CAPITULO 10 - VISITA

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CAPITULO 10 - VISITA

Una semana había transcurrido desde aquella conversación en la terraza y Bel empezaba a sentirse cada vez más nerviosa en presencia de Maddox y su constante cercanía.

Esa mañana ella despertó acalorada por una razón. Nunca antes había tenido ese tipo de sueños y menos con alguien que consideraba su amigo, y verse a sí misma ensueños gimiendo por el toque de aquellas manos grandes y calientes simplemente la enloquecía.

Con un leve dolor en su húmeda feminidad y en los pechos, se hizo un ovillo en la cama, apretando las piernas para parar el dolor de la excitación. Entendía perfectamente que las hormonas se alborotaban en algún ciclo del mes y que como antes tenía una vida sexual activa ese tipo de cosas no sucedían, o al menos no las notaba, pero ahora que estaba sola era diferente y le aterrorizaba ser el tipo de chica que necesitaba tener sexo continuamente sin importarle con quien montárselo.

Era cierto que para ella era imposible permanecer sola tanto tiempo y lo común era que una vez se sabía que estaba soltera las citas con chicos le llovieran y no tardar tanto en encontrar al correcto, como cualquier joven universitaria, pero jamás pensó tanto en ello.

Ahora esperaba que se le pasara luego de un rato con ayuda de un baño de agua fría. Así que se levantó a pesar de sentirse cómoda entre las frescas y suaves sabanas. Ya con la mente más clara se sentía básicamente avergonzada al haber tenido un sueño húmedo con Maddox, así que trató de evitarlo todo lo que pudo desapareciendo con los chicos a una de sus locas aventuras con aviones y paracaídas a pesar de su miedo a las alturas que ahora parecía tema superado.

Al volver con los pelos de punta y el estómago revuelto aun con la sensación de vértigo, ya caía la tarde y se apuró a descansar un rato y arreglarse. Su mejor amiga Thais se encontraba de vuelta en la ciudad y esa noche habían programado un encuentro en la casa de los jóvenes Rocher a petición de Michael que estaba curioso por conocer a la famosa Thais ya que ella no había parado de hablar de su amiga los últimos días.

Esa noche Bel vestía una blusa negra con corte en V, short de mezclilla, cinturón negro y botas verde grisáceo. Un look desenfadado. Leah por el contrario llevaba un vestido corto floreado y tacones altos ya que quería verse perfecta para su novio que no tardaría en llegar. Michael vestía camiseta gris, pantalón negro y zapatos supra, muy semejante a su mejor amigo que también había sido invitado esa noche. Y mientras los hombres preparaban las bebidas Bel fue designada a pedir las pizzas y tacos mexicanos, así que tuvo que llamar a dos restaurantes, uno italiano y el otro mexicano—obviamente. Al terminar de hablar por teléfono corrió a la puerta y la abrió sabiendo que su mejor amiga era puntualísima.

Bel saltó a darle un gran abrazo dejándola sin respiración hasta que Thais le advirtió de la posible asfixia que podría darle si seguía abrazándola así. Thais era una chica de belleza poco común con una frente pequeña, cejas marcadas, ojos azules, cabello rubio oscuro y labios igualmente proporcionados. No tardó en presentarla a todos cuando Michael ya la tenía acaparada para él solo frente a la mesa de villar.

- Si me permites a mi amiga un momento —los interrumpió.

- No hay problema, pero no tardes —bromeó Michael guiñándole el ojo.

Ellas sonrieron divertidas, Bel buscó en la terraza un lugar privado en el cual mantener una conversación y para eso encontró propicio las butacas frente a la piscina.

- Perdona por no haber estado aquí antes —se disculpó su amiga tomándola de la mano en símbolo de apoyo.

- Lo importante es que ahora estas aquí. Estoy en verdad feliz de poder verte ¿Cómo te fue con tus padres?

- Bien, como siempre. Ya sabes, quieren que regrese y consiga un trabajo allí ahora que terminé mis estudios superiores.

- Era de esperarse. Te quieren cerca. – Correspondió sabiendo lo cariñosos que eran los padres de su amiga.

- Lo sé, pero sabes que tengo mis propios sueños y metas que cumplir. Eso me recuerda ¿no pensaras quedarte aquí por más tiempo? —preguntó Thais preocupada.

- Claro que no. Eh estado haciendo llamadas, todo depende si me contratan.

- ¿Dónde?

- Como diseñadora gráfica en LOGS, pero eso solo en el remoto caso de que me elijan.

- ¡Animo! Veras que si te eligen. Eres una persona creativa y la mejor de la clase. Además, siempre has deseado trabajar para ellos.

- Tienes razón. ¿Me acompañaras, cierto?

- Claro.

Después de un fuerte y confortable abrazo se sumergieron en el tema de la reciente ruptura amorosa. Bel se desahogó y contó todo con muchos detalles, hasta de la razón que la había llevado a vivir con los hermanos Rocher. Lamentablemente se vieron interrumpidas por el mayor de ellos, Maddox.

- Espero me disculpen, no quise interrumpir —se disculpó.

- No, para nada. Ya habíamos acabado de hablar —desestimó ella poniéndose de pie por inercia sintiendo un incómodo hormigueo en las manos.

Maddox era todo magnetismo sexual mientras se acercaba más y más, hasta quedar a su lado inclinándose para saludarla con un suave y cálido beso en la mejilla. Aquella cercanía y contacto le recordó el sueño con mucha fuerza. No prestó mucha atención a la auto presentación de Maddox para con su amiga. La inquietud la embargaba y avergonzaba. Se fijó en lo bien vestido que andaba con un pantalón oscuro, camiseta blanco y chaqueta de lana verde y negra. Un look casual y juvenil si no fuera por la insipiente barba que lo hacían ver sexy y peligroso. Muy caliente.

Minutos después Thais se disculpó necesitando el sanitario dejándolos solos en la penumbra donde solo los iluminaba la piscina como una gran lámpara azul.

- No esperaba verte esta noche —dijo ella cortando el silencio.

- No has visitado mi casa últimamente. Me preguntaba la razón —él la miraba con detenimiento esperando una explicación que ella era incapaz de darle.

- Los chicos me han tenido ocupada —dijo ella con una falsa sonrisa tratando de sonar convincente.

- Es entendible, te han cogido cariño. —Su voz sonaba suave y eso a ella la estremeció.

- Y yo a ellos —respondió, esta vez sin forzar la sonrisa.

Era sincera cuando dijo que correspondía al cariño de los chicos. Jamás se había sentido tan bien acogida. Por esa misma razón tenía que buscar pronto un nuevo lugar donde vivir porque le sería más difícil apartarse mientras más tiempo pasara en compañía de ellos.

- Creo que es hora de irme. No quiero incomodar a Leah y a Owen. Quiero que sigan creyendo que no se nada su misteriosa relación. —Soltó juguetón guiñándole el ojo, dejándola con la boca abierta al no saber cómo reaccionar. — Pasa una linda noche.

Bel asintió observándolo alejarse. Se mordió el labio inferior de manera inevitable al dejar vagar la mirada hacia su duro y sexy trasero, perfecta combinación con aquella espalda amplia y esas largas piernas que caminaban con paso seguro y elegante. Bel sintió que en ese momento lo que necesitaba era una cerveza bien helada porque su cuerpo estaba caliente y acalorado. El sueño de esa mañana no la abandonaba y empezaba a creer que no lo haría en los próximos días. Quería golpearse la cabeza para reaccionar. Aquel calor la desesperaba.

Fascinación - Enamorada de un MillonarioWhere stories live. Discover now