Dime que aún me amas.

Capítulo 17. Sola.

Lia

— ¡Hey! ¡Lia! ¿Te veo después de clases o no trabajas hoy? — La voz de Lucas llega a mis oídos desde mis espaldas. Me volteo y le doy una pequeña sonrisa. 

— Claro, nos vemos allí — asentí y partí camino hacia mi casa.

Las cosas estaban tan distintas últimamente. Había dejado mi antiguo trabajo y había conseguido otro. Lucas era amigo de Olivia e iba al otro curso. Ella le comentó sobre mi necesidad de un nuevo trabajo y Lucas me ofreció un puesto en el supermercado de su familia. Ahora en vez de servir cafés, repongo estantes y a veces atiendo en la caja. Pero muy pocas veces. A penas empiezo y aunque no me guste demasiado es un buen trabajo y tiene buena paga. Me da algo que hacer. 

Me sentía sola. 

A pesar de que las cosas con Nare ya no eran tan malas como antes, seguían tensas. Nos tratamos bien, hablamos sobre todo pero las dos sabemos que la discusión de la otra vez quedó sin terminar y hay algunos cabos sueltos. Pero lo dejamos pasar y nos comportamos como si todo estuviera bien para luego volver a nuestras casas y reflexionar sobre la falsa felicidad y confianza que nos estamos demostrando cuando en realidad estamos destruidas y heridas por dentro. Más que nada yo. O ella. No lo sé. 

Cuando le dije a mamá que quería un cambio de look creyó que bromeaba. Verme aparecer con el pelo negro y las puntas azules la hizo alucinar. ¿Y luego mi cambio de ropa? Quiso llevarme al psicólogo. Pffff, las exageraciones de las madres. Así que cuando luego le dije que quería lentillas (lentes de contacto) se lo tomó un poco más en serio. Yo amaba mi cambio, me sentía diferente. Ésta era yo y a pesar de que sí, estaba un poco apagada, no me importaba. Mi corazón se estaba reconstruyendo de a poco aunque sé que jamás se recuperaría completamente de lo que aguantó. Nunca lo habían triturado así antes. Porque antes creía que estaba enamorada, pero eso no era amor. Esto era amor. Y ese amor me trituró el corazón, tiró a la basura mi confianza y se fue. Me dejó sola. 

No iba a permitir hundirme. Nare al menos había reconocido su error y le di la oportunidad de volver a ser "amigas". Lo mismo con Margaret. Pero... ¿saben qué? La confianza no está. Se perdió. La tiraron a la basura y si quieren recuperarla tendrán que ir a buscarla ellas. Porque si bien Mar no hizo nada, ni habló, ni se metió, el no hacer nada también fue peor. Porque se alejó de mí, y ella también me dejó sola. Ni mi corazón ni me mente sabía en quién confiar ahora. 

¿Saben que es lo que más me sorprende? Zachariah. Hasta pensar su nombre me dolía. Hasta Elizabeth se disculpó conmigo. Pero yo estaba demasiado herida como para responderle. ¿Y él? Ni un mensaje, ni un llamado. Ni un intento de saber de mí. Pensé que lo haría, que lo intentaría. Pero al final terminó siendo más cobarde de lo que pensaba. 

Llegué a casa y besé a mi madre en la mejilla. Aún seguía con los preparativos de la boda. Estaba tan feliz con Robert... Y yo estaba feliz por ella. En cuanto toqué mi cama mi teléfono sonó. 

  — ¿Hola? —  pregunté con sueño.

— ¡Qué haces dormida pedazo de morsa! ¡Teníamos planes! —  gritó la voz de Nicolas en mi oído.

— Que no me dormí — gruñí. — Estoy despierta y tu partido es a las cuatro y son las dos. Podría darme una siesta.

— ¡No!

— ¡Sí!

— ¡A que ya te despabile!

— ¡Te odio!

— Ven a casa, quiero contarte algo.

— Te odio aún más. Ahora voy.

Corté y rodé en la cama gruñendo todo lo fuerte que podía. Nicolas. Él nunca me falló, nunca me dejó. Fue el único que estuvo para mí. Debería haberme enamorado de él, no de... Mejor no lo pienso. Las cosas se dieron así por algo y Nicolas tenía su historia por ahí también. El destino nos hizo amigos fieles y cuando estuve a punto de no creer en el amistad tampoco, él estuvo allí y me detuvo.

***

Al llegar a su casa me abre la puerta Meli, su hermana menor. 

  — Nicolas está en su habitación, pasa. 

Camino por el pasillo de una casa que me conozco de memoria y al llegar a su puerta la golpeo y abro.

— ¡Es que a ti no te enseñaron a esperar! —  Me grita desde su lugar en la cama mirando la televisión. 

— Como si estuvieras haciendo algo que no puedo ver —  le digo y le hecho una mirada. — Me apuras a mí y mírate a ti. ¡A penas si te has levantado! 

Se sentó en su cama y me hizo un lugar a su lado. Dio golpecitos en el colchón dando a entender que quería que me sentara. Así que lo hice. 

  — ¿Qué tenías que decirme?

Se removió incómodo en su lugar y miró hacia otro lado que no sean mis ojos. — Sabes que el partido de hoy es importante, ¿verdad?

— Sí, por supuesto. Y por eso estaré allí.

— Y también sabes que no podemos jugar si no está el equipo completo, ¿no es así?

— Sí, lo sé. Pero recuerdo que me dijiste que Fede se recuperaría para el partido... ¿No lo ha hecho verdad? ¿No jugarán? — Hice esa última pregunta aún así sabiendo su respuesta. Se quedó callado unos segundos, miró la televisión, la puerta, a todos lados menos a mis ojos. Suspiré. — Jugará él, ¿no?

— Sí —  lo soltó en un suspiro de aire contenido. — El esguince de Fede no está curado y el entrenador pensó que era buena idea, ya que él era bueno jugando y jugó con nosotros en varios partidos, figura como parte del equipo, era una opción muy buena y créeme la hubiera evitado si hubiera podido pero en parte debo tragarme mi enojo y jugar porque esto es importante para el equipo y ... — le tapé la boca con mi mano antes de que siguiera.

— Nicolas, está bien. Él jugará en la cancha, ¿no es así? No tengo por qué verlo. Yo estaré en las gradas y te esperaré allí. Sólo te pido que controles tu enojo. 

Suspiró otra vez y me miró a los ojos. Un brillo se cruzó en ellos y parecía que quisiera decirme algo más pero se esfumó antes de que estuviera segura. Me abrazó y dijo al oído: — Sí crees que no puedes ir, está bien, yo no me enojaría. 

— Estoy bien. 

No me haría nada. Apenas lo vería. Sería una figura chiquitita en el medio de muchos jugadores. Un borrón. 

O eso quieres hacerte creer, pensé.

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¡Y eso es todo por ahora! Sé que es corto también pero no se me ocurre nada más y no tengo tiempo para escribir más. En el próximo capítulo será una bomba de explosión. Ya tengo planeado lo que pasará MUAJAJAJA No estoy segura de que sea subido pronto, yo sólo espero que entiendan mi poco tiempo. Tengo que darle prioridad a mis lecturas por colaboraciones (tengo un blog literario, las editoriales me dan libros y yo debo leerlos y reseñarlos) ----> Esto toma tiempo. Pero siempre que puedo escribo algo.

¡Espero que les haya gustado! Gracias por todo el apoyo <3

Los quiere, Vani