-¡Madre,madre que feliz soy!-musitó la joven,ocultado su rostro en el regazo de la mujer,que se encontraba sentada en el único sillón que había en el cuarto de estar-¡Que feliz soy!-repetía-¡Usted debe apoyarme para convencer a mi padre,debemos de irnos a la Quinta cuanto antes!.
La señora De Rivera se agitó y colocó sus manos en los delicados hombros de su hija adoptiva-¿Feliz?-inquirió en un susurro-Yo solo lo soy cuando ustedes lo son-No sé si sea prudente presionar a tú padre con el tema,el señor Armentía a sido muy generoso con su oferta,pero la última palabra es de tu padre. La joven levantó la cabeza e hizo una mueca de resignación.
-¿De verdad madre usted no puede hacer nada?-preguntó-Yo la ayudaré,pero es que mi padre es tan reservado con esos temas,que temo molestarle de más.
-El señor está nervioso con ese tema,teme perder con esa compra-Irene la miró con angustia.
-No sabía nada-curvó sus labios. La mujer la miraba con gesto noble,no era su madre,pero más sin embargo la había criado casi cómo una.
-El señor Isaac sigue insistiendo con tu padre,no deja de lado el tema de tu mano.
-No es un caballero madre,y no puedo seguir tolerando la manera como se dirige a mí-dijo la joven,levantándose y caminando hacia el umbral.
-Ignoro cómo hubiéramos podido solucionar nuestros problemas económicos sin él-respondió la mujer pacientemente. Irene giró la cabeza e hizo una mueca de fastidio.
-Ya no lo necesitaremos madre,Noé pedirá mi mano-Luego hizo una pausa y se dio la media vuelta para ver a la mujer. Una agitación le vino al pecho y sus mejillas se tiñeron de rojo-Una respiración jadeante dejó entre abiertos sus labios. Una ardiente sensación de pasión le recorrió el cuerpo-¡Lo amo!-dijo simplemente.
-Eres una chiquilla soñadora-Fué la respuesta de la mujer-Sonrió de nuevo la joven. En su voz se advertía la emoción y la alegría de un espíritu joven. Sus ojos se llenaban de melancolía y la inundaban con su brillo;luego se cerraban unos momentos,guardando en ellos un secreto. Cuando se abrieron,un brillo nuevo se denotaba en ellos.
La voz de experiencia le hablaba desde el sillón,inundandole los sentidos con eso que llamaban cordura. Ella no atendía. Era presa de su sueño. Noé albergaba toda su alegría y esperanza. Pero el muchacho no le declaraba sus sentimientos,eso la destrozaba. Su padre la casaría con Isaac si el no se declaraba.
-Noé Armentía es una excelente opción,a largo plazo-los dardos de verdad caían todos en su centro. Y el lóbulo de su oreja se inundo con el aliento de su madre.
-Tendremos que mostrarle su camino-Los ojos de la muchacha buscaron a los de su madre. Una lágrima quedó atrapada en ellos. Su vista cayó al suelo,buscó una respuesta del porqué el hermetismo del joven. Elevó su rostro de vuelta y asistió vigorosa a su madre-No voy a permitir que Noé se pregunte siquiera si no soy una buena opción,simple y sencillamente lo seré-musitó.
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Los besos de Matías calcinaban otra vez su boca,sus parpados estaban cerrados-Noé vio que los labios de Matías lo buscaban de nuevo- rió.
De repente sintió la necesidad de hablarle.
-¡Te amo!-exclamó-¿Pero porque me amas tú a mí?,yo sé porque te amo,te amo porque eres exacto lo que yo espero del amor,pero tú,¿que ves en mí? No me siento merecedor de tu amor,pero más sin embargo,no sabría explicar porqué,inclusive sin sentirme merecedor de tus besos,no me siento con la fuerza para dejarte.
El rostro de Matías se palideció debajo de los ojos de Noé. Y sus labios se entre abrieron para dar paso a su miedo-¿Acaso te pasó por la mente abandonarme-preguntó con voz temblorosa.
