Capitulo 93. La oficina... Otra vez?

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Los padres de Liliana estaban dolidos y sabían perfectamente que toda esa situación era culpa de ellos, le dieron la espalda a su única hija, nunca la buscaron y peor aún, se hicieron a la idea que estaba muerta sólo para no cargar con tanto peso de culpa...

Liliana: buenos.. Días -dijo nerviosa-

Lilian: regresaste mi niña regresaste -dijo llorando-

Narciso: gatita.. Tu-tu me vas hacer abuelo -dijo emocionado viendo su vientre-

Liliana: no veo por que, según me entere su hija está muerta -dijo llena de resentimiento y daniel se acercó susurrándole que se mantuviera tranquila-

Lilian: perdónanos mi niña perdónanos -el dolor de aquella madre era tal que se acercó a Liliana y se arrodilló ante ella- perdóname por no hacer nada, perdóname por dejarte ir, por no buscarte, no sabes lo mucho que te he extrañado mi niña

Liliana ya no podía oculta que todo aquello le dolía, la conmovía ver como su madre rogaba por su perdón, no podía ni imaginarse guardandoles rencor, tanto a ella como a su padre

Liliana: mami -sólo dijo antes de que su madre se pusiera de pie nuevamente y la abraza, ella no se rehusó y su padre hizo lo mismo, la abrazo con tanto cuidado para no hacerle daño, pero al igual con tanto amor-

Liliana: por que lo hicieron? -dijo entre lágrimas-

Daniel se acercó a la nana de Liliana y le susurro algo al oído para luego salir de ahí y dejarlos hablar sólo, no sin antes decirle a Liliana que cualquier cosa lo llame

Narciso: porque no queríamos aceptar nuestro error -dijo con toda sinceridad-

Lilian: pero no hubo ni un sólo día en que no te extrañáramos

Narciso: veíamos todas tus entrevista y todos tu logros como diseñadora de la constructora Samaniego y ahí comprendimos lo equivocado que estábamos contigo, en especial yo, perdóname gatita

Liliana: vine con toda la intención de que sólo supieran de mi bebé... Pero no puedo, no saben las veces que llore por su ausencia, no saben las veces que desee tenerlos a mi lado, me gradúe y ninguno de ustedes estuvo ahí, si no fuera por ese hombre que acaba de salir y otras personas que si creyeron en mi hoy seguiría sola -dijo entre lágrimas-

Lilian: entendemos si no nos quieres perdonar y te volverás a ir -dijo triste- ya no podemos hacer nada para obligarte a quedarte

Liliana: y creen que después de haber tomado las fuerzas para venir y permanecer aún después de enterarme que para ustedes estoy muerta me voy a ir? Creen que los he extrañado tanto como para verlos unos cuantos minutos y volverme a ir? Que poco me conocen

Dijo esto y sus padres la abrazaron nuevamente

Narcisi: gracia gracia chiquita, por favor ya no nos niegue estar a tu lado, aunque no lo merecemos por favor no nos alejes de ti ni de nuestro nieto

Liliana: por el estoy aquí, sería muy injusto de mi parte no hacer nada para que el conozca a sus abuelos

Lilian: es niño?

Liliana: si, es niño -dijo y por primera vez después de tantos años la vieron sonreír-

Narciso: y como se va a llamar? -dijo mientras invitaba a su esposa e hija a sentarse-

Liliana: daniel y yo aún no hemos decidido por un nombre

Lilian: eres feliz mi niña?

Liliana: si mama, no sabes cuanto, hoy más que nunca, tengo a daniel, ese hombre maravillos que se acaba de ir, a este pequeño y también se que los tengo a ustedes

Narciso: jamás nos volveremos a separar de ti mi gatita

Luego de aquel día cargado de emociones Liliana y daniel regresaron a su casa, sólo que está vez, feliz, no ansioso, Liliana no tenía ninguna intención de guardarle rencor a sus padres, daniel paso todo el camino de regreso a casa en silencio, cosa que Liliana se encontró bastante raro, en cuanto llegaron no aguanto más y decidió preguntarle que le pasaba

Liliana: Dani, mi amor -dijo con ternura mientras empezaba acariciar su cabello- que te pasa?

Daniel: e estado pensando todo el día esto Lili -dijo como si estuviera esperando aquella pregunta- ya no quiero que seamos novios

Liliana: que... -dijo en un susurro y sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas- ya no me quieres? ya te cansaste de todos mis maltratos... Te-te pedí perdón -dijo entre sollozos- no..no puedes hacerme esto justo ahora... Y nuestro bebé? Que va a pasar con el -dijo llorando-

Daniel: ya no llores mi loquita hermosa, en efecto ya no quiero ser tu novio -dijo y Liliana lloro aún más fuerte- no quiero ser tu novio porque ahora quiero convertirme en tu esposo... Ahora no tengo un anillo porque no tuve tiempo de comprarlo hoy y las ansias no me permitieron esperar hasta mañana, pero de lo que si estoy seguro es que quiero pasar todos los días de mi vida a tu lado y eso de presentarme como novio suena raro

Liliana: estúpido! -le pega en el brazo y luego hala su cabello- no me vuelvas asustar así... Pero... Te amo! Te amo! Te amo! -dijo mientras lo llenaba de besos- y si! SI! Si quiero ser tu esposa también...

Llego un nuevo día y con ellos el regreso de Miranda y Ricardo, si le costó irse, pero prometieron que definitivamente deberían volver más a menudo

Todos estaban tan felices con su regreso, Miranda y renata se mudaron a casa con Ricardo nuevamente, ya no había más que amor en las paredes de esa casa, Isabel sin embargo decidió quedarse en casa de Valentina, ya sólo quedaban ella, Alfonso y Valentina , la casa cada vez empezaba a sentirse más sola , la despedida fue bastante triste para ella y para Miranda, siempre habían estado juntas contra el mundo, pero ya era momento de que Isabel volará con sus propias alas.

Pasaron varias semanas, semanas en las que Ricardo y Miranda no dejaban de "recuperar el tiempo perdido" en cada rincón de la casa, al parecer el tiempo los había vuelto a ambos menos pulcros...

Ricardo: donde está renata? -preguntó mientras entraba a la oficina de Miranda y ponía sigilosamente el seguro a la puerta-

Miranda: está con Liliana -dijo y luego muerde su labio inferior mientras levanta una ceja, sabía perfectamente que quería Ricardo- creo que tardarán mucho, así que si quiere ve a buscarla

Ricardo: oh no -se acercó rápidamente a Miranda como si se tratara de su presa, sin más la halo de la silla se sentó el y luego la sentó en sus rodillas besándola con ferocidad- me estas volviendo loco! -dijo entre besos-

Miranda: ri-Ricardo -dijo excitada- para, puede venir alguien

Ricardo: no me pidas eso, no sabes todas las ganas que e tenido de volver hacerte el amor sobre este escritorio-

Miranda: como la otra vez señor samaniego? -dijo en un tono suave y seductor-

Ricardo: no, mejor

Ricardo tomo a Miranda de las piernas y la hizo sentar sobre el escritorio, está llevaba una falda entubada que casi rompe al quitársela, quitó sus bragas con desesperación, empezó a besar sus labios, su cuello y luego más abajo llegado a sus senos que beso aún sobre el sujetador mientras soltaba su pantalón

Ricardo: debes dejar de hacerme esto Miranda -dijo con voz ronca- debes dejar de provocarme tanto

Miranda no podía pronunciar palabra gracias a tanto placer que Ricardo le proporcionaba apenas con besos. Sin más la arrastro un poco hasta el borde del escritorio y se hundió en ella con fuerza, tuvo que taparle la boca para evitar que toda la oficina se enterara de lo que estaban haciendo

Ambos se entregaron a la pasión con ansias y desesperación hasta que ambos llegaron a un clímax abrumador que los dejo sin respiración

Miranda: estas loco -dijo respirando con dificultad-

Ricardo: por tu culpa, eres demasiado deseable -dijo esto y vuelve a besarla-

Confía En el AmorWhere stories live. Discover now