BAD GIRL, GOOD LIPS. Forever.

Capítulo 17.

—Buenos días... —saludo, bajando las escaleras, pero me detengo cuando veo a Scott sentado en la mesa, hablando con mamá.

—Buenos días. —dicen al unísono.

Bajo y le doy un beso en la mejilla a mamá y uno casto beso en los labios a Scott.

—¿Por qué no avisaste que venias? —le pregunto a Scott mientras me siento a su lado. Mi madre pone el desayuno frente a mi.

—Sorpresa. —responde el, encogiendose de hombros. —Te vine a invitar a un lugar.

—¿Ah si? ¿A donde?

El sonríe y roba un poco de fruta de mi plato. Ni siquiera lo regaño.

—Mamá dijo que te viniera a buscar, vamos a la cabaña. 

Abro mis ojos de emoción, ¡genial! Amo ir a la cabaña de los Sullivan.

—¡Fantástico! ¡Me iré a cambiar! —dicho esto, subo corriendo a mi cuarto, lo último que escucho es la risa de Scott y a mamá gritando que primero desayune.

Cuando llegó entro al baño y me dispongo a darme una ducha. Siento que alguien entra, pero no le doy importancia, debe ser Scott.

Ir a la cabaña sera genial, podemos ir a la playa y desestresarme un rato, pasar un tiempo agradable con Scott, será un buen día.

Salgo del baño, y Scott esta sentado en mi cama tecleando algo en su celular, levanta la mirada y me da una sonrisa, se la devuelvo.

Me dispongo a buscar ropa para cambiarme, pero siento los brazos de Scott abrazarme por detrás, así que volteo para encontrarlo muy cerca de mi.

—No te cambies aun, quiero sentir ese trasero sin nada de ropa. —susurra para mi. Dicho esto, mete su mano entre mi toalla hasta llegar a mi trasero, lo aprieta fuerte y atrapa mis labios en un beso muy intenso.

Me aparto del beso riendo.

—Calmate. —lo detengo. —Debemos ir a tu casa, debemos detenernos.

—No creo que a mi mamá le moleste si llegamos tarde, nadie estaba listo para salir cuando me vine.

Quiero preguntar si por nadie se refiere a sus padres sin incluir a Olivia, pero no quiero dañar el momento.

Se separa de mi y cierra la puerta de mi cuarto, lo miro alzando una ceja.

—Llegaremos tarde. —insisto.

—Nos esperarán. —responde.

Abro la boca para hablar, pero no puedo decir nada porque el me detiene con otro beso. Genial, me tendré que bañar otra vez. Espero que no sola.

El se deshace de mi toalla, y ahora estoy totalmente desnuda sin nada que me cubra.

Le sigo el beso y a pasos nos acercamos a mi cama, el se sienta y yo me subí a orcajadas encima de él.

—Yo estoy desnuda y tu no. —digo y hago un puchero. —no es justo.

El ríe.

—Pronto esto se hará justo, preciosa.

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—¡Se demoraron una eternidad! —es lo primero que dice la mamá de Scott cuando entramos a la casa, me sonrojo de inmediato.

Si, tres orgasmos toman su tiempo.

Scott se encoje de hombros y agarra los bolsos de su mamá. Saludo a la mamá de Scott y tengo una charla con el Sr Sullivan, quien hace tiempo no veía.