7. ¿No sabes bailar?

641K 19.2K 2.3K
                                    

7. ¿No sabes bailar?

Si ya era suficiente insufrible tener que ir a un estúpido baile, tener que ir a la preparación del baile lo era aún más.

Además aquello era territorio de Lizzie. Como directora, representante y delegada del comité de estudiantes, ella organizaba todos los bailes y eventos del internado, por lo que era su oportunidad de mostrar su superioridad y aterrorizar a las estudiantes más jóvenes con sus gritos.

— La historia de los bailes es muy antigua. —Repitió la profesora continuando con su paseo entre la fila de estudiantes. A la derecha las chicas, y delante sus parejas de baile. — Ya los griegos celebraban fiestas donde la música era el motivo principal, y el baile un elemento indispensable. Los romanos también adoptaron semejantes prácticas, que se desarrollaron hasta la edad media, y edad moderna. ¿Todos habéis visto orgullo y prejuicio, verdad? La gente se reunía en salones para divertirse y bailar, con decoro. Hoy en día un baile, carece de esa importancia social que reunía en la edad media y edad moderna, pero sigue siendo algo importante para la sociedad. Tendréis que socializar, bailar, y cerrar negocios en eventos sociales, en los que desenvolveros con propiedad, puesto que es solo la mitad del negocio.

Ni siquiera en mi colegio de Nueva York eran tan sumamente cursis. Era verdad que en nuestro mundo las apariencias y el saber estar son importantes, pero ¿suficiente como para reunir a todos los estudiantes de los dos últimos cursos para enseñarles decoro para un estúpido baile de instituto?

Aquello parecía más un baile victoriano que un baile moderno entre adolescentes.

Pero iba a ser divertido. Contemple las filas a las chicas que estaban cerca de mí, era increíble cómo llevando casi dos semanas allí no conociera a ninguna de ellas. Todas eran completas desconocidas para mí, salvo Lizzie que me dirigía miradas de odio, y sus amigas completamente idénticas entre sí.

— Muy bien, música. —Exclamó la profesora dando dos palmadas para dar más énfasis a la orden. Una niña de estatura baja, de no más de doce años, seguramente de primer año, encendió un pequeño radiocasete con un mando electrónico.

Robert se acercó hacía mí y puso una mano alrededor de mi cintura.

Había ido a numeras galas, bailes, recepciones, salones.... Pero no tenía ni idea de bailar. Una chica del Upper East Side no baila, intenta beber todas las copas de champagne que se le pongan a la vista, y ridiculiza a sus padres.

Además mi coordinación era bastante inexistente.

—Perdona, perdona— murmuré a Robert al odio por todos los pisotones que estaba recibiendo.

Robert apenas podía aguantar la risa. Era mucho más que patético.

Noté los ojos de Lizzie fijos en mí con una sonrisita de burla mientras abrazaba a Ian. He de reconocer que ambos se movían con elegancia por la pista, mientras yo parecía un pato mareado.

—Pensaba que en Nueva York los bailes estaban a la orden del día. — Dijo Robert mientras seguía pisándole. Si Robert seguía queriendo ir conmigo al baile después de esto, podía considerarle definitivamente mi mejor amigo.

—Estas muy equivocado. No somos tan horteras. —Le contesté mientras me daba una vuelta que casi termina en accidente. Robert tuvo que sostenerme en el aire a escasos centímetros del suelo.

—Seguro que mejorarás, Jo, solo necesitas práctica. — Me alentó la profesora mientras ponía una mano en mi hombro. Pero por su expresión, supe que ella era tan consciente cómo yo de mis pocas habilidades para la danza.

Gracias a dios aquella especie de tortura medieval acabó rápidamente. Me despedí de Robert con un leve hasta mañana y me dirigí a mi habitación, donde me deje caer en el sofá tranquilamente, mientras escuchaba una canción relajante, mientras hacía un largo y tedioso trabajo sobre poesía americana en el siglo veinte.

Jo no es nombre de chico(Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora