Superando el pasado

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Pov Autora


Acababa de salir Draco, y ambos adultos se quedaron solos. 

Lupin no dejaba de ver a Snape. Tenía sus puños cerrados, su entrecejo fruncido y su cuerpo no dejaba de temblar.


-Remus, por si no lo notaste, estaba ocupado –dijo Snape, pero el otro lo ignoró. 

-¡Eres imposible, Severus! 

Snape cerró la boca de golpe. 

-Pasas los días haciendo la vida de cientos de alumnos miserable para sentirte mejor contigo mismo –la voz de Lupin sonaba seca y carente de emociones –Huyes de tu dolor y te engañas pensando que eres el único que perdió a Lily esa noche, pero estás equivocado. Ella era mi amiga y era la madre de Harry.

-Remus, detente –pidió Snape –no seas ridículo.

-¿Ridículo? Ridículo es lo cegado que estás por tu odio y remordimiento. Después de años, sigues odiando a James por un error que tú cometiste. 

Lupin alzó la barbilla, decidido.

-Deja que te recuerde que James está muerto. Y Sirius también lo está –Snape nunca había visto al castaño tan enojado –Deja de manchar el recuerdo que Harry tiene de su padrastro. Deja de decirle que su padre era un cerdo. James y Sirius eran personas maravillosas. 

La voz del hombre lobo empezaba a fallarle, mientras intentaba contener las lágrimas que amenazaban con caer por sus mejillas.

-Harry ha sufrido más que tú o yo, pero eres tú quien no puede dejar ir el pasado. ¿Quién más, Severus? Sólo quedo yo, ¿acaso estás esperando a que también yo muera? ¿Es ese el cierre que necesitas para seguir adelante? –Lupin se rindió y dejó que sus lágrimas corrieran. Sus palabras habían salido sin que él pudiera evitarlo.

Lupin sintió su cuerpo relajarse, se sentía bien por fin haber dicho todo eso. Pero la respuesta a su última pregunta le causaba ansiedad. 


Snape, para su sorpresa, resopló. 

-Ahora eres tú quien está siendo ridículo -dijo Snape con el tono de voz que Harry detestaba. 

-¿Eh? 

-Claro que no deseo tu muerte –dijo simplemente –Eso sería una estupidez. 

-Supongo que sí... –Lupin no sabía qué más decir. 


Snape agitó rápidamente su varita y le ofreció al castaño la barra de chocolate que acababa de aparecer. 

-Tengo entendido que este particular dulce es de tu agrado –dijo. Lupin asintió y tomó el chocolate. 

Snape se dio media vuelta y caminó a la puerta, dejando a un desconcertado profesor detrás.


Lupin permaneció en la misma posición durante un par de minutos, esperando a que su sorpresa pasara. Después, salió corriendo en busca del profesor.



Al girar en el pasillo, se encontró con un sonriente Harry. Lo miró desconcertado, pues recordaba haberlo visto por última vez en la fiesta. 

Por lo menos se ve feliz, razonó. 

Siguió caminando y encontró al profesor cerca del salón de Transformaciones. Gritó su nombre, y Snape volteó a verlo.

-Olvide decirte que toda la Orden está invitada a la casa de Molly para disfrutar de la cena navideña.

-¿Eso qué tiene que ver conmigo? -preguntó Snape sarcástico.

-Vamos, eres parte de la Orden –dijo Lupin con una gran sonrisa. 

-¿Y?  

-Estoy seguro de que te la pasarás bien –Severus alzó una ceja, pero Remus siguió –espero que vayas. 

Para sorpresa de ambos, Snape asintió levemente. 

-De acuerdo, veré si puedo ir –Snape se aseguró de no prometer nada –ahora, si no tienes nada más que decir, me retiraré a mi despacho.


Lupin sonrió. 

La noche había tomado un giro inesperado, pero no necesariamente malo. 

Amor entre enemigosWhere stories live. Discover now