Capítulo 1 "Aromas"

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Una vez me dijeron que la belleza no lo es todo. Y que la persona que llegue a enamorarse del interior que hay en ti significará que es amor verdadero. Quizá el de otra vida y que, seguramente juraron encontrarse a la siguiente, para amarse finalmente.

La verdad no estoy muy segura de que eso pueda pasarme. No creo que nadie logre fijarse en mi de esa manera y menos yo de ellos. No puedo.

Además debo decirles que, lo que si puedo puedo hacer es: escuchar y oler todo desde mi lugar. Ya casi nada me es curioso. Estoy en mi cafetería local. En la que ya soy una cliente frecuente. Más bien parece que ya vivo aquí, bueno, sólo por las mañanas y algunas tardes. Por lo que ahora soy consciente de cada paso que se da aquí dentro, oigo cada que una persona agita el azúcar artificial para después vertirla en su chorreante taza de Café.

También escucho a una señora fuera del local regañando a su hijo...
Algunas monedas que alguien dejó caer sobre la mano de la cajera en el mostrador....
Personas saliendo y entrando por la puerta del baño...
Unas cosas más que otras.

En los últimos años he aprendido a utilizar las habilidades que debería, digamos "desarrollar un ser humano". Como el sentido del gusto; el oído; Pero sobre todo y de mis favoritos es el olfato. No se confundan. No soy una rara, bueno, algo así. Es sólo que perdí la vista.

Soy Ciega.

Fue hace algún tiempo. Muy largo, me es triste decir. Los doctores decían que podía ser temporal. Ya no sé. Siento que cada vez todo está aún más oscuro. Cierto, soy ciega jaja.
Como podrán notar no me gusta tomarme el tiempo de tristear, así que si yo no me burlo de mi misma, pues quién más?

Como iba diciendo..... todos los días por la mañana y parte de la tarde vengo a este mismo establecimiento de café. Lo hacía antes de perder la vista y lo hago ahora. Así que no hay mucho cambio. Excepto que cuando entro y empujo la puerta, golpeo gente, pero de ahí no pasa.

Y además ya no me pierdo en este lugar; Aunque sea un poco amplio, o eso me dicen, me gusta y me lo sé como la palma de mi mano. Al igual que conozco gran parte de la ciudad, a mi modo, aunque igual sea algo pequeña, o eso creo... La verdad nunca lo he sabido bien y menos ahora que no veo.

Como decía perdí la vista hace algunos años. Yo apenas era una pequeña que aún le faltaba un mundo por explorar. Cabe decir que el mundo es pequeño y enorme de cierta manera. Todo depende cuan extensa sea tu imaginación. Y claro, estando en mis circunstancias la imaginación, claro que me es de mucha ayuda.

Desde que perdí la vista, traté de ser lo más independiente posible. Al principio aceptaba la ayuda de mis familiares, pero desde hace mucho tiempo ya me venía sabiendo todo el camino hacía acá, sola.
Soy una terca lo sé.

Mis padres nunca estuvieron muy seguros o de acuerdo con ello, así que aquí a mi lado se encuentra mi mejor amigo Rufus. Un lindo perro pastor alemán (o eso me dijeron ellos). Está entrenado especialmente para ayudar a personas como yo, y defenderme de algún malechor cuando el momento aparezca. Bueno Rufus es mi leal acompañante, ya quedó claro.

Mi mejor amiga se llama Ally. Ella es muy paciente conmigo y me comprende. Es la persona mas linda que conocerán jamás. El pequeño Rufus esta aquí a mi lado esperando por mí. Pero juntos estamos esperando a que Ally llegue. Siempre quedamos aquí a esta hora, bueno... no siempre, sólo de vez en cuando; cuando la oportunidad se da.
Obvio ella trabaja.

(Me gusta el hecho de haber desarrollado un poco la noción del tiempo, ya que no todo el día puedo saber la hora por algún aparato digital, celular o por alguien más.)

Me gustaría comentarles que yo también trabajo, pero no se preocupen. Que mi trabajo se los contaré más tarde.

Tomando mi café, siento a varias personas pasar por mi lado. Unas ya más conocidas que otras.
Que Cómo lo sé?

El Amor Tiene Muchos Aromas (CamrenG!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora