Oblivion |Época De Los Merodeadores|

Capítulo 59

—La Cita De Alice—

Las clases habían vuelto a comenzar a comenzar, como todos los años con una broma se inauguración de Los Merodeadores, que en ese caso fue como convertir a todos los demás alumnos en personas de color azul, amarillo, verde y rojo durante una hora entera. Nadie se pudo librar de los colores hasta que pasó su tiempo de eficacia y entonces todo cobraron su color natural se piel.

Gus y Hesper, entraron como cualquier año. Tranquilos. Ese año Rick cursaba quinto, donde se hacían los TIMOs, y el chico parecía más nervioso de lo que Hesper lo había visto nunca. Solo era un miserable examen por asignatura de nada, no hacía falta preocuparse. O eso pensaba ella.

Después de la cena fue a hablar con Evan porque este la había requerido y a solas. Fueron a un jardín trasero y él le habló acerca de la magia negra, la que ellos practicaban.

—Quiero dejarlo. —Dijo el chico de repente.

Hesper se giró a mirarlo impresionada. Él fue quien se ofreció a ayudarla el primero, ¿que le ocurría entonces?

—¿Por qué? —Le preguntó.

—Es... —Negó y se mordió el labio sin saber como explicarle.— Piper, escúchame. Voy a contarte algo que sé que no irás diciendo por ahí, pero que aún así quiero que me prometas que no hablarás.

—No hablaré. Te lo juro, Evan. —Prometió la chica.

—¿Te has fijado en todas estas desapariciones y muertes, cierto? Pues son obra de él. Todo está bajo su mandato. —Le explicó este mirándose las manos.

—¿Bajo el mandato de quien? —Quiso saber Hesper confundida.

—De Voldemort. —Dijo Evan en un susurro casi inaudible. Como si pronunciaría ese nombre a menos que fuera una urgencia.

—¿Él es quien dirige a los Caballeros de Walpurgis?

—Ahora se hacen llamar mortífagos. Pero son los mismos, sí. —Afirmó el castaño.

—¿Y por qué me cuentas esto? ¿Que tiene que ver con que dejemos de practicar? —Se extrañó la de ojos zarcos.

—Hesper. —Dijo Evan seriamente.— No te das cuenta, pero eres una mente brillante, una de las mejores que posee este colegio. Me atrevería a decir la mejor. Y además, te juntas conmigo como si no hubiera rivalidad entre nosotros y los que están en tu lado de la orilla.

—No sé que intentas decirme, Evan. —Negó esta mirándolo con ceño.— ¿Quieres cortar conmigo?

Eso pareció llegarle como un guantazo en la cara a Evan, que se giró a mirarla con ojos muy abiertos.

—¡No! Te quiero, no pienso cortar contigo. —Le dijo este indignado.

—Bueno, por como hablabas... —Murmuró esta juntando las piernas.

—Iré directo al grano. Hesper tu familia es una de las más antiguas del mundo mágico, como la mía. Tú abuelo, lo conocen todos pero nadie se atreve a hablar de él por lo sucedido. —Se pasó la mano por los ojos y la miró.— Está reclutando gente. Él. Empieza con las familias más antiguas y sin corrupciones, no te ofendas. Empieza por Slytherin, es decir nosotros y todos los que están saliendo del colegio como Lucius o Travers.

—¿Que van a hacerte? —Preguntó la chica temerosa.

—No lo sé, pero mi familia ya ha apostado por el bando en el que estará. Obviamente, en el que defiende los ideales puristas. —Murmuró el chico.— Por eso quiero que dejemos de practicarla.