Llanto de un fénix

9.6K 821 412
                                    


Pov Draco



Todos nos quedamos callados. 

Nadie se movía, y el único ruido que se escuchaba era el de nuestras respiraciones.


-Fuera de aquí, rápido -ordenó Snape. 

Si no supiera que estaba actuando hubiera creído que en verdad estaba de parte de los mortífagos.
Intentó agarrarme por la nuca pero me agaché y corrí hacia el lugar al que había mirado el director; estaba seguro de que ahí se encontraba Harry.



-¡Deprimo!- grité en el momento en que sentí el cuerpo del chico entre mis brazos, abriendo un hoyo por debajo de nosotros.





El oscuro pasillo al que caímos se encontraba lleno de pedazos de techo y polvo.



Habían varias personas peleando, pero cuando intenté distinguir quien iba ganando, Harry soltó un quejido: parte de mi cuerpo lo estaba aplastando.

Lágrimas caían por su rostro y no dejaba de temblar, pero sabía que su llanto no se debía a haber sido aplastado por mí. 


-Harry, escúchame. Tienes que mantenerte en calma, no te dejes controlar por el pánico.

-Dumbledore... -dijo débilmente.

-Ya sé lo que pasó, pero no es lo que parece. En cuanto salgamos de aquí te explicaré todo.



Antes de que él contestara, se escuchó un chillido agudo.




Los dos miramos hacia dónde provenía. 

Lupin y McGonagall peleaban cada uno con un mortífago. Tonks combatía con un corpulento mago. 

Los tres parecían estar manejando bastante bien la situación.




Justo en ese momento, vi una cabellera roja agitándose unos metros más allá: era Ginny, y se veía que estaba teniendo problemas combatiendo a Amycus.

Había pasado años odiando a la pelirroja por celos de su amistad con Harry, pero en ese momento no dudé en ir a ayudarla.


Dejé al chico sentado en el suelo, cubierto con su capa, y me encaminé hacia Ginny. Harry intentó agarrarme de la mano, pero no lo dejé. 



-¡Crucio! ¡Crucio! No podrás esquivarme eternamente, monada.

-¡Petrificus Totalus! -mi hechizo golpeó al mago en el pecho y casi al instante el hombre se desplomó.

-¡Draco! -exclamó sonriente Ginny.

-No tienes que agradecer -dije.


Amor entre enemigosWhere stories live. Discover now