Capítulo 21

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Era 31 de diciembre del año 2015, último día del año, y por lo tanto tengo que estar bella, más de lo normal.

Estaba al frente del espejo de la peinadora pensando en cómo me iba a peinar, ya estaba maquillada porque había invitado a Lottie y me dijo que me podía hacer la segunda con el maquillaje y a caballo regalado no se le mira colmillo. A parte de que quedó brutal.

Mientras seguía pensando en qué hacer con mi pelo, entró una llamada de Elisa.

—¿Aló? —atendí.

—Hola, amor.

—¿Qué quieres?

— Feliz año, marica... ¿Qué hacei que no me has llamado?

—¿Y tú por qué no me has llamado?

—¿Y qué es lo que estoy haciendo? Pedazo e' gafa.

—No he hecho nada bueno... ¿y tú?    

—Estoy arreglándome para ir para allá... Mira lo que estoy viendo, chama.

—No te estoy viendo, estamos hablando por teléfono, pajua.

— Ay, pero no te estresei' ¿por qué te tenei que estresar? Aja, yo sé que salís con Harry ¿no?

—Tas loca, ese hombre me odia.

—Aja si, bueno marica prepárate pa lo que te voy a decir.

—Habla pues —puse el teléfono en altavoz para retocarme el rimel, lo vi y quedó bello.

Ahora pal otro ojo.

—Aquí yo vi a Harry con una chama llamada Kendall, la conocerán en su casa...

—Será que vives debajo de un puenta.

—Bueno, estaban en un yate, la tal Kendall le daba teta al parecer el bebé tenía hambre —la brocha del rímel se me salió de la mano manchándome el cachete.

—MIERDA.

—¿Qué?

—Nada, que se me cayó la brocha —me levanté y la recogí.

—Bueno, ¿qué piensas, chama? Prende el fuego.  

—Que el marico de Harry es sendo de mentiroso. Me dijo que él iba a pasarla con su familia y estaba muy ocupado para venir a saludar... que se joda.

—Pero, cálmate, ¿no es que vos no tenías nada con él?

—Coño no, pero no quita lo labioso que es.

—Pero, cálmate... Aquí en una foto parecía que le iba a sacale los pies, sabei' que yo creo que lo que ella quiere es matalo. Eso no es amor, es obsesión.

—Lo que digas.

—Pero él es bello con vos, nadie te tolera estando enferma y él lo hizo.

—Cállate, que con las únicas personas mentirosas con la que hablo eres tú y mi mamá que me meten labias hasta más no poder.  

—Ja weno.

—Y ¿vas a venir?

—Voy pa' allá.

Corté y traté de quitarme la mancha de rímel chorreada por el cachete.

Quedé bella como una estrella.

Elisa llegó a la hora, entró con unos ganchos en la cabeza tipo la mamá de kiko. Toda maquillada y con un bolso que me imaginé que era en donde traía la ropa.

Prima venezolana »h.sWhere stories live. Discover now