Parte 17

2.6K 230 15
                                    

No sabía cuanto tiempo había pasado en aquella cafetería, ya había oscurecido, pero para Luce el tiempo realmente había pasado muy lento. Había perdido la cuenta de las tazas de café que había ordenado y la mesera ya parecía estar molesta ante el constante pedido de la chica.

Luce se preguntaba si Bobby también la odiaría el día en que se enterara de todo, merecía ese odio, pero simplemente pensar en Bobby reaccionando de la misma manera que Hanbin, la hacía temer. Él era una persona agradable, y herir una persona como él no estaba bien.

Situó los codos sobre la mesa, y hundió su rostro sobre sus manos. Quiso alejarse de todo por un momento y dejar de pensar en lo sucedido, pero aún así le había dado vueltas al asunto toda la tarde, y su cabeza ya no podía aguantar un pensamiento más. Dolía.

Se quedó en esa misma posición durante unos segundos más hasta que la mesera le tocó el hombro llamando su atención

—Disculpe, pero ya vamos a cerrar. Miró su reloj: marcaban las 11:30pm. Se levantó rapidamente de la silla, era muy tarde y no quería (aunque le molestara) tentar a su tio. Tomó sus cosas y salió del lugar, sorprendiendose rapidamente de lo solitario que se encontraba el exterior, la cafetería quedaba a las afueras de la ciudad y ni una alma se asomaba por ahí a esas horas. En ese momento se preguntaba como se suponía qie iba a regresar y la opción de hacerlo caminando no era viable, ya que se encontraba muy lejos.

Regresó nuevamente a la cafetería, con la intención de preguntarle a alguno de los empleados, si sabían de alguna ruta para poder regresar a la ciudad, pero al tratar de  hacerlo ya todos se estaban marchando y Luce se percató rapidamente el porqué no lucían preocupados. Tenían sus propias motocicletas.

Quiso ir hacia ellos y pedirles un aventón, pero antes de hacerlo ya todos habían dado marcha.

—Que día —Dijo soltando un suspiro ante la terrible suerte que estaba teniendo. Se dirigió hacia una especie de cabina que quedaba atrás del establecimiento y empezó a marcar el número de Jinhwan, no quería hacerlo, sabía que Jinhwan estaría enojado y presumiblemente enterado de lo que había sucedido en la mañana, pero tenía que llamarlo, era su ultima opción, a menos de que quisiera quedarse allí toda la noche.

Marcó su número pero este no contestaba. Decidió marcar una vez más pero antes de hacerlo, escuchó pasos que hacían que el suelo desgastado crugiera tras ella.

Empezó a removerse, los pasos empezaron a aumentar de ritmo. Estaba asustada y Jinhwan no contestaba. Marcó una vez más hasta que escuchó finalmente la voz entrecortada del chico, debido a la mala señal.

—¿¡Qué es lo que te pasa!? ¿¡En dónde estás?! —Gritó apenas atendió la llamada.

—Jinhwan —Dijo entre susurros —Creo que estoy en problemas.

La voz del chico cambió de enojada a preocupada en un instante.

—¿Qué es lo que sucede? —Pero justo antes de dar una respuesta sintió como alguien rapaba el telefono de su mano y lo colgaba seguidamente.

—!Oh! ¿Qué es lo que tenemos aquí? -Esclamó un hombre, arrastrando cada palabra situandose frente a ella. Lucía peligroso.

Luce no respondió, sólo retrocedió, golpeando levemente su espalda contra el dorso de alguien más.

—¿Qué te traé por aquí? —Mencionó el otro hombre, con voz ronca. No podía ver su rostro, pero sabía que estaba sonriendo.

—Creo haberte visto en algún sitio —Exclamó el hombre que se encontraba en frente acercando su rostro al de la chica analizandola.

—¿Eres chico o chica? —Preguntó luego de unos segundos.

—Creo que eso no importa —Escupió y ambos empezaron a reirse. Luce podía notar sus intenciones así que por instinto decidió correr, pero antes de hacerlo sintió como el hombre de atrás la agarraba de los brazos impidiendo que lo hiciera, mientras que el otro se acercaba a ella con una sonrisa asquerosa acariciandole el rostro y moviendo los cabellos caidos sobre su frente hacia un lado.

—Creo que nos divertiremos mucho hoy —Exclamó sin saber que pronto iba a lamentarlo. Luce había ido a clases de taekwondo desde que era niña, y aunque no era la mejor sabía sus tacticas.

Empujo su cabeza hacia adelante en un movimiento rapido y preciso, rompiendo la nariz del hombre que le tocaba el rostro, a su vez estiró su codo hacia atrás golpeando el estomago de quien la sujetaba lo suficientemente fuerte como para dejarlo sin aire . Se soltó de su agarré y decidió aprovechar esa oportunidad para salir a correr.

El hombre al que le había roto la nariz se encontraba quejandose del dolor, mientras que el otro se encontraba tirado en el suelo en posición fetal tratando de tomar aire.

Empezó a correr con más rapidez sobre la carretera solitaria, al ver que el que se encontraba de pie empezaba a correr tras ella. Estaba enojado y sabía que si era atrapada nuevamente probablemente no contaría con la misma suerte de escapar.

No sabía por cuanto tiempo había corrido, cuando vio pequeñas casas asomándose al otro lado de la carretera. Tomó una decisión de rapidez y decidió cruzar e ir hacia alguna de ellas en busca de ayuda, pero casi llegando al otro extremo, percibió unas luces acercándose a ella, volteó rápidamente y se encontró casi frente suyo una furgoneta. Por instinto puso las manos sobre su cabeza, esperando inevitablemente el impacto. Estaba muy cerca.

Vio pasar toda su vida sobre sus ojos y se preguntaba si éste era su fin, los cerró y se preparó para lo peor.... pero no fue así, el conductor del vehículo en un movimiento ágil pudo frenar, logrando que la furgoneta derrapara sobre el padimento, estrellándose como resultado levemente contra un arbol.

Pudo evitar un accidente, sin embargo, el vehiculo alcanzó a impactar un poco a Luce, haciendo que esta fuera empujada unos cuantos metros adelante consecuencia de la fuerza que se había ejercido. La chica quedó tumbada en el suelo, con la cabeza golpeada y con  los codos y rodillas raspadas. Aún así trató de incorporarse, se sentía extraña e innevitablemente un flashback empezó a reproducirse en su mente.


Ya casi era el día, la niña había practicado durante meses para eso, se sentía nerviosa, era la primera vez que iba a presentarse frente a tal multitud de gente. Había pasado toda la mañana en el patio de la casa, bajó la sombra de un arbol, mientras tocaba el arpa. Aquella mañana soleada junto con el agradable clima, daban toque perfecto ante las alegres notas que la pequeña emitia del instrumento.

—Nuestra pequeña y hermosa Jin Kyung —Dijo su madre sentandose junto a ella —¿Podrías tocar para mi? —Acarició con amor el oscuro cabello de la niña, quien sonrió al instante ante el tacto de su madre.

—Claro—Respondió la pequeña aún sonriente aumentando el ritmo de la melodía. Jin Kyung o como significaba nombre ''Brillante joya'' era un nombre perfecto para la niña. Ella literalmente era una joya, tan brillante y tan hermosa. Sus padres estaban orgullosos de ella y sabían que sería grande en un futuro.... sinceramente estaban ansiosos por saber que tan hermosa se convertiría y que tan brillante podría lograr a ser. Para ellos su niña era la mejor de todas, su tesoro.


Se sentía mareada y el dolor de cabeza se intencificó, su mirada se encontraba fija hacia a ningún lugar y en segundos empezó a perder el equilibrio. Se apoyó contra un poste de luz que había a su derecha y empezó a ver a lo lejos una figura acercándose a ella, no sabía de quien se trataba, si era hombre o mujer, alguien joven o anciano, o alguien que vendría a llevarse su alma luego de que muriera en aquél accidente. Todo le daba vueltas y se sentía muy confundida.

La figura fue acercándose poco a poco y a pesar de no captar con claridad totalmente su entorno, le resultó familiar y supo que difinitivamente estaba viva.

—¿Luce? —Preguntó claramente extrañado de encontrarla allí. Sólo bastó con escuchar su voz para saber inmediatamente de quien se trataba.

—¿Hanbin? —Preguntó luego ella, lamentándose internamente por haber causado nuevamente otra molestia.

Que suerte.



Una chica en iKON (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora