Confía En el Amor

Capitulo 84. Mi amor

Miranda no podía creer lo que Ricardo había hecho,  Isabel escucho esa palabras y sus ojos se llenaron de lágrimas, volvería a ver? No lo sabía, pero al menos había la esperanza que así pasaría

Isabel: que.. Que estas diciendo? -dijo llorando con la voz entrecortada-

Ricardo: lo que escuchaste isa -la toma de ambas manos- ya no vas a vivir más en la oscuridad -besa su frente-

Miranda aún sin creerlo se acercó a Ricardo y le dio un fuerte abrazo mientras lloraba

Miranda: gracias gracias gracias -dijo llorando aún en su pecho-

Ricardo: no tienes nada que agradecer Miranda, Isabel lo merece. Ahora ya no lloren más -limpia las lágrimas de Miranda y luego las de Isabel- ya no lloren más y dejemos trabajar al doctor

El doctor prosiguió a revisar a Isabel y en efecto, Isabel era candidata para una cirugía que prometió que funcionaria con éxito, la programo para dentro de una semana. Miranda estaba tan feliz al igual que Isabel, desde hace diez años que perdió la vista y había soñado con este momento tantas veces.

Ricardo pidió a Miranda que lo acompañara a un lugar, ella sin ni  siquiera dudarlo le dijo que si, estaba tan feliz con todo lo que Ricardo había hecho que sería muy tonto de su parte decirle que no, además de que se moría por ir con el

Ricardo: ya llegamos -dijo cuando Pararon en la casa de Valentina- Miranda, podría preparar un cambio de ropa para ti y renata?

Miranda: a donde me llevas? -dijo ansiosa-

Ricardo: a donde las llevo querrás decir. Quiero que renata venga con nosotros

Isabel: bueno, yo ya no hago mal tercio, no te preocupes Miranda yo le aviso que preparen a Renata. adiós- dijo bajando con cuidado del auto de Ricardo- ah! Ricardo, muchas gracias por todo esto, eres el mejor cuñado del mundo

Miranda: en serio no vas a decirme donde vamos? -dijo sonriendo-

Ricardo: en serio... Bueno, confórmate con saber que es un lugar que te va a encantar

Ricardo y mirada estaban pasando unos minutos tan agradable, ninguno hablo sólo se dedicaron a mirarse mientras Ricardo acariciaba la mejilla de Miranda y está sólo se dejaba llevar cerrando sus ojos sintiendo aquella sensación que extrañaba tanto. Una de las empleadas de servicio salió con renata en brazo, ella al instante de ver a sus padres empezó a mover sus manitas con mucho ánimo mientras reía, la acomodaron en el asiento de atrás y se fueron.

Luego de una hora y media de camino llegaron a un lugar que dejo a Miranda con la boca abierta. Era una cabaña a las afueras de la ciudad, tenía una fachada completamente en cristal y un montón de árboles la rodeaba, era realmente hermosa

Miranda: que es esto Ricardo?  -dijo sorprendida mientras sostenía a renata en sus brazos-

Ricardo: quiero que disfrutes este lugar con libertad, sin sentirte atada a nada ni a nadie -le da un beso en la mejilla y uno en la frente a Renata- tu  vas a disfrutar también? Verdad que si niña hermosa -la toma en sus brazos y camina hasta la entrada de la casa-

Si el exterior dejo a Miranda con la boca abierta, el interior era aún más sorprendente tenía una chimenea hermosa y más ventanales en la parte de atrás que daban la vista a un hermoso jardín acompañado de una piscina natural

Miranda: esto es hermoso Ricardo -dice sorprendida-

Ricardo: no más que tu mi amor, no más que ustedes

Miranda: lo volviste a decir -dice emocionada-

Ricardo: si mi amor, porque eso eres y porque quiero que lo seas para toda la vida. Te amo, mi amor