Secreto Sucio → j.b (+16)

trece

"Kyle no podía creer lo que estaba escuchando"

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(Si queréis un capítulo dedicado, pedirlo en los comentarios)

PD: Como muchas me piden que les dedique un capítulo, voy de a poco. Lo siento si tardo.

Justin's POV

Las barbacoas familiares nunca han sido algo que me gustara, sobre todo cuando son en el jardín trasero de los Monroe, invité a mi familia lo que significa que Kylie y Jacinta tienen que estar en el mismo lugar, pretendiendo llevarse bien por el bien de la familia. También, Kyle presionó a Kylie para que invite a Matty, convencido de que tienen algún tipo de relación a pesar de que me yo le confirmara que es virgen. Aunque borré los detalles de cómo se está convirtiendo lentamente en una diosa aficionada de chuparme la polla y hacerme una paja.

-¿Has invitado a algunas de tus putas?- Samantha me preguntó, tomó mi brazo mientras caminábamos con mi familia detrás.-O bien, lo podemos mantener en secreto como antes.-Ella otra vez comenzaba a dudar, creyendo que la estaba engañando con todo Toronto.

-¿Por qué tendría que invitar a algunas de mis putas cuando mi principal puta se niega a alejarse de mi lado?-Saqué mi brazo de su agarre, poniendo los ojos en blanco para entrar por la puerta principal. El olor de las hamburguesas se podía sentir en el aire, junto con el sonido de la risa en el jardín.

Jacinta pasó junto a nosotros.-¿Vas realmente a dejar que te llame puta?-Sammy miró de arriba a abajo, y Jacinta alzó una ceja.-Wow, que relación de amor que tienen, es tan buena que van a estar casados por el resto de vuestras vidas.- El sarcasmo era evidente.

-No tienes vida amorosa, Jaz, lo que significa que no puedes opinar sobre la nuestra.-Replicó Samantha, tirando de mí hacia el jardín. Mi cuerpo percibió el calor en Toronto, y mis ojos se volaron a los ojos de Kylie quien, estaba rebotando en el trampolín con Amber, su cuerpo cubierto por nada más que un vestido blanco de verano, su ropa interior roja era visible cada vez que saltaba, y era todo lo que Matty quería ver.

Tuve que forzarme prácticamente para no mirar fijamente con la boca abierta, imaginando lo emocionante que podría ser follarla en el trampolín y hacer que grité mi nombre allí.

-Aparte la mirada, son niños.- Dijo Samantha entre dientes, golpeándome en las costillas con una mirada deslumbrante en su cara mientras me daba una cerveza y un perro caliente.-Y tienen la edad de tu hermana por no recordarte. Es espeluznante como el infierno.

-Estaba admirando el árbol. -Le sonreí inocentemente, con la botella en los labios y paseando junto a Kyle que estaba sentado al lado de la piscina.

Tal vez es grosero que me sienta atraído a alguien que es más joven, pero sería igual de grosero no querer tratarla como a un princesa entre las sábanas de mi cama, e incluso si eso significa esperar hasta que ella tenga dieciocho años. Algún día voy a llevarla de viaje.

Y voy a disfrutar y apreciar cada momento con ella.

La quiero, más de lo que he querido a alguien antes, y ni siquiera por que sea como una cachorra de mis deseos, estoy atrapado para tratarla como a la única mujer en mi vida, y con ganas de amarla.

Amándola sería egoísta de mi parte, y probablemente el mayor error de mi vida, mi problema es que cuando me enamoro, me enamoro profundo y fuerte, con ganas de tener esa persona para mí y nunca dejar que nadie más la toque. Cuando me enamoré de Samantha por primera vez, era un amor que todo lo consumía, y luego se convirtió en una mujer muy pegajosa, suponiendo siempre que la estaba engañandocada vez que salía con mis amigos, y al final ella misma me empujó a engañarla.