Confía En el Amor

Capitulo 76. Me voy

Por un momento Ricardo pensó que ya había acabado todo, que al fin Miranda volvería a confiar en el, que al fin volverían a estar juntos, pero la desesperación y miedo de Miranda lo hizo entender que las cosas no serían así tan fácil, el provoco todo aquello, por lo tanto el mismo debe curar sus miedo, hacerla creer nuevamente

Ricardo: Miranda! Tranquila, no quiero hacerte daño -intentó acariciar su mejilla, pero ella no se lo permitió-

Miranda: no me toques! Por favor Ricardo, no me hagas daño, llévame al hotel por favor, por favor -dijo desesperada-

Ricardo: está bien, no te voy a forzar porque se que fui yo el que provoco todo esto, pero te juro, te prometo que te haré volver a confiar en mi

Miranda: así no! -grita- no pretendas que yo pueda volver a confiar en ti de esta manera! Llévame al hotel, hoy mismo me largo de aquí, no pienso estar ni un segundo cerca de ti

Ricardo: que estas diciendo?

Miranda: que regreso a Miami, arréglatelas tu sólo como puedas

Miranda empezó a caminar y Ricardo fue tras ella. Luego de un rato de peleas Miranda acepto regresar con el ya que no sabía ni siquiera donde estaba

Ricardo: miranda!! No puedes irte y así, tenemos un compromiso -decía mientras caminaba tras ella por los pasillos-

Miranda: un compromiso que podrías resolver tu sólo muy bien, ya te dije, no quiero quedarme aquí!

Ricardo: Miranda por favor, te prometo que ya no volveré a insistir, pero no te vayas

Smith: por fin los encuentro -grita al verlos- creí que iríamos a cenar juntos, donde se habían metido?

Miranda: lo siento señor Smith, se me presento un inconveniente y debo regresar a miami, Ricardo se encargará de todo de la mejor manera

Smith: de ninguna manera, yo contrate sus servicios, de los dos y los dos quiero que trabajen en todo momento, lo siento Miranda, pero si te vas dejemos todo hasta aquí, yo muy bien puedo buscar otra constructora

Ricardo de cierta forma se alegró poquito, en ocasiones odiaba a smith, pero en otras le encantaría besarle los pies

Miranda: pero es que...

Ricardo: no se preocupe señor Smith, Miranda no se irá y trabajaremos como quiere, es sólo que debe entenderla poquito, es la primera vez que se separa tanto tiempo de nuestra hija. Miranda, ya te dije que renata se encuentra bien -dijo más calmado-

Smith: como?! Ustedes tienen una hija?! Ustedes son..

Miranda: si señor, tenemos una hija y no, no sonó nada más que los padres de renata, estamos separados. ahora que ya no puedo regresar, con permiso, voy a mi cuarto -dijo y se fue-

Smith: vaya, no lo sabía

Ricardo: así es, Miranda y yo estamos casados, pero a pesar de eso, la perdí por estúpido

Smith: vaya que si lo fuiste -dijo en un tono de burla mientras daba dos parmaditas en su hombro y se retiraba dejando a Ricardo frustrado y enojado-

Hugo: que me esta diciendo?! -dijo poniéndose de pie aterrado mientras sostenía el teléfono-

#####: así es señor, lo siento mucho, pero no pudimos hacer nada

Hugo: pero como es posible que no hayan podido hacer nada?! que clase de prisión es esa!

######: lo siento mucho señor

Hugo: son unos ineptos, buenos para nada -dijo y colgó el teléfono con frustración- eres una estúpida sofia, una cobarde -pone sus mano en su cabeza y hala su cabello con desesperación- me decepcionaste...

Llego un nuevo día, Hugo había amanecido bebiendo mientras Miranda y Ricardo apenas despertaban, iban a bajar a desayunar para luego ir con el señor Smith a ver los terrenos. Para Santiago hoy sería un día de lucha, al igual que Ricardo con Miranda, el también estaba decidido a reconquistar a Marta, ella a penas le deja ver a su hijo y lo tiene muy mal, retraído, apenas come ya no puede continuar así...

Santiago: Marta... Por favor, tenemos que hablar

Marta: ya te e dicho de mil manera que no tengo nada que hablar contigo, ya todo está dicho entre nosotros

Santiago: por favor, sólo te pido que me acompañes a un lugar, sólo eso y si ya decides no perdonarme, te prometo que te dejare en paz

Marta: está bien, te voy acompañar sólo para que al fin me dejes en paz, ya estoy harta de que me persigas.

Santiago: bien, pues vamos -la toma con prisa de la mano

Marta: espera! Tengo que buscar quien se quede con santi, su nana no vendrá hoy y no tengo con quien dejarlo

Santiago: anda vamos, se puede quedar con mi mama, así sirve y lo conoce, ella tiene muchas ganas y tu no se lo haz permitido

Marta: lo siento Santiago, pero tienes que entender que ya no quiero que nada me ate a ti, se que tenemos un hijo pero ya, no quiero que el este en un va y viene

Santiago: te entiendo, pero eso ya no va a ser necesario, tu y yo volveremos a estar juntos -Toma una de sus mano y la besa-

Marta: tan seguro estas? Sólo espero que no te decepciones

Santiago y Marta tomaron al pequeño Santiago para llevarlo con Valentina, ella se alegró tanto, era la primera vez que lo ve desde que supo de su existencia, Marta le aterraba alejarse de el, lo hacía todo el tiempo, pero esta vez lo había dejado con su abuela, tenía el miedo de que luego no quisieran devolvérselo, pero decidió confiar, sabía que la señora Valentina no era una mala persona. Santiago condujo por varias horas, Marta tenía tantas ansias de llegar, estaba desesperada ya que Santiago la había obligado a cubrirse los ojos, era su último intento, debía quedarle todo perfecto

Santiago: ya, llegamos -dijo parando a Marta en un lugar para continuar quitando la venda de sus ojos-

Marta: al fin, ya me tenías desesperada Santiago, no se para que haces todo eto si ya conoces mi resp... -se detiene impresionada- santiago... Que es esto?...