;Diez ❈

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Era un día tranquilo para el Gleeful, pues sin su hermana y el menor en la casa se sentía en el paraíso.

Tenía suerte que Mabel se había llevado a Will a dar un paseo por el pueblo, y no, no es que Will quisiera ir al pueblo, si no por la castaña para no ayudarle a su hermano con un poco del aseo de la casa.

Pero aún así, Dipper se sentía en el cielo.

Pasando el plumero por las habitaciones y paredes, justo cuando Dipper esta quitando el polvo de un cuadro por el pasillo, pudo observar que no era un cuadro cualquiera, pues al quitar cada vez más el polvo, la pintura del cuadro iba desapareciendo.

Siguió quitando todo ese polvo, hasta acabar con todo el cuadro.
Encontró un pequeño pomo »lo cual hacia que la pintura tomara una forma 3D« y lo giro, encontrándose con una puerta.

No le sorprendía que algo así apareciera, pues la mansión era de sus tíos abuelos, los cuales ahora estaban de vacaciones por quizá un largo tiempo.

Entro a la habitación examinandola, nada fuera de lo normal.

Encontraría una forma de hacerla útil, como una pequeña librería o su cuarto secreto. No estaba mal.

Pero recordó... Will últimamente iba a media noche al cuarto del castaño, pues decía que el lugar en donde dormía daba miedo y estaba muy frío. Y eso a Dipper le molestaba.

¿Lo que estaba pensando, era buena idea?







— Gracias por el helado Mabel —Hablo el menor dándole una probada a la golosina de hielo.

— Ni lo menciones. —Respondió la otra feliz, dandole un sorbo a su malteada.

Al parecer Mabel y Will iban llevándose de poco a poco mejor.

Un gran silencio los atormentaba de camino a casa, pero Will decidió romperlo.

— ¡Hey! ¿Me va a contar más sobre el señor Dipper? —Cuestionó el menor con duda mientras alzaba una ceja.

— ¿Eh?

— Bueno, la otra vez en la bañera dijo muchas cosas sobre él. ¿Me va a seguir contando?

— Eh, Will... —Hizo una pausa— Sinceramente, hay cosas que no debes de saber. —Se puso a su altura mientras lo miraba a los ojos y tomaba sus hombros.

— ¿Por qué? —Hizo un puchero.

— Son... —Suspiró— Son cosas de adultos. —Se levantó y siguió caminando.

El peliazul quería saber que pasaba con el castaño.
Quería saber lo que sucedía para poder ayudarlo.



Pocos minutos después llegaron a la mansión, todo tranquilo, solo que no estaba Dipper.

— ¿Dipper? —Exclamó su hermana para saber si había rastro de él.

— ¡Arriba! —Se escucho una voz, era del castaño.

La castaña y el menor subieron escaleras para encontrarse con Dipper en la habitación que había encontrado.

Pero a lo que Will más le gusto fue que todas sus cosas estaban en ese gran cuarto.

— Will, ahora dormiras aquí. —Hablo el mayor.— Si necesitas algo nuestras habitaciones están al fondo.

No hubo respuesta alguna, solo una gran sonrisa y un gran abrazo del menor, mientras murmuraba muchas veces "gracias."

Niñero ❀Dipwill❀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora