Capitulo 18

4.6K 515 45
                                    


Esperé a verlo llegar con Fidel y Lucy para retirarme de allí. No volvería a casa, si él me necesitaba nuevamente quería estar cerca, por lo que tomé el vehículo y fui a un bar cercano a tomar una cerveza; a diferencia de Rocco yo ya tenía 18 años y podía beber con libertad.

–Mira lo que ha traído el viento –dice burlonamente Tiziano sentándose a mi lado sin siquiera ser invitado. Entorné los ojos y miré en otra dirección. –¿Cómo has estado?

–Bien, tú sabes...

–He visto a los muchachos últimamente pero por una razón estás evitándome.

–No hace falta que te recuerde cuál es la razón y preferiría que dejes de frecuentar a mis amigos, te recuerdo que ya te quedaste con los anteriores –digo de mala gana mirándolo de reojo, él tiene una sonrisa socarrona en su rostro.

–Yo no me quedé con ellos, deja de tratar a las personas como si fueran cosas –clavo mis ojos en los de él, no había manera que supiera de la charla que Rocco y yo habíamos tenido.

Rocco había estado juntándose con él luego de nuestra charla, nada que destacar, no eran amigos, pero se habían visto un par de veces en las salidas en las que yo no había asistido; por lo menos eso fue lo que Nano me había contado. Pero no era amigos, a Rocco le costaba mucho socializar y Tiziano no era la excepción.

–Rocco y yo hablamos mucho, tú sabes.

–Vete a la mierda.

–Oh... eres tan predecible –burla largando una carcajada. Aprieto mis manos en el vaso para no irme contra él y darle una golpiza. –¿Por qué no quieres que él se acerque a mí? Quiero decir, nos llevamos bien, pero si tú estás él simplemente se aleja. Cuando le pregunte por qué era así dijo que a ti no te gustaba nuestra cercanía.

–Tiene razón, no me gusta. Tú no eres una persona confiable.

–Oh vamos Tomás, he cambiado bastante ¿Sabes? –le da un trago a su cerveza y sonríe. –De todas maneras, que tú no quieras ser mi amigo no significa que Rocco no pueda ¿No? ¿O dejarás de hablarle porque nosotros tenemos cosas en común y nos llevamos bien?

–¿Crees que soy tan pendejo?

–No me obligues a responderte. Sabes perfectamente que tomarías esa actitud... porque Rocco no es Ignacio o Nano –lo miro invitándolo a continuar, no entendía dónde quería llegar con todo eso. –Lo tratas como tratarías a una mujer.

–Yo no hago eso.

–Sí lo haces... pero no en el mal sentido, no como si él fuera una mujer –se explica tomando unos manís para metérselos en su boca –sino como tratarías a una mujer. Como si quisieras conquistarlo, como si lo quisieras para ti.

Corrí mi mirada de él y respiré varias veces tratando de que el color no suba por mis mejillas. Supuse que había fallado cuando las carcajadas de Tiziano llegaron a mis oídos.

–No puedo creerlo.

–Ve a molestar a otra persona Tiziano, no quiero hablar contigo.

–Mira –me obliga a observarlo. Ahora parece que está serio, que realmente quiere hablar con seriedad pero no puedo confiar en él una vez más. –Seguramente estás pasando por un momento difícil, quiero que sepas que puedes contar conmigo para lo que quieras, para charlar o simplemente un oído amigo que te escuche. O si quieres llorar cuando él te rechace yo estaré para...

–¿Por qué él habría de rechazarme? –consulto. Él me mira un poco sorprendido. –¿Por qué él no podría eventualemente aceptarme?

–Bueno, Rocco no es como tú y si lo fuera no serías de su gusto. No sé si está bien que te lo diga pero no le agradas demasiado.

Lo miré durante unos largos segundos sin poder pestañar o siquiera respirar. Un sonido sordo del fondo del bar me hizo volver a la realidad y tragué saliva antes de hablar.

–Sinceramente no sé que estás tratando de hacer Tiziano, pero no joderás conmigo, no otra vez –aseguro y tomó mi cerveza de un trago para poder salir de allí.

No le doy tiempo de hablar, me largo de allí furioso porque él siempre conseguía hacerme enojar; ni siquiera recuerdo porqué era que nos llevábamos bien. Me adentro en el callejón donde tenía estacionada la camioneta y oigo unos pasos tras de mí, claro que él no se daría por vencido tan fácilmente.

–Tomás no quiero molestarte, te lo estoy diciendo por tu bien –dice llegando frente a mí. Me detengo y lo fulmino con la mirada, él se estaba buscando un par de golpes y yo no dudaría en dárselos. –Por la amistad que tuvimos.

–Tuvimos.

–Mira. Desde el primer momento me di cuenta cómo eran las cosas con Rocco, te conozco mejor que a cualquier persona en el mundo Tomás, no era tan difícil de descubrirlo y no te esfuerzas demasiado en ocultarlo tampoco.

–¿Por qué habría de hacerlo? No es algo que esté mal.

–No. No por lo menos para ti –dice con seriedad acercándose un poco más y bajando la voz –Pero puedes dejar de ser egoísta por un minuto y pensar en él. Debe ser difícil que tu mejor amigo esté enamorado de ti ¿No? Eso sin contar que seguramente ya hiciste un par de movimientos.

–Tú no sabes nada –amenazo apretando los dientes, realmente nunca había sentido ganas de golpear a alguien con tanta fuerza.

–Claro que sé –asegura con soberbia –sé que Rocco a pesar de mostrarse muy frío es una buena persona; sé que es distraído, que muchas veces no se da cuenta de cómo son las cosas. Sé que a pesar de todo quiere continuar sus estudios pero por su condición económica no puede; sé que su madre no vive con ellos, que su hermana mayor no les presta atención y que su padre es un alcohólico. Sé que se ha metido en problemas con su padre por haberlo visto contigo, porque ese sujeto no aceptaría que su hijo fuera un puto marica como tú.

No resistí más. Lo estrellé contra la pared dejando caer un golpe en el costado de su cara.

–Evidentemente sabes muchas cosas Tiziano, pero nunca vas a saber cómo se siente que él te abrace, nunca vas a tener el placer de sentir el calor de sus mejillas en tus labios, nunca va a decir tu nombre con la dulzura que dice el mío, nunca va a pedirte que no lo dejes; pero por sobre toda las cosas, nunca vas a tener el placer de besarlo como yo lo hice, recibiendo una respuesta y hasta exigiendo más, porque como dijiste tú no eres un puto maricón como yo.


1. Permanece a mi ladoWhere stories live. Discover now