Capitulo 80. Cediendo a los encanto

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Daniel estaba en estado de shok desde que Miranda le soltó aquella noticia, sin darle tiempo a reaccionar Miranda confiada plenamente en Ricardo, salió como alma que lleva el diablo dejando a su hija con Ricardo

Ricardo: daniel! Daniel! -grita al verlo en shock-

Daniel: papá, voy a ser papá -dijo aún en trance-

Ricardo: si hermano!! Vas a ser papa! Voy a ser tío -dice emocionado- escuchaste hermosa -dijo feliz viendo a su hija- vas a tener un primito

Daniel: Lili! Liliana -dijo regresando de su trance-

Ricardo: si, Liliana está embarazada,

Daniel: voy a ser papá Ricardo... Yo no estoy preparado para tener un hijo

Ricardo: nadie nace preparado y creo que como se fue Liliana vas a tener serios problemas con ella, sino es que ya la perdiste

Daniel: pero es que! Tengo que buscarla!

Ricardo: prepárate, porque si Miranda te trato así, no me quiero ni imaginar como estará liliana

Daniel: va a matarme

Ricardo: pero te lo mereces por tarado

Daniel: que iba a saber yo que estaría detrás de la puerta escuchándome y más que está embarazada

Ricardo: mejor apúrate a buscarla, a lo mejor hasta ya se fue y te dejo...

Miranda había ido tras Liliana, pero no encontraba por ningún lado, preguntó por toda la oficina y nadie sabía de ella, hasta que alguien le dijo que la había visto en una terraza que había en una parte la empresa

Liliana: lo siento bebé -dijo llorando mientras acariciaba su vientre- lo siento por haberte dado un papa como daniel, que no te quiere, lo siento mi amor, pero sabes, yo si te quiero y te voy a querer para siempre, para toda la vida, desde ahora en adelante tu y yo vamos a estar solos, armándonos sin condiciones

Miranda: no están solos, Lili

Liliana: pelusa -dijo llorando y Miranda la abrazo- escuchaste, no lo va a querer, no lo va a querer -dijo llorando-

Miranda: ya Lili, escucha, daniel está confundido, pero el si lo quiere

Liliana: no! No lo quiere, y yo no le voy a rogar - se para rápidamente y sale corriendo-

Miranda: Lili, por favor detente!

Liliana: Miranda por favor, necesito estar sola, lo siento amiga -dijo y se fue-

Miranda fue a su oficina otra vez, seguía tan enojada de tener que ver a su amiga sufrir por culpa de daniel, si lo tuviera en frente en este momento lo mataría. cuando entro a su oficina quedo perpleja al ver a Ricardo sentado en su silla con Renata dormida en sus brazos

Ricardo: te estábamos esperando

Miranda: tu ahora que quieres, no estoy de humor -se acerca y toma a su hija en brazos y la pone en su cuna-

Ricardo: te recuerdo que estamos trabajando en un mega proyecto... Juntos y bien, estoy aquí para empezarlo

Miranda: mira -inhala con enojo- está bien Ricardo, agradece que este proyectó está de por medio, por que si no...

Ricardo: si no que -se acerca- que vas hacerme -le susurra al oído-

Miranda empezaba a ponerse nerviosa, la cercanía de Ricardo era algo que la hacía perder el control completamente, sentía como sus piernas empezarían a fallarles en cualquier momento, pero un llanto la hizo salir de su trance y a Ricardo apartarse de ella

Miranda: Renata! -dijo apurada para sacar nuevamente a Renata de su cuna- ya mi niña - la toma en brazos y empieza a mecerla para calmarla- Ricardo, podrías salir, tengo que darle de comer a mi hija

Ricardo: nuestra hija, y no, no me voy, quiero estar aquí mientras lo haces

Miranda: Ricardo por favor, tengo que amamantar a mi hija y no quiero que estés aquí

Ricardo: ah! Es eso! que? Te da pena hacerlo frente a mi? Te recuerdo que yo conozco cada partícula de tu cuerpo, recuerdo tus piernas -se acerca poniéndola nuevamente nerviosa- tus caderas de muerte que me enloquecen y esos senos, esos senos que umm -cierra los ojos y pasa la lengua por su labio inferior-

Miranda: Ricardo! Ya basta! Que no ves como está llorando? -dijo enojada adueñando se de todo el control de su cuerpo- salte, en cuanto termine te llame

Ricardo salió de esa oficina con una gran sonrisa de satisfacción, había logrado lo que quería, descubrir que Miranda se sigue estremeciendo con tan sólo palabras de el

Miranda: estúpido -dijo para si misma cuando Ricardo salió- eso eres, un estúpido -amamantar a su hija era una de las sensaciones más maravillosa que había experimentado Miranda desde hace ya 4 meses, le encantaba hacerlo y aunque siempre tenía la opción de las fórmulas, le encantaba continuar amamantandola- tu papa está un poco loco, verdad mi amor?! -dice sonriendo como tonta-

Daniel había dado vuelta como locos por todas partes buscando a Liliana, se sentía tan estúpido, frustrado por la forma en la que Liliana se enteró de las cosas, no quería que se pusiera así y mucho menos tampoco se hacía a la idea de que sería papá. a lo mejor no era tan malo esto de ser padre y más al lado de la mujer que ama, podía acostumbrarse a todo esto, pero no a perder a Liliana, debía hacer algo para no perderla. Cansado de buscar regreso a su casa, ya era un poco tarde, tenía la esperanza de encontrarla en la casa y así fue, encontró la puerta de su departamento abierta, fue rápidamente a su habitación y ahí la vio. Liliana estaba en la puerta del closet y había una maleta sobre la cama, ella estaba recogiendo su ropa, no pensaba permanecer un segundo más al lado de daniel

Daniel: Lili... Mi amor

escuchar esas palabra para Liliana fue como si alguien en ese momento le hubiese lanzado una bofetada, definitivamente tenía ganas de matar a daniel en esos momentos

Liliana: yo no soy tu amor!! -grito enojada- ya no lo soy!!

Daniel: Lili, tenemos que hablar sobre lo que escuchaste

Liliana: escuche muy bien, tu no quieres hijos y yo ya no tengo nada que hacer aquí

Daniel: por favor Lili, no sabía que esto podía pasar, una cosa es decirlo pensando que por el momento no habrá bebé y otra muy diferente es confirmarlo sabiendo ahora si que hay un bebé

Liliana: cállate no quieras cambiar las cosa ahora, tu no quieres a nuestro bebé y por lo tanto a mi tampoco! -dijo enojada mientras sostenía un par de zapatos-

Daniel: te amo Liliana!

Liliana: cállate! -Le avienta un zapato pero daniel puede evitar que lo golpee- cállate! Ya no sigas mintiendo, me largo de... -se detiene al sentir un fuerte dolor en su vientre-

Daniel: Lili? Que te pasa? -dijo preocupado a verla con una mano en su vientre haciendo mueca de dolor-

Liliana: mi bebé daniel ahh! Me duele -dijo llorando- me duele mucho daniel!! Ayúdame por favor -cae de rodilla al suelo- no quiero que le pase nada a mi hijo...

Confía En el AmorWhere stories live. Discover now