Boys Next Door ● Luhan, Kai, Sehun.

CAPÍTULO 1

-¡Por el amor de Dios! -bufé al ver una escena horrible por mi ventana, nuevos vecinos mudándose a lado.

-¿Cuál es el problema con eso Linn? Tu antiguo vecino era un viejito gruñón que si pisabas su césped te seguía para pegarte con su bastón -mi amiga se quejó.

-No creo que el señor Choi fuera tan malo, al menos ya me había acostumbrado a él y a sus estados de humor.

-Pues yo no, para ser viejo tiene fuerza, mi cabeza sufrió muchas veces -sonreí mientras seguía observando.

Hace poco mi vecino de toda la vida se había mudado a un asilo pues ya era muy viejo y no podía cuidarse solo. La casa de ese anciano era la más grande en toda la zona y por ende muy costosa. Pero ahora alguien se estaba mudando así que la habían comprado.

Hice una mueca al ver como uno de la mudanza bajaba un mueble que tenía el escudo de mi escuela, Ugh, eso no sería algo bueno.

En mi colegio había algo llamado rangos. Creo que eso es normal en todas las escuelas, pero en la mía era un poco diferente. Los rangos decidían en que sección estaríamos en la escuela, no trataban igual a los alumnos del rango 1 que los del rango 5, los primero tenían todas las ventajas por ser los más inteligentes de la escuela, mientras que los del rango 5, que eran los más bajos, seguían en la escuela sólo porque sus padres pagaban las colegiaturas a tiempo.

Para mi este sistema era horrible, veía como los alumnos se mataban estudiando para lograr entrar en el rango 1 pero siempre fallando pues el rango 1 se mataba el doble para permanecer en el.

Los chicos en la escuela no se mezclaban; los del rango 1 ni se acercaban a la zona de los del rango 5 y eso creaba un terrible ambiente. Mi amiga Min y yo estábamos en el rango 2 desde que comenzamos la escuela pero a diferencia de los demás no luchábamos para entrar al rango 1, sólo queríamos permanecer en el nuestro, fuera de los problemas.

Casi siempre los problemas eran entre los más altos y los más bajos y aunque no teníamos permitido ir a la zona 5 Min y yo teníamos a un par de amigos ahí.

Min miró detenidamente como la mudanza bajaba las cosas de los nuevos vecinos, eran muchas cosas y parecían costosas. Pero era un poco obvio, si pudieron pagar la casa es porque tenían dinero.

-Tus vecinos son ricos -habló -todas las cosas que traen son de valor, ojalá haya algún chico de nuestra edad, sería una buena oportunidad para atrapar a alguien -rodé los ojos. Seguramente había alguien de nuestra edad a juzgar por el escudo de la escuela pero eso no sería tan bueno para nosotras.

Ella y yo habíamos acordado en no salir con chicos de nuestro colegio. Es que eran muy odiosos, toda la gente ahí era odiosa y ningún chico había logrado conquistarnos hasta ahora, los más nobles eran los del rango 5 pero tampoco era como si tuviéramos muchas oportunidades de convivir con ellos.

-A lo mejor tienen una hija -Min hizo un puchero.

-¡No! No eches la sal, esperemos que sea un chico guapo.

-Bien, que sea un chico guapo pero tenemos tarea que hacer. Tarea ahora, hombres luego -rodando los ojos asintió resignada.

Aunque Min no quería ignoramos a los nuevos vecinos para regresar a lo que hacíamos y así pasamos la tarde. Poco después ella se regresó a su casa porque su madre la había llamado así que bajé para encontrar a mi madre en la cocina.

Casi nunca veía a mi madre así que era un poco raro encontrarla cocinando.

-¿Ya se fue Min? -preguntó sacando un platillo del horno, le asentí.

-Hace como cinco minutos -me acerqué para ver lo que había hecho pero ella lo alejó de mí.

-No metas las manos, no es para ti la comida.