Miss obese

Elizabeth

Narración de Ed

Habían pasado dos semanas de que declararan muerta a Elizabeth, tan sólo dos malditas semanas y todos lo habían olvidado por completo, la habían olvidado y los odiaba a todos por eso.

Entré a mi habitación, su y fastidiado como casi todos los días, dejé caer la mochila al suelo, caminé directo al escritorio y tomé una libreta, esa misma donde solía dibujar para no pensar en cosas que me dolían cuando era más pequeño, aún la usaba pero ya con tanta frecuencia. Me senté en el borde de la cama y abrí la libreta; me quedé en completo silencio cuando vi dos hojas dobladas en varias partes, un poco arrugadas, una de ellas tenía mi nombre y la otra el nombre de Ashly.

No tardé mucho en tomar mi carta, al reverso venía una especie de nota.

"Te lo he dejado a ti, porque sabía que la encontrarías luego, porque siempre fuiste demasiado predecible, Ed, sin embargo Ashly, ella siempre ha sido un misterio."

Desdoble la hoja con cuidado y comencé a leer.

Querido Ed.

Dejé esto en tu libreta precisamente para que la encontrarás mucho después de que me haya ido, porque Ashly dijo que sólo la usas un par de ocasiones, ojala lo hubiera descubierto yo misma, ojala hubiera podido descubrir todo sobre ti.

He escrito esta carta miles de veces y ninguna me había llenado lo suficiente, pues nunca encontraba las palabras adecuadas para decirte y seguramente nunca podré hallarlas.

Al principio, comencé a escribirte porque creía que eras la única persona que se merecía una explicación, que eras el único que debía saber que fue lo que pasó conmigo, ahora entiendo que tú no te merecías nada, absolutamente nada de mí. Yo te adoraba, ¿lo sabías? Estoy segura que sí, y aun así decidiste que yo no era suficiente, que todo lo que te ofrecía era demasiado poco comparado con lo que podían ofrecerte todas las otras chicas, ¿no?
Ed, tú podías hacerme y deshacerme, no tienes una idea de cuántas ganas tenía de que pudieras estar conmigo, que estúpida fui. Creí que podría hacer que sintieras amor por mí, y lamentablemente, lo único que conseguí fue una completa indiferencia de tu parte.

Por eso te escribo ahora, pero ya no para decirte que estoy enamorada de ti o que eres todo lo que yo deseaba. Ésta vez, a diferencia de todas las demás cartas dirigidas a ti, te escribo para decirte que me tenías, que me tenías para el resto de mí vida pero, gracias a todo el dolor que me provocaste, ya no estoy más para ti. Te escribo para decirte que finalmente renuncie a ti, Ed.

Muchas veces me pregunté si cuando muriera iría al infierno, después de un tiempo me di cuenta de que ya estaba en el. Y por eso me fui, me fui porque no deseaba seguir luchando contra personas que no merecían la pena luchar, me fui porque al fin me pude dar cuenta de que no soy yo quien debe cambiar, sino todos ustedes. Me fui por mi familia, por mis compañeros, por ti, pero en especial me fui por mí, porque no quiero esto.

Gracias por haber roto mi corazón, me ayudaste a tomar fuerzas para marcharme lejos de todo y comenzar de nuevo. Te juro que no te guardo rencor, aunque parezca que lo hago, prefiero quedarme con ese concepto de ti, en el que ni siquiera sabía tu nombre. Me encanto, realmente me encanto que la vida te pusiera frente a mí, es sólo que ya no tengo suficiente espacio para ti en mi vida.

No te pido que te arrepientas de como me hiciste sentir, eso ya no importa ahora, tampoco te pido que no me odies por hacerte daño al irme así sin más, tan egoístamente. Lo único que te pido es que cuides de la única persona que me dio todo su amor sin que se lo haya pedido, por favor, cuida de Ashly.

Elizabeth.