Cold. Nuevas Especies. Libro 1

Apuestas perdidas...

Sarha no quería despertar. Sentía el cuerpo como gelatina. Su piel estaba sobreexcitada, hasta la caricia de las sábanas se sentía como su fuese un huracán en su sistema... Se cubrió la cara con la sábana calla, calla, ya deja de pensar. No estoy, ya me morí... pensó de forma exagerada. Se levantó y las sábanas se escurren por su cuerpo desnudo. Tenía la leve y borrosa memoria de un beso perverso en la zona sur de su anatomía poco antes de que Cold le dijese que iría por sus cosas. No hubo cosa mas deliciosa que saber que volvería y terminaría lo que estaba haciendo.

Miro por la ventana. El cielo era azul con un halo anaranjado por donde se asomaba la luz de un astro de color amarillento. Destellos se reflejaban en el agua. Sarha sonrió. envolvió su cuerpo en una de las sabanas que se esparcieron por el suelo como papel tapiz. El viaje hasta el primer piso fue simple, pausado y silencioso. Abrió la puerta de la entrada y en poco tiempo sus pies estaban siendo cosquilleados por la grama verde. El agua tocó sus pies. Estaba fría, pero deliciosa; pronto la sabana adornaba el suelo mientras que el cuerpo de Sarha era arropado por la deliciosa y húmeda sensación del agua templada. Nado hasta el centro del lago, y como era su costumbre se dejó hundir y el silencio se apoderó de sus pensamientos. Cerró los ojos. Cold se extendió como un retrato detrás de sus párpados. Quería que volviera, que hubiese estado cuando abrió los ojos y... solo quiero tenerle siempre a mi lado Pensó. Abrió los ojos. El cielo se veía en un azul difuminado desde abajo. Subio y se dejo foltar en las olas. Un rugido atronador se extendió por el aire. ¡Carajo! ¿Qué demonios fue eso?

Volvió hacia la orilla. No termino de salir de agua cuando el cuerpo de Cold aplastaba el suyo. Ella se aferró a él. estaba respirando rápidamente. Sarha sentía su corazón trotando en su pecho y su calor se extendió por su piel fría.

-¿Qué ocurre?-. preguntó mientras seguía abrazando.

-No estabas. Te habías ido-. Cold levantó la vista y lo que vio en sus ojos la entristeció hasta los huesos.

-Estoy aquí. No me iré a ningún lado Cold oh bebé, cuéntame qué es lo que ocurre suplico en silencio.

-No te alejes de mi. No lo hagas-. Estoy loco, por favor no me odies. Estoy loco. Ella lo sabrá.

-No lo haré-. Cold suspiro. –Vamos a comer. Tengo hambre. ¿Qué me preparas? Te advierto que como todos los días en el bar, quemó hasta el agua; lo juro-. Cold suspiro ella sonrió.

-Ya lo se. No huele a que hayas usado la cocina desde que llegaste. Tengo que tenerte-. Dijo mientras frotaba su cuerpo aún desnudo. –Ve a tomar una ducha. Te preparare algo y luego te tomate a ti ¡Ahora!-. Sarha se rio y salió como niña regañada hasta la ducha si sigo asi, no podre caminar pronto.

Cold respiro con dificultad. Eso no estaba bien. sabía que ella estaba arriba, podía escuchar el agua de la ducha. Saco carne del frigorífico y encendió la estufa. Tienes que controlarte. Se dijo, casi pierde el juicio cuando le vio flotando en el lago desde la ventana de la habitación. aun cuando le veía acercarse a nado el temor no se iba. Sarha bajó las escaleras con el olor a esencias y leche en el cuerpo, deliciosa cold ya sabía que estaba detrás suyo antes de que ella hablase. Cada vez se volvía mas consciente de su olor,de su presencia. Ella le abrazó por la espalda.

-¿Qué has hecho?-. el no respondió. Solo se volteo y aplastó sus labios con los suyos. Sarha gemir de inmediato y respondió el beso con igual intensidad que el macho. La soltó y ella protesto.

-Carne... Papas y ensalada para ti-. Ella se quejo. El la encaró. –No seas bebe, no eres del todo como yo. Necesitas mas que solo carne. ahora, come. –El la sentó en su regazo y le dio de comer. Ella lo hiso esta vez sin protestar.