BAD GIRL, GOOD LIPS. Forever.

Capítulo 15.

Me muevo de un lado a otro, sin poder controlarme. No puedo, simplemente no puedo.

Mi madre ha estado ahí durante horas, y no ha venido ningún doctor a explicar que carajos esta pasando. Ni siquiera el señor Taylor ha salido de la habitación. ¿Qué pasa? ¿Por qué no salen?

—¿Puedes por favor calmarte un poco? —pide Scott. Se levanta y se acerca a mi. Lo detengo con mi mano antes de que siquiera llegue a mi.

—Tu callate. —lo freno. —Tengo todo el derecho a estar en estado de pánico.

El suelta un suspiro.

—Preciosa, todo estará bien. —dice, y de nuevo intenta llegar a mi.

—No. Ni creas que no recuerdo que me dejaste como una tonta en frente de Olivia, aun sigo molesta. Y no creas que será fácil contentarme. —digo, lo más seca y fría posible.

Aún sigo molesta. Todavía me duele que el no me haya creído cuando le dije que Olivia me amenzo, como si yo estuviera que estar inventado estupideces para justificarme.

—Oye, hablemos de eso, no quiero que sigas molesta...

—No. No tengo mente, no quiero hablar contigo ahora, sólo quiero saber sobre mi mamá. —lo corto. El suelta un suspiro, casi derrotado y se vuelve a sentar.

En ese mismo instante el doctor sale del cuarto de mamá, rápidamente llego a el.

—¿Cómo esta mi mamá? —pregunto.

—Su mamá esta estable. El bebé también está bien, solo fue un pequeño susto.

Me alivio como nunca lo había hecho en mi vida. Gracias al cielo, mi mamá esta bien, mi pequeño hermano esta bien. O bueno, tal vez hermana.

Me siento mas tranquila.

—Muchas gracias. —le digo. —¿Puedo pasar a verla?

El asiente, e inmediatamente entro a su habitación. Scott entra detrás de mí, pero ahora realmente no me importa nada que no sea mi mamá. Y ese pequeño bebé.

—Hola. —la saludo. —¿Todo bien?

Ella sonríe y empezamos a hablar. Después de una hora de varios examenes, y consejos para cuidar el embarazo, pudimos volver a casa.

El bebé está bien, pero no nos podemos descuidar, tenemos que tener mucho cuidado, mi mamá no es alguien joven, por lo que el embarazo es algo riesgoso, pero con las indicaciones del doctor lo más probable es que todo este de maravilla.

Justo ahora estamos todos en el auto de Scott, camino a casa. El señor Taylor y mi madre no han dejado de agradecerle por haberla llevado al hospital.

Yo aun sigo molesta.

Y dolida.

Cuando por fin llegamos a casa, el señor Taylor ayuda a bajar a mi mamá y entran a la casa. Yo me quedo en el auto, pero de inmediato me dispongo a bajar.

Cuando quiero hacerlo, Scott con su mano me detiene y me vuelve a sentar.

—Hablemos. —pide.

Niego con la cabeza.

—No quiero hacerlo. —le respondo.

El toma un profundo respiro, y se que esta tratando de controlarse. Bueno, no es el único.

—Preciosa, lo siento, ¿vale? —empieza a disculparse. —Perdoname, te prometo que algo como esto no volverá a pasar, lo siento, no me gusta verte así.