Fascinación - Enamorada de un Millonario

CAPITULO 13 - RECUERDOS Y DESPEDIDA

CAPITULO 13 – RECUERDOS Y DESPEDIDA

Más relajada subió a la habitación y se desvistió. Buscó en el armario un short jean, una blusa blanca y botas de tacón grueso negras. Maquillada de manera simple cogió sus papeles y tarjetas y los guardó en un bolso negro. Complementó con unas gafas y un sombrero porque no aguantaba la luz del sol. Antes de salir constató que su amiga no se encontraba en ninguna habitación al igual que Michael. Un taxi llegó a verla y le pidió que la llevara a su restaurante favorito en pleno centro de la ciudad.

Cuando terminó de comer y con la energía renovada, caminó por Rodeo Drive y se detuvo en un pequeño edificio de asesoramiento de bienes raíces. Un hombre le dio la bienvenida y le preguntó en que le podría ser de ayuda. Al decirle que necesitaba alquilar un departamento cerca del centro, se puso manos a la obra, mostrándole catálogos de algunos lugares disponibles según sus exigencias.

- Listo. Vamos a verlos. —Concretó William, el asesor en bienes raíces.

- Estoy ansiosa —comentó ella luego de un asentimiento mientras se levantaba de la silla.

- No te sientas presionada, si no te gustan solo dime y buscamos otros lugares. —dijo William con una sonrisa tomando llaves y despidiéndose de sus compañeros de trabajo.

El primer departamento cumplía sus exigencias, pero no terminaba de sentirse cómoda. El segundo era espectacular, pero lo sentía muy grande para ella sola. El tercero, que no estaba en los planes verlo, pero como quedaba cerca decidieron echarle un vistazo la terminó por convencer. No muy pequeño, espacios abiertos, piso de madera, paredes de ladrillo con muchas ventanas, un estilo muy neoyorquino, la hicieron sentir como en casa. No quiso ver nada más. Concretó con el dueño del condominio las formas del pago y el día de la mudanza. No puedo evitar salir del edificio con una sonrisa.

Regresó con William al departamento de asesoramiento de bienes raíces y le pagó los honorarios por ayudarla a encontrar un lugar donde vivir. Al salir de allí revisó su Smartphone y vio dos mensajes y cinco llamadas perdidas de Maddox. Aquello la puso de lo más nerviosa. Decidió que luego le respondería. No estaba mentalmente preparada para hacer como si nada hubiera pasado, y su día aún no había acabado.

Caminando unos quince minutos después se encontraba frente al edificio en donde trabajaba anteriormente, la empresa de su exnovio Collín Knight. Al entrar en la recepción la saludaron con alegría. Aquello la reconfortó. Cuando tomó el ascensor saludó al joven mensajero de Collín que seguramente llevaba con él papeles importantes.

- No la había visto recientemente —comentó el joven que debería tener casi la misma edad que ella.

- Ya no trabajo aquí —explicó no adentrándose en detalles.

- Es triste, ya no la veré por aquí —se lamentó el joven.

Ella sonrió.

Las puertas se abrieron y juntos se acercaron a Gil, la secretaria de Collín, a la cual saludó con un abrazo.

- ¿Collín está con alguien? —le preguntó no queriendo perder el tiempo con chismes.

- Está solo, entra.

- Gracias Gil.

Al abrir la puerta lo encontró dormido en su silla y un vaso de Whisky descansaba frente a él en el escritorio. La imagen en si la llevaba a sus días felices en que varias veces solía encontrarlo de la misma manera y ella no hacía más que observarlo con una sonrisa tonta enternecida. En aquel momento el sentimiento no era el mismo, no pudo evitar sonreír, pero de tristeza y nostalgia.