Te Comeré [Yaoi-Hideki] EN EDICIÓN.

Capítulo 1

—Oye Kaneki, ¿Algún día dejarás de leer tanto? —preguntó un joven de cabello anaranjado mirando a uno de cabello negro y aspecto tímido.

—Leer es más entretenido de lo que crees, Hide. —dijo el pelinegro apartando la mirada del libro azul que sostenía en sus manos. —Aprendes muchas cosas nuevas.

— ¿Cosas cómo para sobrevivir a algún apocalipsis? —Hide se paró del asiento de la cafetería exaltado, le resultaba muy interesante la idea de que en un libro te enseñaran cosas así.

—No, pero nos enseña cosas sobre los ghouls. —. Kaneki cerró su libro, el cual tenía de título "La anatomía de los ghouls".

Kaneki Ken suele ser a simple vista un muchacho completamente reservado y pareciese como si nunca hubiese tenido un amigo; sin embargo esto es 100% falso. Quizás no sea el mas popular en su escuela, y quizás las chicas no están locas por él, pero el tiene algo que esas personas no tienen:

A su querido amigo Hideyoshi Nagachika, o como el consideraba mejor opción para llamarle: Hide.

Hide era un muchacho muy alegre y bromista, no le resultaba difícil hacer amistades, mas él siempre prefirió estar con Kaneki, ya que como le había dicho en muchas ocasiones, simplemente para él, Kaneki era irremplazable.

Esto daba como resultado una estrecha amistad entre estos polos opuestos, dando equilibrio a la alegría y la seriedad; otra cosa que se destacaba de Kaneki Ken era su notable afición por el mundo ghoul.

"Ojalá pudiese hablar con un ghoul", le repetía a Hide cada mañana cuando se veían, tiene tantas preguntas que podría hacerle, acompañado por una gran curiosidad.

—Hide, ¿cuándo llega tu cita? —preguntó Kaneki apoyando sus codos en la pequeña mesa circular, para después recargar su cabeza en las palmas de sus manos.

—No lo sé, pero te apuesto a que es hermosa. —Hide soltó una risa y miró la puerta pacientemente.

—Recuerda que debo de llegar temprano, ya sabes como se pone Tsukiyama si estoy mucho tiempo fuera de casa.

Tsukiyama, o como Hide le apodaba: "El italiano/francés posesivo", era un hombre alto, de cabello bien peinado y de un color morado, normalmente vestía trajes y resaltaba más su notable tono de voz ruidoso que iba acompañado de palabras en otros idiomas que acostumbraba a decir.

Kaneki había vivido con él desde que su madre había muerto por la cercanía que tenían estas dos personas, una linda amistad, pero nada comparable con la que sostenían Kaneki y Hide. Tsukiyama era muy sobreprotector, porque pensaba que todo el mundo era demasiado peligroso para una persona tan sensible y sencilla como Kaneki.

—Va, va, que llegues tarde una vez no hará que te maten. Si llegas sin ningún rasguño no deberías de morirte, además ya vienen los exámenes y si mueres no podrás hacerlos, tus estudios se irían a la basura —Hide sonrió mirando a Kaneki que le devolvió la sonrisa, luego de eso los dos lograron oír que la puerta del café donde estaban sentados estaba abriéndose, a lo que los dos miraron en esa dirección con la misma idea de que era la persona que Hide estaba esperando.

— ¿Es ella? —preguntó Kaneki.

—Si, definitivamente es ella.