Uno; ❀

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- Y recuerda, se duerme a las diez no sin antes de que le lean un cuento, no le des muchos dulces, le da insomnio y esta interactivo todo el día, es alérgico al maní y por favor... -Hizó una pausa para después tomar a la castaña de hombros.- Cuidalo mucho.

Bill antes de irse, le dio una lista de cosas a Mabel para los buenos cuidados de Will.

- Claro, no te preocupes. ¡Will esta seguro conmigo! -Sonrió.

- Confío en ti. -La miro serio para después ponerse a la altura del menor.- Bien, tengo que irme.

- Vuelve pronto... -El menor lo abrazo mientras unas pocas lágrimas caían de sus mejillas.

- No llores, volveré pronto, lo prometo. -Se separo para dedicarle una sonrisa y mirarlo frente a frente.

- Ay, yo también te extrañare. -La castaña fingió quitarse una lágrima mientras sonreía.

- Yo no. -Respondió. La castaña lo miro mal.- Bueno, hasta pronto.

- Adiós. -Se despidieron los dos al unísono.

Will volteó a ver a la castaña, el cual esta sólo tenía la mirada aún fija en el rubio.

- Eh... Señorita Mabel. -Empezó a jalarla de la blusa.

- ¿Eh? -Se volteó a verlo.- ¿Qué quieres? -Preguntó restándole importancia.

- ¿P-podemos pasar? Me esta dando frío... -Cuestionó con duda, Mabel bufo y asintió un tanto molesta.

Pasaron a la gran mansión de los Gleeful's, Will estaba asombrado, tal vez no seria tan malo quedarse ahí por unos días.

- ¡Idiota ya llegué! -Gritó la castaña mientras subía las escaleras.

El pequeño niño peliazul se quedó solo, pero no le importo, veía a su alrededor, un muy bonito lugar.
Había muchos lugares por ver en la gran casa, pero como el viaje fue un poco largo, fue a la sala, en uno de los sofás, pero este era individual, grande, cubierto de piel, muy suave. El menor no lo pensó dos veces y tomó asiento, mientras veía de reojo un pequeño librero donde estaban acomodadas varías figurillas de cristal, marfil y demás.

Todo lo que le atrae a un niño.








La castaña subió las escaleras a la habitación de su hermano gemelo, el cual éste estaba en su cama leyendo.

- ¡Ya llegué~! -Exclamó posando en el marco de la puerta.

- Felicidades -Respondió éste sin despegar su mirada en un libro.- ¿Te aplaudo?

- Ugh, amargado. -Contestó la otra haciendo una mueca y acercándose a él.

- ¿Te despediste del rubio oxigenado? -Ahora si había levantado la mirada para ver a su hermana que se había acostado a un lado de él.

- Sí, y adivina. -Sonrió.

- Dime que no te tragiste a otro pez suyo, porque esta vez yo no me haré cargo. -La miro seria.

- ¡No! -Exclamó.

- Qué bien... -Volvió a su lectura.

- ¡Traje a su pequeño hermano! -Dijo.

- ¡¿Qué?! -Levantó la mirada.- ¡¿Un niño?! ¡¿AQUÍ?! -Se levantó de su cama dedicándole una mirada de furia.- ¡Vas a matarlo!

- Dipper es sólo un niño -Se levantó y se cruzo de brazos.- ¿Qué puede hacer?

Crack.

Dipper miro con enojo a su hermana mientras que esta ponía una pequeña sonrisa sincera.

Los dos gemelos bajaron rápidamente las escaleras encontrándose con el peliazul a un lado de una figura «Ya rota» en el suelo.

- Y los dos lo vamos a cuidar. -Dijo la castaña.

- ¡¿Qué?! -Murmuró enojado.

- Mis problemas son tus problemas hermanito. -Rió.- Y ahora es tu turno. -Comentó mientras se retiraba del lugar.

- ¡¿Por qué?! -Le grito molesto.

- ¡Yo lo venía cuidando el camino! ¡Es TU turno! -Le devolvió el grito mientras subía las escaleras y cerraba de golpe su habitación.

Dipper dejo salir un pesado suspiró mientras se dedicaba a ver a Will.

- Este será un trabajo difícil... -Murmuró cruzándose de brazos.

Y vaya que lo seria.

Niñero ❀Dipwill❀Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum