Te Comeré [Yaoi-Hideki] EN EDICIÓN.

Capítulo 19

—Me refiero a que muy probablemente, de 10 personas que conozcas, 5 sean ghouls... —inventé drásticamente, felicitándome interiormente por haber sido tan inteligente en esta situación de pánico.

— ¿En serio? —Kaneki abrió sus labios suavemente, formando una pequeña pero perfecta "o", provocándome una pequeña sonrisa que no fue vista por la máscara que cubría mi rostro.

—Si. Miles de nosotros somos tan buenos en ser como los humanos que nunca nadie sospecharía de nosotros, a veces hasta yo mismo me impresiono de cuantos ghouls hay aquí en Tokio. —la expresión de mi amigo cambió a una más temerosa, haciéndome sacudir los brazos al aire unos segundos, en lo que encontraba una excusa que le calmase.

—Hombre, no te asustes, ni siquiera he terminado de hablar. —suspiré, logrando que la serenidad volviera al rostro ajeno. —Que alguien sea ghoul no significa te hable solo para comerte, he aquí el ejemplo. —me señalé a mi mismo.

—Bueno, emh... Supongo que tienes razón. —pareció confiarse un poco, mientras tanto yo extendí una de mis manos para tomar uno de los muchos libros que habían en la cama. Me impresionaba el hecho de que me preguntaba cosas básicas teniendo en sus manos tantos libros sobre ghouls... ¿Quizás solo quería confirmar si los datos eran verdaderos?

— ¿Y qué hay de tus ojos? ¿Puedo verlos? —agregó al notar mi silencio, haciéndome voltear a verle un poco nervioso. — ¿Mis ojos? ¿En... Plural? —respondí para asegurarme, viendo como su cabeza subía y bajaba rápidamente en un asentimiento muy tierno.

—Te dejaría verlos, en plural... Pero... La máscara que tengo no me deja y, no puedo quitármela. —le recordé, cruzándome de brazos y desviando la mirada a mis propios pies.

—Dijiste que... Tenía que confiar en ti y que no me ibas a comer. ¿No puedes enseñarme tu rostro para confiar más? Yo... Yo soy buenísimo guardando secretos. ¡Nunca nada saldrá de aquí, lo prometo! —trató de convencerme, pero no era tan fácil como él quizás llegaba a pensar que era.

—De verdad que no puedo. Lo único que puedo hacer por ti es enseñarte mi ojo visible. —señalé mi ojo derecho, el cuál no estaba muy seguro aún de poder enseñar y devolver a la normalidad a voluntad aún.

El día del accidente con Nishiki... Ese día conocí mejor a Touka y a los demás que trabajan en Anteiku, me siguen ayudando a entender un poco lo que podría estarme pasando y me dan café sin rechistar. ¿Quién diría que eso era lo único que podíamos compartir con el mundo humano?...

Me quedé en blanco unos segundos. ¿Realmente era correcto decir que "podíamos"? ¿Me incluyo yo en eso? ¿Soy un ghoul, no? Pero a la vez también soy un humano. Si no soy ninguno de los dos totalmente... ¿Entonces cuál es mi lugar, de dónde soy ahora?

De golpe comencé a sentirme terriblemente excluido de toda la humanidad y la ghoulidad al mismo tiempo.

—Mhm. ¿Te cuento algo que de seguro no sabías sobre nosotros? —reviví la conversación, Kaneki había estado jugando con sus dedos de forma nerviosa.

—Si... Dime.

—Nos gusta el café. —me senté un poco más cerca de él en la cama, subiendome en ésta apenas unos cuantos centímetros más.

— ¿Les gusta el café? —repitió, por primera vez su voz sonaba como si le acabara de contar un chiste de muy mal gusto.

—Si. El café es lo único que podemos ingerir y disfrutar como ustedes. —asentí varias veces. Kaneki dudó un poco, pero después volvió a ese estado de asombro y curiosidad que tanto me encantaba ver.

— ¿En serio? Oh... No me lo habría imaginado. —desvió de igual forma la mirada, el ambiente repentinamente se estaba poniendo incómodo y mi cabeza aprovechó para recordar todo lo ocurrido con Tsukiyama. ¿Sería muy extraño si le pido que huya de casa conmigo?

— ¿Y los humanos? ¿Cómo son? ¿Cómo es tu vida? —fingí mucho interés al hacer la pregunta, inclinándome un poco hacia en frente y viéndole con mi ojo. Kaneki en respuesta retrocedió apenas notablemente y puso una mano en su nuca, mirando por la ventana que había sido mi puerta a su habitación.

—Es extraño que me pregunten eso...

—Vamos, me estás interrogando sobre mi mundo. ¡Yo también quiero saber sobre el tuyo!

Algo dudoso bajó la mano de su nuca, lo único que quería era que me hablara del excéntrico pelimorado que espero esté durmiendo para decirle con toda sinceridad que debe huir de ahí. Amaría decirle que es un ghoul y que debe huir, pero conociendo a Kaneki esa idea puede ser contraproducente de mil maneras distintas.

—Bueno, pues... Voy a la escuela... Dijiste que se mezclan mucho con los humanos, ¿No se supone que ya nos han estudiado lo suficiente como para que no nos demos cuenta de cómo son nuestras vidas? —rápidamente tomé uno de los libros, abriéndolo y leyendo vagamente las palabras que estaban impresas en este.

—Parece que tú también tienes mucha teoría sobre nosotros y aún así me estás preguntando bastante. —cerré el libro con cuidado, no olvidaba el hecho de que debía de guardar cautela. —No es lo mismo leerlo de un libro a tener que practicarlo todos los días. —me respondió, haciéndome rodar los ojos y estirando mis brazos, riendo en voz baja al notar como se cubría con sus antebrazos.

—No voy a hacerte daño, ¿Cuántas veces debo decirlo? Si tú no estás llamando al CCG es porque quieres que seamos amigos, ¿No? Por eso mismo yo no pienso comerte, que mi dieta se base en humanos tampoco significa que no tengo sentimientos y no puedo establecer vínculos afectivos con alguien de otra especie. —me bajé de la cama, rodeando ésta con suavidad y entregándole el libro con delicadeza, la mirada algo temblorosa de Kaneki me perseguía mientras estiraba un poco la mano para tomarlo, viendo la portada como si fuese un libro completamente desconocido para él ahora.

—No necesitas responder. —agregué, poniendo una mano en su cabello, al instante Kaneki se encogió en su lugar más de lo que ya estaba. De verdad que parecía un Chihuahua asustado.

—Nos vemos mañana, duerme bien. ¡Mañana debes contarme sobre ti, humano! —sonreí aunque no pudiese ser visto, dándome la vuelta y, sin mirar atrás, saltar por la ventana para poder irme.

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Espero de verdad poder continuar con esto después de que pregunté si alguien seguía vivo para leerlo. Me emocionó muchísimo ver qué fueron 10 personas y me esforzaré para no fallarles en actualizar.

La verdad esta historia me hace ilusión pero por razones externas me terminé yendo de Wattpad y al final apenas se me ocurrió regresar con esto de la cuarentena. Mis clases inician en enero así que... ¡Espero poder hacer un avance en los meses que quedan!

❤️ Gracias por leer. ❤️