Capítulo 12

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Estas pesadillas que me dan con el gobierno no es normal.

Me levanté rápidamente de la cama y fue cuando me di cuenta que tenía el yeso, me levanté, agarré las muletas y salí del cuarto, no me había tomado la molestia de verme en el espejo, siempre soy fea así que.

Justamente Harry pasó por el frente y frunció el ceño.

¿Estás bien?

Fruncí el ceño.

Buenos días.

—Buenos días —hizo una sonrisita—. ¿Estás bien?

—Sí, sí —coloqué parte de mi pelo detrás de la oreja—. Eh... ¿estás bien?

—¿Estás siendo sincera?

—¿Podrías dejar de responderme con preguntas?

—¿Desearías responder las mías?

—¿Recuerdas que yo pregunté primero?

Volvió a sonreí.

Estoy bien. ¿Quieres desayunar?

Ay marico.

Mucho abuso.

—No, está bien...

—No, vale. Yo como en el almuerzo, el doctor dijo que el sistema digestivo tenía algo y quizás no me da apetito, no tengo hambre.

—Excusas.

—¿Ahora tengo cara de mentirosa?

—Si fuera real no me hubieras dicho que era mucho abuso.

Ahora de paso de cantante y compositor trabaja para el PTJ y toda esa vaina.

—Harry, ya. Te digo la verdad.

—No me dejes el plato de comida en la mesa, cocino bien...

Suspiré.

Sí va pues.

Me dirigí a la mesa y me senté, eché todo mi cabello hacia atrás y estaba reflexionando sobre cómo haré para explicarle todo esto a mi mamá. El marico este es mayor que yo, me quedé con él y salí con un tobillo enyesado y con un resfriado que no juega carrito.

Que fuerte lo que me viene.

Pero veamos la parte buena, hay personas que le pasan peor. Salen violadas, muertas o violadas y muertas. Yo por suerte casi llego a la muerte.

Nojoda, así me hubieran dejado morir.

Harry colocó los platos de comida en la mesa y se sentó al frente mío.

¿Cómo amaneciste de la garganta? —le dio un trago al jugo.

Tardé en responder porque estaba como ida, aún no captaba que había preparado esos platos típicos de UK y me sentía muerta.

Fish and chips, tenía unas ganas horribles de comerlos desde que salí del útero.

Eh... Me duele menos.

—Me alegro, ¿dormiste bien?

—Sí, no me levanté, Dios es grande. ¿Y tú?

Medio rió.

—Creo que sí.

—¿Crees?

—Seguía echándome la culpa.

Prima venezolana »h.sTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang