Megalomania...

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-¡No! Ella no tenía derecho. Traigan a Sarim aquí. Es mi obra. Mi creación. Ellos lo son. Debía ser perfecto. Ellos iban a ser perfectos ¿Cómo han podido? Médicos de pacotilla ¿Cómo han podido arruinar mi experimento? Ellos iban a ser perfectos. Perfectos, perfectos-. Ya eres mio, pensó Darkness mientras sonreía. Justice Gruño.

-¿Por qué le ha llamado Sarim? Las especies no tuvieron nombres hasta que fueron liberados. No hay ninguna especie con ese nombre doctor Colleman. Está equivocado-. Dijo con rabia. El hombre grito.

-¡No! Es su nombre-. Dijo mirando al macho con rabia. –Leila lo nombro así-. El hombre apretó los labios y trago fuerte. Leila, mi amada y quería leila... Darkness le miro ¿Después de todo si tienes un punto de quiebre?

-¿Se refiere a la señora Leila Serrano?...-. Sonrio. Colleman se agarró de los barrotes y los miro de frente.

-¿Dónde está? ¡Quiero que la traigan aquí!-. Grito.

-No está aquí, por supuesto-. Contesto Katrina. -No se verán desde luego. Ella fue encontrada y su captor juzgado, mintió. El sujeto SPH150 y SRH154 fueron recuperadas. Está más que claro que no las vera-. El hombre grito.

-Son mis hijos. Mi mujer. No tienen derechos. ¡Malditos animales! Son míos ¡Míos!-. Grito. -Todos ustedes son inferiores, fallos genéticos eso es lo que son. Esos idiotas de Mercile no me dejaron crearlos de nuevo. Ellos no entendían... No entendían-. El hombre estaba descolocado.

-Como ya le hemos dicho...-. Continúo Katrina. -Ya su presencia en nuestro territorio no es precisa. Será trasladado en la mañana ¿Hay algo que pueda decirnos que sea de nuestro interés?-. El hombre sonrio. Sus ojos estaban fuera de sí, están mintiendo, mienten. Ya falta poco. Ya falta poco. De seguro María ya había venido por él pensó Colleman con arrogancia. Darkness reconoció el momento justo en el que el hombre pensó aquello.

-No vendrá-. El hombre levanto la cabeza. –Su esposa. Ella no podrá hacer nada-. Sonrio.

-No sé de qué habla ¡maldito animal!-. Los machos olieron su miedo y sonrieron.

-Se le negara el permiso para que sea extraditado a su embajada. No funcionara. Sabemos que ella ha tratado de que el gobierno responda por usted bajo en nombre de Jemes Casca-. El hombre rio.

-¡Miente! No pueden hacer eso. Lo sé. Si lo hicieran yo ya estaría lejos de aquí y ustedes estuvieran quemándose en el infierno-. Rio nuevamente.

-No veo la razón de ello-. Dijo Fury. Hablando de forma serena aunque su posición corporal no decía lo mismo.

-No he escuchado ninguna alarma. Ellos vendrán por mí si saben que me han atrapado. Esos malditos burócratas imbéciles no jugaran sus cuellos, con ustedes teniéndome. María sabe lo que hace. Si su gobierno se hubiese negado a atender sus demandas ellos ya estarían aquí. Algunos de esos inútiles están tan podridos como yo-. El hombre rio. Justice gruño.

-Usted está asegurando que su esposa, María José Casca, sabe de su relación con Mercile ¿Y aun así se ha presentado ante nuestro gobierno con engaños?-. ¡Mierda! Colleman palideció ¡joder! Negó con desesperación.

-No ella...-. Darkness lo interrumpió.

-Ha venido aquí a reclamar la desaparición de sus esposo ¿Cómo lo sabe usted?-. Dijo. –Se lo diré... Solo si usted y su esposa hubieses previsto esto lo sabría.

-No lo sabía. Solo supuse que así seria. Ella me ama y... ella no se daría por vencida...-. Katrina adelanto unos pasos.

-Usted es más inteligente que eso, doctor. Le aseguro que si anunciamos que esta aquí y le entregamos a la ley humana Mercile lo asesinara en menos de una hora. Lo cual no es mala idea... Después de todo, ya es un condenado a muerte...;-. Katrina sonrio mientras encogía sus estrechos y delicados hombros. Continuo. –...Uno sin nada que aportar, además. Si le entregamos, su esposa tendrá a su esposo y nosotros quedaremos libres de culpa por su muerte. A que tenemos derecho. Además, como le he dicho, usted no tiene nada más que aportarnos ¿O sí?-. Dijo de forma inquisitiva.

Cold. Nuevas Especies. Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora