"Siempre pensé que jamás podría ver al amor de mi vida... y nunca saber qué tan hermosa sería. Pero mis sentidos no me podrán engañar"
- Lauren
Una historia llena de drama y obstáculos, por las que las protagonistas tendrán que atravesar, para logr...
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Narra Lauren:
Después de aquél día en el que fui a la casa de Camila, le dije que la vería en la cafetería. Así sucedió por un lar de días más, pero luego ambas comenzábamos a llevarnos mucho mejor. De hecho ella comenzaba a llevarse bien con Ally, y mi amiga con Dinah y ella. Habían tenido antes un mal entendido, pero a final de cuentas lo habian arreglado.
De vez en cuando yo volví a ir a la casa de Camila, o salíamos todas las chicas juntas a pasear. Resultando que Dinah y Normani ya se conocían por la academia de baile. Aunque debo de confesar, que aún no había llevado a Camila a mi casa o a ver si quiera a mis padres.
Una mañana estaba completamente enérgica, tenía la confianza para hacer la locura más grande de mi vida. Iba a pedirle a Camila que saliera conmigo, algo mas que amigas.
- Espero que no sea una propuesta de matrimonio o algo así. - Dinah nos interrumpió llegando de repente.
- Dinah!- Camila la regañó. Yo reí un poco.
- No voy a hacer eso.- Sonreí grande.- Pero casi arruina lo que iba a decir.- Era en serio. - Camila, quisieras ser...
- Su novia?!- Dinah me interrumpió.
- Sí. Eso.- Reí por lo inoportuna que fue la polinesia.
- Sí. - Me tomó de la mano.
- Ya era hora!- Apareció Normani.
- Felicidades Lauren.- Habló Amelía.
Ahora resulta que todos están a nuestro al rededor? Algo me decía que sí. Esa tarde fue estupenda. Hasta que llegó la noche.
Aquel mismo día nocturno, mis padres llegaron a mi casa.
- Lauren, tenemos que irnos ahora. nos acaban de confirmar que el doctor que te operará, estará aquí en EU, dentro de cuatro horas, pero el inconveniente, es que debemos reunirnos con él en Nueva York. Ya empacamos tu maleta, debemos de irnos ahora.- Dijo mi mamá. Me llevaron de inmediato a la camioneta, sin siquiera darme tiempo de tomar mi celular, o de cambiarme. Me habían llevado así nada más.
Estaba tan distraída por lo de la operación, que había olvidado por completo llamarle a Ally o a Camila. Me había dormido durante el vuelo, al llegar a NY, nos trasladamos al hospital de central de Manhatan, allí era donde veríamos al médico.
Antes de entrar a cirugía. Debían de hacerme varios análisis y chequeos que eran parte del protocolo. Aún estaba en camilla cuando entro el doctor y comenzó a decirme las probabilidades de recuperar la vista, así como las contrariedades que podrían suceder durante la operación y después de la operación. Era una cirugía muy difícil. Mis padres y yo esperábamos en que hubiera éxito.
