Capítulo Extra

122K 5.7K 677
                                    


Samantha

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Samantha

Estoy tarareando la canción With Arms Wide Open de la banda de rock Creed, mientras que a mi lado, mi esposo Daniel está conduciendo la camioneta de su mejor amigo. Oh, Dylan. Últimamente él ha estado actuando muy raro. No sé si es por el trabajo porque ya ha tenido varias discusiones con Jay por una Chopper que le está reparando o tal vez es por la nueva chica que llegó a la ciudad. Sí, estoy casi convencida de que es esto último. Me gustaría mucho ver a Dylan feliz, pues él merece tener una dama que cuide su necesitado corazón aunque él es tan cabezota que no quiera admitirlo.

Él baja el volumen de la radio para decirme: —Estás muy callada. ¿En qué piensas, nena?

—En Dylan.

—¿Ah, sí? —comenta tranquilamente, pero detecto un poco de celos en esa voz profunda que siempre me eriza la piel.

—Amor, no es lo que estás pensando.

—Lo sé, pequeña —replica, besando mi mano izquierda—. ¿Qué te preocupa?

—Es solo que Dylan ha estado raro estos días.

—Sí, lo he notado —afirma haciendo una mueca preocupada—. Se lo comenté en mi oficina mientras hacía la entrevista con Lorelle, pero él fingió indiferencia. Lo conozco, y sé que algo está mal, pero no te preocupes, que lo averiguaré así se lo saque a golpes.

—No creo que eso sea necesario, Daniel —le advierto con humor, y él resopla, pero con una sonrisa.

—No, pero ganas no me faltan. Él es tan cabezota que no ve lo que tiene enfrente, pero lo comprendo y es normal, por la manera en que ha crecido.

—Justo estaba pensando en eso también, pero Dylan es resiliente, y pase lo que pase, nos tiene a nosotros para ayudarlo con lo que sea que necesite superar.

—Nena, hablas como una protectora madre dragón. Sigo siendo el bastardo más afortunado de este mundo —declara y besa mi mano otra vez.

Contenta, me acerco para darle un beso en su áspera mejilla, pero mi hombre voltea el rostro y mis labios caen en los suyos, luego sonríe con satisfacción y sigue mirando hacia la carretera.

—Dylan es familia y siempre tendrá mi ayuda. Y yo también soy afortunada de tenerte, Daniel —respondo apretando su mano, y su sonrisa se ensancha.

Con mi otra mano, acaricio mi pancita. He notado que mi vientre está un poco más grande de lo que normalmente debería para las seis semanas de gestación que tengo. Lo sé porque he leído muchos libros sobre el embarazo junto con Daniel. ¡Él mide mi abdomen con la cinta métrica todos los días! Dios. Lo amo demasiado, y en ningún momento ha roto su promesa de cuidar de mí. Al contrario, ahora me cuida más que nunca.

Como saludable, tomo mis vitaminas prenatales, y no puedo creer que no soporte el olor a chocolate con lo mucho que me gusta. ¡Debo hacer recetas con ese ingrediente en la escuela de repostería! Hablé con el director, y él comprendió mi situación e hizo arreglos con mis clases de tal manera que las recetas que lleven chocolate, las haré cuando se me pasen los malestares. Espero.

Cuidando de ti (Dragon's Family #1) (CORRIGIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora