando a que Manuel se levantara a coger a Jared, y así lo hizo, pero no del todo. Se levantó y se abalanzó sobre mi, cono un súper héroe. Estando encima mía, me echó el pelo hacia atrás y empezó a besarme como hacia tiempo que no me besaba.

-Eres preciosa mamá. Me gusta verte así, con los ojos pegados y el pelo despeinado y el rimel sin quitar así en toda la cara.

-Emm.. ¿Manuel? Jared sigue llorando.

-No se que le pasa, tu hijo es igual de cabezón que tu.

-Ja, ja, ja. Mira como lo hago.

Me levanté de la cama y me acerqué a la cuna de mi pequeño, lo tomé en brazos y lo acerqué a mi, le acaricié la cara, y a los pocos segundos, se quedó dormido en mis brazos.
Lo puse de nuevo en la cuna y me dirigí a mi cama, donde Manuel me observaba.
Me tumbé a su lado y le sonreí. El se pegó mucho a mi, podía notar su respiración en mi cuello.

-Taira... Quiero...

-Manuel, duermete.

-Es que me he desvelado.

Cerré la puerta del cuarto de Jared con mucho cuidado y otra vez me puse en la cama.
De nuevo Manuel se puso a mi lado.

-Taira... Quiero...

-Estas tan guapo y tan buenecito cuando me pides algo.

De nuevo me besó en la boca y bajó al cuello, mi punto débil. Un cosquilleo recorrió mi cuerpo, hacia tiempo que no estábamos asi de bien sin pelearnos... Me acarició la espalda, sacando mi camiseta y tapandome por completo con la manta.
"Mejor a oscuras..." susurró.

Le recorrí toda la espalda con las manos, me encantaba tocarlo... Tocarle todo su cuerpo entero, su espalda, su cara.
Le quito el pantalón del pijama, ya estaba molestando demasiado. Me encantaba sentirlo encima de mi, cerca, respirando en mi cuello y diciéndome al oído lo mucho que me quiere. Nunca imaginé estar así con alguien.
Suavemente, quita la ropa interior que queda por medio, pero algo interrumpe, un ruido.

-Jared...-Dije y me puse la ropa rápido, mi bebé estaba llorando otra vez y no iba a pasar de el, lo que estaba haciendo antes podía esperar...

Me levanté rápidamente y me dirigí a donde mi niño estaba durmiendo, lo cogí en brazos y me dirigí al cuarto, Manuel seguía poniéndose el pantalón con cara de...¿Necesidad? Me senté en la cama con cuidado de no ser muy brusca con mi bebé en brazos, lo acosté al lado de Manuel y yo me acosté al lado.

Al poco rato, Jared ya dormía de nuevo.

-Manuel..

-Que.

-¿Recuerdas esa frase de.."Quiero despertar con dos hombres...?

-Cómo olvidarla.

-No te enfades tonto, ya tendremos tiempo, pero Jared primero.

-¿Como me voy a enfadar por eso?

Se levantó suavemente y se dirigió a mi despacio para besarme la frente.
Y se quedó dormido.

#Manuel Pdv'

Me había quedado dormido. Ella sigue durmiendo, parece estar cansada. Cuando tuvo a Jared, se quedó mas delgada, pero sigue siendo preciosa. Me encanta ella en sí, sus ojos, su boca, la expresión de su cara, su cuerpo.

Jared abre los ojos, y antes de que empiece a llorar lo cojo en brazos rápidamente para que no despierte a Taira, que la deje descansar un rato.
Lo saco fuera y efectivamente, se pone a llorar. Voy a la cocina a por el biberón y cuando fui a dárselo, Taira estaba en el marco de la puerta bostezando.

-¿Donde está mi bebé? -Dijo, frotándose los ojos.

-El esta bien cariño, duerme un rato.

-No duermo sin mi pequeño.

-Mira que ojeras, ve y duerme.

-No, tu no me mandas. He dicho que quiero a mi bebé.

-Taira, por favor.

Me encanta lo cabezona que es, como de enfada cuando le llevas la contraria...
Y también me encantaba cuando se despertaba, así despeinada y con los ojos achinados.

Mi chinita.

Discutimos un rato, Jared se había dormido del aburrimiento. Al final, consegui que se fuera a la cama a descansar.

Me senté en el sillón a ver la tele y llamaron a la puerta.

Sin Buscarte. © [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora