Próxima Excursión

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Pov Harry


Ya habían pasado tres semanas desde que las clases con Draco habían comenzado. 

Y, por sorprendente e imposible que sonara, nos llevábamos mejor que a principio de año... desde hace seis años. 

Draco era una persona divertida y, por alguna razón, siempre lograba levantarme los ánimos. Además, ya no sólo me enseñaba pociones: repasábamos la mayor parte de las materias juntos. Cabe decir que me iba mucho mejor en clase, y por primera vez lograba hacer la tarea sin ayuda de  Hermione.


Un día, Ron, cansado de que yo entendiera mejor las clases que él, se nos unió en la biblioteca, pero el resultado no fue bueno: Malfoy y Ron discutieron, y al final ni siquiera pudimos repasar los apuntes de ese día.


Pero, ahora que podía decir que conocía al rubio, había algo que no me dejaba tranquilo.

Draco se veía nervioso y cansado. Tenía unas ojeras tan marcadas que resaltaban lo pálida que era su piel y su cabello se veía despeinado la mayoría de los días, lo cual era raro en alguien tan pulcro como él. Y también se veía más delgado.

Al principio pensé que sólo estaba exagerando, pero - conforme pasaban los días - el estado de mi amigo iba empeorando, y eso me preocupaba. 

Necesitaba preguntarle si se encontraba bien, pero el único tiempo que pasábamos juntos era cuando estábamos estudiando; y al rubio no le gustaba distraerse.



Cuando iba entrando en la sala común de Gryffindor, vi que habían pegado un anuncio sobre la visita a Hogsmeade que sería dentro de dos semanas. 

¡Perfecto! Esa era mi oportunidad: le pediría a Draco que fuéramos juntos y ahí podría preguntarle si se encontraba bien. 

El tiempo que faltaba para la excursión me serviría para asegurarme que Draco en verdad estuviera actuando diferente, que no sólo era mi imaginación. Puede que, durante esta semana, también encontrara el valor para preguntarle a Pansy sobre él. 

Estaba seguro de que su amiga también había notado lo mismo que yo. 



Necesitaba ir a mi habitación por un tintero nuevo antes de dirigirme a la biblioteca - Snape había dejado un ensayo de dos mil palabras como tarea para la siguiente clase - y hoy era miércoles, por lo que ni siquiera tendría el fin de semana para hacerlo. 

Ahora más que nunca necesitaba la ayuda de Draco.


Iba por el pasillo que conectaba con la biblioteca cuando me encontré con Draco, quien iba en la misma dirección que yo.


-Así que el gran Malfoy no puede llegar puntual a la clase que él da -dije, imitando la voz que él había usado para decirme algo similar.

-Y al parecer el gran San Potter, el Elegido, el Niño que Vivió, tampoco –dijomiréndome y riendo por lo bajo. 

Le di un leve golpe en el brazo por haber usado tales apodos e hice una mueca, fingiendo estar ofendido.  

-Perdón, Potter -dijo, sonriendo. 

-Wow, -solté verdaderamente sorprendido -seis años después y por fin descubro que sí sabes cómo disculparte.

Amor entre enemigosWhere stories live. Discover now