Secreto Sucio → j.b (+16)

once {Maratón}

"Lo único que he estado soñando es en follarte."

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(Si queréis un capítulo dedicado, pedirlo en los comentarios)

PD: Como muchas me piden que les dedique un capítulo, voy de a poco. Lo siento si tardo.

Narrador Omnisciente

Como si pronunciar el nombre equivocado mientras tienes una noche de pasión con tres chicas no fuera suficiente, Justin se había encontrado completamente despierto a las cinco de la mañana las últimas seis noches, a raíz de los sueños. Básicamente en sus sueños, él arrojaba a Kylie sobre una cama, rasgando su ropa como si el mundo estuviera a pocos minutos de acabar, con las piernas envueltas alrededor de su cintura mientras ella gritaba su nombre de placer. Cada sueño terminaba con él respirando pesadamente a su lado, sosteniéndole una mano mientras acariciaba su cuello.

Había visto como Samantha y Kylie discutían acerca de Matty. Kylie no paraba de repetir que porque Matty pasara por su casa después de la escuela, no significaba que estuvieran durmiendo juntos. Bueno, tal vez no estuvieran durmiendo juntos pero, Justin sabía que no pasaría mucho tiempo para que eso ocurriera.
Kylie se paró de la mesa con una sonrisa diciéndole a Samantha que ella ya había perdido la virginidad y no había nada que ella pudiera hacer al respecto.

Sentí como alguien cogía mi brazo y lo agitaba. Tardé un segundo o así para darme cuenta de que había estado ignorando todo lo que ella estaba diciendo.

—¿Hm?—Levantó ambas cejas, mirando alrededor de la pequeña cafetería en la que  estábamos almorzando. Samantha puso los ojos en blanco, reclinándose en su silla mientras masticaba cuidadosamente su salchicha, tocino y huevos, sabiendo que no la estaba escuchando. Nunca escuchaba cuando tenía las revistas de novias delante de ella. Siempre era para ver un vestido de novia.

—No estabas escuchando.—Murmuró, bebiendo de su té helado. No era la primera vez que la había ignorado por completo. 

—Estás siendo monótona al seguir con el tema del vestido de encaje sin velo, que deseas cristales en la parte del corpiño, y también deseas satén blanco.— A pesar de que no estaba escuchando, sabía lo que quería porque la había oído durante meses.

Y la parte más divertida de sus órdenes era el hecho de que ella estaba esperando que él pague por todo admitiendo abiertamente que es millonario.

—Oh, tal vez estabas escuchando.—Ella lo miró de arriba abajo, con una sonrisa en su cara.—Pero te ausentaste en la parte de que deseo casarme en Nueva York.

—Puedes seguir soñando.—Respondió sin ninguna expresión en su voz, cruzando los brazos sobre su pecho.

—Oh, lo siento, debí haber pensado que eres quién paga la boda.—Comentó con sarcasmo en sus palabras.

—Mierda, lo soy. Y si quieres casarte en Nueva York, entonces puedo encontrar a alguien que sea tan tonto como para volar a Nueva York solo para casarse contigo.—Ella se encogió de hombros, ignorando el hecho  de que estaba amargado. Y tampoco era amargado, estaba frustrado por el hecho de que, incluso cuando estaba sentado en frente de la chica con la que estaba dispuesto a pasar el resto de su vida, todo en lo qué podía pensar era en Kylie.

—Casarte en Las Vegas, Santa Mónica o algo por el estilo, seguro no harías ninguna queja.—Ella lo miró desde el otro lado de la mesa.

—Tienes razón.—Admitió, sabiendo que si de repente él quiere casarse en las Vegas, lo harían, incluso si significaba pagar por sus familiares cercanos para que pudiesen volar para presenciar los votos.—Pero eso es porque yo soy quién está pagando, así que básicamente será a mi manera o de ninguna manera. Hay que acostumbrarse.