Capitulo 18

9.7K 956 212
                                    

No puse ninguna resistencia cuando en silencio volvimos al camino, alejándonos de la vista de las ruinas de Maral y de la opresiva sensación de malestar que salía de la atmosfera de aquel lugar. Vassago había iniciado la marcha, tras intercambiar una mirada con Belial que parecía tener algún significado —y que no pretendían compartir conmigo, por supuesto—, y dejar en el aire un "hablaremos después", algo que estaba segura no se olvidarían de interrogarme en ese momento que ellos consideraban como después.

—¿Qué es ese lugar? —pregunté, acercándome un poco a Belial y caminé a su espalda.

—Unas ruinas.

Puse los ojos en blanco y aceleré el paso hasta detenerme al lado de Belial. Parecía absorto en sus pensamientos pero noté como me miraba de reojo cuando comencé a caminar a su ritmo. Era curioso, pero todos habían comenzado a andar con un ritmo excesivamente rápido. Había un detalle en la manera en la que nos estábamos moviendo que no dejaba de hacer que sintiera excesiva curiosidad.

—No, en serio, ¿qué es?

—¿Por qué no se lo preguntas a la voz de tu cabeza?

Volví a poner los ojos en blanco aunque no pude evitar una sonrisilla.

—Porque ahora mismo está muy callada —No era como si no hubiera intentado comunicarme con él, pero al parecer, o bien no era capaz de escucharme a mí cuando era quien trataba de hablarle, o bien Asggarion me ignoraba.

—Ya —Belial no parecía convertirse en la mejor compañía de charla—, ¿Entonces por qué mejor no buscas a Vassago para preguntárselo?

Ésta vez lo fulminé con la mirada y me aseguré de que Vassago estaba lo suficientemente alejado de nosotros como para considerar una distancia razonable para no poder escuchar nuestra conversación.

—Porque me da vergüenza ir a hablar con él.

Aquello pareció hacerle gracia a Belial y me miró descaradamente.

—¿Vergüenza? ¿En serio? Pensaba que esa etapa se superaba después de veros desnudos. No resulta muy convincente a estas alturas.

Me detuve de golpe, más molesta por la forma y el tono que lo había dicho que por el significado de las palabras y lo seguí con la mirada, comprobando con fastidio como Belial seguía caminando sin esperarme. Siempre había pensado que era irritante pero en aquel momento no pude evitar sentir una asfixiante oleada de melancolía y me llevé una mano al pecho.

—¿Sabes? —dije rencorosamente, mirando su espalda—. Suena como si estuvieras celoso.

No me dio tiempo ni de dar un nuevo paso para seguir caminando. Antes de que tan siquiera me diera tiempo de parpadear, noté como unos dedos se enredaban con fuerza en mi cabello, apretándose en mi nuca para inmovilizarme mientras el rostro de Belial quedaba a escasos centímetros de mi rostro.

—No sé... —siseó Belial, despacio, acariciándome con su peligrosa mirada eléctrica—, que parte de mí puede hacerte pensar que pueda estar celoso.

No respondí; ni siquiera estaba segura de poder hacerlo en ese momento. La presión de sus dedos me hacía un ligero malestar en la nuca, pero muy lejos de ser doloroso, me hacía excesivamente consciente del roce de su piel y la calidez de su aliento en mi cara.

—Pensaba que a estas alturas, Belial —la esencia de Vassago me rodeó, mareándome mucho antes de escuchar su voz, helada, peligrosa muy cerca de mí, obligándome a volver a respirar y comprobar de reojo como dejaba caer una mano sobre el brazo que Belial tenía sobre mí. El ambiente, de pronto muy caliente se enfrió rápidamente y noté como me estremecía de frío—, me conocías lo suficiente como para saber que no me gusta repetirme.

Desire (Silence 2)Where stories live. Discover now