♡Veintiuno

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—Más tarde esa noche.—

La luz de la luna caía, alumbrando la pequeña habitación del menor, el cual este ya hacia plácidamente dormido.

Pero justamente, entre abrió sus ojos ya que se escuchaba que alguien golpeaba su ventana.

Se tallo los ojos, se puso de pie estirándose y con su mano derecha agarrar su preciado peluche para dirigirse a la ventana.

La abrió llevándose una sonrisa en su rostro.

— ¡Señor Dipper! —Exclamó.

— Shh... ¡Will! —Exclamó en voz baja para después sonreirle.

— ¿Qué hace aquí...? —Murmuró retirándose de la ventana, llevándose su mano a su barbilla.

Aunque luego tuvo una idea, dejo a su peluche en su cama, tomó un pequeño banco para poder subir a la ventana.

El castaño que aún tenia su mirada fija en el cuarto de Will, se sorprendió por lo que él menor iba a hacer.

— ¡Will! —Murmuró entre dientes.— ¡¿Qué estás haciendo?!

— ¡Atrapeme!

— ¿Eh?

Y sin más, el menor salto, Dipper ahogo un grito y se acerco a la posición justa en donde caería el peliazul.

El menor rió al caer en brazos del mayor, Dipper lo miro serio.

— ¡Otra vez!

— Will, no. —Respondió para después bajarlo y ponerse a su altura.

Pocos segundos después, Mason lo abrazo, haciendo que el menor también aceptara su abrazo.

— ¿Cómo estás...? —Cuestionó.

— Bien... ¿Y usted?

— Eh, no me quejo... —En realidad mentía, lo extrañaba, extrañaba a ese niño que lo hacia reír, extrañaba esa energía positiva que tenia él en la mansión, extrañaba hablar con él junto a su hermana.

Lo extrañaba.

Bien... —Se separaron frente a frente.

Will estaba feliz por verlo, aunque borro esa sonrisa al recordar lo que le dijo su hermano. Agachó su cabeza llevándose su mano izquierda a la mano derecha.

— ¿Sucede algo? —El mayor noto esto, no pudo evitar preocuparse.

— Usted... ¿Es cierto que usted daño a mucha gente? —Cuestionó con la voz quebrada.

Dipper abrió los ojos como platos.

— ¿Cómo...? —Suspiro.— Y-yo lo lamento, pero eso fue ya hace tiempo, y sé... Sé que lo que hice estuvo mal.

El castaño se detuvo al ver que aún así el menor tenia la mirada abajo.
Ya entendía a lo que se refería.

— W-will... —Volvió a abrazarlo.— Si crees que yo te iba a hacer daño ni loco, no... ——Lagrimas brotaban del pequeño niño.— Eres un niño especial y nunca te haría eso.

— ¿E-en serio...? —Volteó a mirarlo a los ojos. Estaban llenos de esperanzas, sueños, fantasías, que estuvieran a punto de romperse.

— En serio... —Respondió pasando su dedo índice en sus mejillas para quitarle las lágrimas.

Will volvió a abrazarlo recargando su rostro en su hombro.

— ¿Sabe...? Si yo lo hubiera conocido mucho antes... Seria su amigo. —El Gleeful ahogo un suspiro.— Así nada de eso hubiera pasado...

— Eres muy tierno... —Tosio para disimular su voz apunto de quebrarse.—  ¿Pero sabes? —Lo separo poniendo sus manos en sus hombros y viéndolo frente a frente.— Tú eres mi amigo —Toco su nariz— Y es lo único que me hace feliz. —Sonrió.

El pequeño peliazul le devolvió la sonrisa.

— ¡Will!

Los dos voltearon a ver a sus espaldas, encontrándose con un rubio no tan feliz.

— Alejate de él... —Murmuró.

— ¡B-bill!

— ¡Cipher! —Mason se puso de pie.

— ¿Qué te dije que no te quería ver con él?

— ¡P-pero Bill! —El menor trato de defenderlo, pero fue en vano, ya que este se acerco a este y lo tomo del antebrazo.

— Esta es la ultima vez que me desobedeces....

— ¡D-duele! —El menor trataba de liberarse del agarre.

— ¡Cipher, dejalo en paz! —Exclamó el Gleeful molesto.

— ¡Alejate de mi hermano, Dipper! ¡Está es la última vez, y si te veo otra vez con él juro que llamaré a la policía!

— ¡Señor Dipper...! —Sus ojos de nuevo se humedecían, no podía creer lo cruel que podría llegar a ser su hermano.

Mientras que Bill trataba de meterlo de nuevo a la casa, el menor mordió su brazo, haciendo que lo soltara, así tomando tiempo para ir corriendo a abrazar al castaño.

Dipper al ver esto no se negó dos veces y lo abrazo, mientras que de nuevo lágrimas caían.

El rubio se volvió a acercar al peliazul y lo separo del mayor, logrando por esta vez meterlo a la casa, azotando la puerta.

Dipper estaba histérico, enojado, quería golpearlo, necesitaba golpearlo.

— ¡No puedes hacer esto, Cipher! —Grito— ¡No importa a quién llames, no me interesa, me vale una reverenda mierda! ¡Voy a ver a ese niño, te guste o no!

Mientras que en la habitación del menor se escuchaban los gritos del castaño. Will tenía aún lágrimas en sus ojos mientras que Bill estaba recargado en el marco de la puerta.

— ¿Por qué haces esto...?  —Pregunto entre jadeos.

— Es por tu bien. —Fue lo único que dijo para apagar su luz y irse de su habitación.

Todo se había vuelto oscuro de ahora en adelante.

Niñero ❀Dipwill❀Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu