Cold. Nuevas Especies. Libro 1

Tu vida... es la mia...

Zort Dominic, daba vueltas en el cuarto del pequeño hotel en las afueras de Salt Wells (Nevada). Esto es una mierda pensó, yo debería estar en otro maldito lugar. Esto es una mierda, pensó nuevamente. Un ruido lo distrajo de la botella de cerveza barata que había comprado en la tienda de abarrotes del patrio y olvidado pueblecito de mierda. El estruendo de la puerta cayendo le aseguro que en definitiva estaba jodido. Su cara cayó de improviso sobre el duro suelo causándole un dolor de mierda en la cara.

-Estas jodido-. Eso ya lo sé coño, pensó. Sus ojos se abrieron cuando las letras blancas, ONE lo saludaron desde el chaleco antibalas. Pensó no más que el rostro que vio luego. Query, le veía con una sonrisa maliciosa. El hombre reconoció a la especie de inmediato y tembló ante lo que le esperaba. –Darkness te está esperando, humano-. El hombre gritó y se removió. No había donde ir. Estoy jodido...

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Trisha se acercó hasta la cama de la hembra. Esta gimió de manera tenue. –Ya veo que estás mejor-. Sarha siguió observando a su compañero.

-¿Cold?-. El macho no respondió. Sarha volvió a llamarle. -¡Cold!-. El macho abrió los ojos. Los ojos de Sarha le vieron con alegría. El macho se abalanzó hacia su compañera y le abrazó con delicadeza. –Te amo-. Le dijo. Pasó su mano por su rostro. Parecía no haber dormido en lo absoluto.

-Estás despierta, está despierta-. Él le tocó el rostro con premura un poco antes de empezar a llenarla de besos-. Un carraspeo les distrajo. Trisha y Medianoche le veían con una sonrisa en los labios.

-Bien-. Dijo la primera. –Tal Vez ahora si convenzas a este cabeza dura de que coma algo y duerma lo suficiente. Estamos más preocupados por el, que por ti-. Sarha dio un intento de gruñido bajo y miro a Cold este le miro de forma culpable.

-No podía. No despiertas. Me estaba volviendo loco. No podía separarme de ti-. Dijo en un gruñido. –Perdón... No pude protegerte. Nunca puedo hacerlo con los que más amo-. Cold paseo por la habitación. Sarha miro a medianoche. –Por favor, golpealo por mí-. Y lo hiso. Cold gruño a la hembra. Esta encogió sus hombros restándole importancia.

-Ella dijo-. Todos fueron recompensados por una sonrisa baja de Sarha.

–No seas tonto mi amor. No hay nadie que desee que me proteja más que tu-. Esto último lo dijo casi de forma imperceptible poco antes de quedarse dormida. Cold gruño. Trisha le tranquilizó.

-Solo está cansada. Mañana puedes llevarle a casa. Hoy, haznos el favor de comer y dormir. Puedes quedarte aquí y hacerlo. Como te he dicho en las últimas 72 horas, ella está bien. Sus moretones desaparecen en unos días-. El solo asintió, aunque no lo creía del todo.

Sarha respiro de forma profunda cuando Cold paso la esponja con agua tibia sobre su cuerpo. Lo extrañaba. Hacía dos horas en la que el macho la había alimentado, mimado y adorado como si fuese una niña. Carajo, quiero que me folles con fuerza ¡Maldición! Sarha levantó la mano y le acarició el brazo, hasta llegar a su pecho. Cold suspiro, por favor bebé no me lo pongas tan difícil, pensó. Sarha le sonrió, Cold vio la pasión encendida en sus ojos. Sarha se levantó, el agua escurría por su cuerpo aun perfecto a pesar de los moretones de color púrpura.

-Sarha-. Dijo. Ella no dejo que pronunciara palabras alguna y se abalanzaba a los labios de su compañero. Este gimió y no tardó en arrastrarla hasta su cuerpo. –No quiero hacerte daño-. Dijo en un gemido, diablos, mi polla estallara si no estoy dentro de ella. Maldito idiota. Estoy duro como una roca... y ella es tan... follable, pensó entre gemidos. Sarha se removió en su regazo moliendo su polla en el proceso. –Sarha-. Dijo poco antes de llevarla hasta la cama y besarle con más fuerza.