Narra Julian:
Si, sé que soy un imbécil y todo lo que hago, lo hago mal. Pero esta vez la he cagado al máximo.
No merezco tenerla a Oriana, nadie merece tenerla. Ella es perfectamente perfecta y yo soy tan defectuoso.
Aún recuerdo el día de ayer y lo maldito imbécil que fui. Pero es que Sabrina estaba allí, y necesitaba hablar con ella. Hacía tanto tiempo no la veía, hacía tanto tiempo que llevaba pensando lo que le diría el día que la viera y ese día al fin había llegado, pero no en el momento indicado.
Nuestra conversación no duró mucho ya que ella lo único que hacía era evadir mis preguntas y llevarme a hacer cosas que no debía.
En un momento ella colocó su mano cerca de mi entre pierna y no supe qué hacer. Nervioso me removi de allí y tomé distancia, pero ella tenía otros planes ya que se acercaba a mi.
-Yo creo que me voy- dije arrepentido de haber querido hablar con ella. Debí de imaginar que se me tiraria encima.
-Dame un beso y luego te vas- dijo picara. Lo hice, le di un beso en la mejilla. Sabía que si no lo hacía no me dejaría en paz.
Terminó el partido y gracias a la inigualable Oriana, su equipo ganó, como siempre.
Fuimos a felicitarle e invitarle a cenar para así festejar su victoria pero ella salió con que había hecho planes con Francisco, si, con Francisco. Al escuchar aquello me enojé mucho y me fuí de allí pateando todo. Nosotros estábamos bien, lo pasábamos bien juntos y tanto ella como yo sentíamos cosas el uno por el otro. La imagen de Oriana observandonos furiosa a mi y a Sabrina me hizo caer la ficha. Estaba celosa y por ello había decidido salir con Francisco.
Me fuí calmando de a poco, que Oriana esté celosa es algo bueno. Eso quiere decir que siente algo fuerte por mi. Con una sonrisa en el rostro llegué hasta mi auto y esperé a que lleguen los demás. Francisco no era más que un amigo para Ori, ella seguía siendo mía, así como yo soy de ella.
Pero ahora todo a cambiado. Ella está con Francisco, nos lo ha dicho hoy en la cena, y yo sigo aquí, solo como el gran idiota que soy. Pero jurando recuperar lo que perdí. Julian Serrano no pierde nunca, y menos a la persona que ama.
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Mi niñero preferido
Teen FictionEstaban enamorados. Se notaba por la forma en que se miraron entre si... como si tuvieran el secreto más maravilloso del mundo entre ellos...