Capítulo 21. ¿Por que amar duele tanto?

4.5K 250 42
                                    

Lia

Jesús... ¿Cómo se atrevía a venir aquí? ¿Realmente estaba aquí o yo ya estaba imaginando cosas?

- Zachariah sabes muy bien que ella ha estado... - le respondió mamá sin lograr terminar la frase.

No escuché respuesta. No sabía que hacer. Pero ya no era la misma que antes y tendría que enfrentar esto tarde o temprano. Así que me levanté y fui hacia la puerta. Su mirada afligida se clavó directamente en mí. Carraspié antes de hablar.

- Déjanos, mamá. Está bien.

Ella me miró inmediatamente, interrogante pero asintió. Antes de marcharse me toco el hombro y me dio un beso en la cabeza. Me apoyé en la puerta y miré el piso, no podía mirarlo, ya no.

- ¿Qué quieres? - mi voz sonaba tensa, no iba a llorar, no nuevamente.

Sentí como se movía delante de mí. -¿No vas a mirarme? - No levanté la mirada. -Esta bien, lo merezco.- Suspiró. -Lia yo... te vi en el bar.

Asentí.

- Lo siento.

Mi respiración se atascó. - ¿Ah sí? ¿Qué es lo que sientes? ¿De verdad sientes algo o simplemente actuas por impulso propio haciendo estúpideces sin pensar? ¿Qué es lo que sientes? - escupí las palabras y lo miré llena de dolor. Este rencor era nuevo. Una cosa era estar dolida y otra muy distinta estar enojada. Pero mis palabras llenas de rencor venían de mi corazón sostenido apenas por las pocas costuras que pude hacerle durante este tiempo.

Su mirada y su expresión estaban llenas de arrepentimiento y dolor.

- No quería hacerte daño. Yo... fui un imbécil. De verdad lo siento, Lia, por todo - estiró el brazo como si tuviera intenciones de tocarme y por instinto me alejé... lo que llevó a que se revolviera el pelo con la mano. - Estaba cegado y no vi... no vi la verdad. No... te creí. - Seguí sin responder. Anonadada, enojada y aturdida por lo que estaba oyendo. No me lo creía, no creía que llegaría este momento jamás. Solo asentí. - Lia por favor dime que no te has ido. - ¿Ido? - Tu pelo, tu manera de actuar... tú... ya no eres la misma y creo que es por mi culpa. Lo siento.

Resoplé. - Eres estúpido si piensas que un cambio de apariencia cambian quien eres por dentro. - Me crucé de brazos. - Cambié. No te he visto en meses, y ahora vienes a disculparte, así sin más. ¿Cómo quieres que reaccione? ¿Te bese? ¿Te diga que te...

-Sí. - me cortó. Nuestros ojos estaban tan alineados que podía sentir como si me consumiera y se meteria debajo de mi piel. Aparté la mirada y cerré los ojos. - Soy estúpido y todo lo que quieras nombrarme. Pero te amo. Aún te amo. Y por eso no vine en meses, porque no podía perdonar y no puedo perdonarme lo que te hice. Me duele más ver como te dañé de lo que yo pude haber sentido. Así que sí. Vine aquí a disculparme y con la esperanza que me digas que aún me amas y me perdonas. ¿Lo haces? ¿Aún me amas?

Casi suelto una risa. No podía con esto. Tomé aire de repente y lo miré. - ¿Es en serio? ¿En serio me estás haciendo esa pregunta? Vete, Zachariah por favor vete. - Me volví para cerrar la puerta pero su mano me detuvo. - Lia.

El calor que emanaba de su mano me provocó un escalofrío. - Vete. Por favor. Déjame en paz.

Mis ojos quemaban por las lágrimas no derramadas. Su mano se aflojó y me soltó. No me moví.

-No voy a rendirme. No puedo. No después de todo lo que hemos pasado. No después de haberme dado cuenta de la... chica increíble que estoy a punto de perder para siempre. Lia no puedo estar sin ti.

Una lágrima se derramó por mi mejilla. Entré a mi casa y cerré la puerta apoyándome en ella, justo cuando el primer sollozo me sacudió. Mamá estaba esperando por mí y me atrajo a sus brazos.

-No se que hacer, mamá. ¿Por que amar duele tanto?

Ella no contestó, sólo siguió abrazándome hasta que me calmé. Apartó el pelo de mi cara y me besó la mejilla. Luego suspiró. - En ocasiones, amar duele un poco aunque no debería doler.

***

Esa noche soñe con él y me desperté llorando. En el sueño nuestro reencuentro se volvía a repetir solo que en el yo lo abrazaba y lo besaba. La sensación se sentía tan real que al despertarme y recordar que nada era así partió mi corazón. ¿Por qué en mis imaginaciones sí lo perdonaba y volvía a sus brazos tan facilmente y en la realidad me costaba tanto? Me dolía. Me dolía hacerme eso a mí misma. Pasé por mucho... y tenía miedo. Mucho miedo. Que pasara algo, cualquier cosa que nos arrebatase la felicidad. Y no podía, simplemente no podía arriesgarme a ese dolor de nuevo. Y cómo no podía, me quedaba como estaba.

¿Qué era peor? ¿Acaso me había vuelto masoquista?

El día siguiente me la pasé en la cama. No tenía animos para asomar la cabeza fuera de mi cuarto. Mamá lo entendió y me acercó la comida aunque a mi apetito no se le antojaba. Quise estrellar el teléfono en la pared cuando sonó la alarma para irme a la escuela. No había dormido nada.

Las clases fueron desastrosas. Nare no dejaba de echarme miradas, seguro estaba enterada de nuestro encuentro. Intentó hablar del tema en los recreos pero la cortaba yéndome del lugar. No quería, o mejor dicho, no podía hablar de ello. Mi amiga lo entendió a la larga y decidió darme espacio. Se lo agradecí.

Estaba caminando hacia mi casa por la tarde a la salida de la escuela cuando un chico me frenó con un paquete en sus manos.

-¿Eres Lia? - preguntó.

Parecía incómodo. Fruncí el seño porque no entendía nada y además de que estaba caminando en plena calle.

- Sí, soy yo - contesté.

Sonrió, me entregó el paquete -que se parecía a un sobre gordo- y se fue. Lo primero que pensé fue arrojarlo porque tranquilamente podría haber contenido drogas o algo extraño, pero la letra un poco desaliñada al dorso me llamó la atención y lo abrí.

Dentro, había una nota y un collar delicado con un dije en forma de llave.

"Porque nunca tuve estos detalles contigo y te mereces esto y más. Perdóname."

Sabía que solo podía venir de una persona. Miré hacia todos lados a mi alrededor pero la calle estaba vacía. Suspiré y lo guardé todo en mi bolsillo. Mi pecho se sentía algo pesado.

Retomé la marcha a casa pensando... ¿En serio vas a hacer esto Zacha?


-----------------------------------------------------------------

LO SIENTO TANTO POR EL RETRASO. No tienen idea del bloqueo que un escritor puede pasar.
Gracias por estar siempre del otro lado. No saben cuanto los adoro.
Espero que disfruten esto, la historia tiene que llegar a su fin este 2020

Vanii


Dime que aún me amas.Where stories live. Discover now