♙ 1.

16.5K 1.1K 380
                                    

Elijah y Klaus se miraron entre sí cuando Hayley pasó la mano por su cabello por milésima vez en toda la mañana mientras caminaba de un lado para otro en el patio, murmurando palabras inentendibles entre dientes. Ambos estaban completamente extrañado por aquella actitud y apariencia que la hibrida había adquirido días pasados, una donde al parecer no dormía ni comía, teniendo mal humor a cada segundo junto con unas enormes ojeras debajo de sus ojos que parecían estar siempre ahí y su piel tornándose un poco más pálida. Dándole ese aspecto de no haber dormido por aproximadamente un mes, salvo que en realidad no había dormido hacia dos días.


En pocas palabras: se veía horrible.


—Detente –Klaus bramó dejando a un lado el vaso de bourbon que sostenía–. Detente ya, Hayley.


— ¿Qué? –inquirió volteando la cabeza para verlo.


—Que te detengas de una buena vez –se talló el puente de la nariz antes de hacer un ademan con la otra mano–. Llevas caminando de un lado a otro por toda la mañana, me estas provocando jaqueca.


—No puedo estar tranquila, si te molesta verme, vete de aquí.


Klaus alzó una ceja dispuesto a refutar que aquel lugar era su casa, pero Elijah le mando una mirada, mandándolo a callar antes de que si quiera abriera la boca.


—Hayley, ¿Qué esta mal? –Elijah preguntó cauteloso.


—Sucede todo, Elijah –respondió sin dejar de caminar–. Todo.


—Nosotros no sabemos que es todo –Klaus dijo aburrido por la situación–. ¿Vas a decirnos que te sucede si o no? Porque mi piso está a punto de colapsar bajo tus pies.


Hayley se detuvo pasando las manos por su cara con desesperación, mirándolo detenidamente por entre sus dedos, como si de alguna forma fuera más que obvio todo lo que estaba pasando.


— ¿Acaso no lo entiendes? –chistó dejándose caer en uno de los sofás que estaban ceca de ella.


—No, ¿me ves cara de que lo entiendo? –rodó los ojos–. Ninguno de nosotros entiende que es lo que te pasa, si lo hiciéramos, claramente no te estaríamos preguntando, amor.


—Klaus tiene razón. Estoy empezando a preocuparme por ti, Hayley –interrumpió Elijah–. Has estado los últimos dos días en ese estado. ¿Qué es lo que pasa?


¿Qué era lo que pasaba? Hayley se hizo la pregunta internamente. Pasaban muchas cosas, demasiadas. Desde la maldita profecía que estaba detrás de su familia y los Strix queriendo matarlos era algo que podía manejar, sin embargo, aquella otra cosa no podía ser nada más que su sentencia de muerte. Por qué así veía eso que no dejaba de darle vueltas en la cabeza desde hacía dos días: su propio infierno.


Tomó una bocanada de aire, dejándolo salir con pesadez por su nariz.


GHOST ➳ The Originals.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora