死了

ride.

calíope.♡

Muros, muros y más muros, esto es tan... irreal.

—Bienvenida a Alexandria— dijo Aaron cuando el portón fue abierto, todo parecía ser tan... antes.— ¿Impresionada?

No respondí como es de costumbre, sólo camine atrás de el, la gente me veía extraña, será por mis armas, niños de la edad de Carl jugando con una pelota, ancianos leyendo, mujeres con un perfecto corte de cabello, hombres bien vestido. Todo esto están... normal.

Aaron me guío a una casa enorme, y de ahí salió una señora ya grande.

—Mi nombre es Deanna, líder del lugar— apenas y me llegaba al cuello— Necesito entrevistarte.

Asentí Aaron se fue dándome una sonrisa, mientras que aquella mujer me llevo a una habitación, saco una cámara.

—Espero que no te moleste— no contesté— Bueno antes que nada ¿Qué pensaste de la vista de nuestra comunidad?

—Se ve segura— contesté cortante.

—¿Quisieras quedarte?— negué con la cabeza— ¿Por qué?

—Las personas de ahí afuera— me levanté y camine a la ventana— Buscan siempre un ángulo con el cual atacarte, gente mala querrá entrar a los muros por dos razones.

—¿Cuáles?— calle un momento y la vi a los ojos.

—Porque los caminantes están haya afuera y nosotros aquí adentro— volví mi vista a la ventana— Esto hará que me haga débil.

—No tiene porque ser así— se acercó a mi— Busco personas como tú que se sepan defender que cuiden de aquí.

negué con la cabeza— No me necesita a mi, necesita de Rick Grimes.

—¿Amigo tuyo?— asentí— Tengo un trabajo especial para ti.

—No dije que quería quedarme— me separe de ella volviendo a la silla.

—He visto como es afuera y...— hablo pero la interrumpo.

—¿Ha tenido miedo de si misma? Ha estado llena de sangre a tal punto que no sabe si es suya, la de los caminantes...— me levanté— La de sus seres queridos o de las personas que intentaron dañar a las personas que quiere...¡No! Usted no sabe nada.

—Por eso mismo te necesito— tomó mi hombro— Serás la única que pueda portar sus armas aquí, tu arco, escopeta, revolver, cuchillo...

—¿Por qué?

—Porque quiero que seas mi mano derecha— me quedé callada, y ella tomó mi mano— Serás buscador, podrás salir, entrar cuando quieras.

—Pero protegere la comunidad— ella asintio, si buscaba a los chicos los traería a un lugar seguro...

—No tomaré decisiones sin ti, tu mandaras igual que yo— añadió.

—Acepto —dije finalmente estrechando la mano con ella.