;Nueve❀ 「Especial」

5.8K 840 347
                                    

La noche caía y varios niños salían, pues ese día era Súper Halloween.

Los gemelos les encantaba ese día, no salían a pedir dulces pero sí a quitárselos a los niños.

Mientras preparaban la mansión, el menor bajaba las escaleras con un disfraz de un pirata, y en sus manos una bolsa con una calavera.
Will se acerco al castaño y lo halo del pantalón, el cual hizo que este se volteara a verlo.

— ¿Y eso? —Pregunto extrañado.

— ¡Iré a pedir dulces! —Respondió mientras lo tomaba de la mano.— ¡Ven!

— ¿Qué? —Se soltó de su agarre.— No, no, no. —Se cruzo de brazos— Yo no voy a ir a pedir dulces, Will.

— P-pero... Bill siempre me acompaña... No puedo ir solo. —Hablo bajando la cabeza.

— Bien... Pero yo pienso que ya tienes la edad suficiente para pedir dulces solo. —Le sonrió mientras lo dirigía a la puerta de la mansión y se la abría.— Así que no te preocupes, te diviertes, nos traes muchos dulces, adiós. —Y le cerro la puerta.

Mientras se dirigía a su habitación una voz lo interrumpió y esa voz no era más que la de su hermana.

— ¿En serio lo dejaras andar solo? —Cuestiono.

— Sí, debe de cuidarse solo, Mabel.

— Muy bien, pero si lo recuerdas, no es nuestro hermano, lo estamos cuidando a mi novio.

— El que nunca te aceptara... —Murmuró.

— ¡Y si él se entera de que le paso algo a Will, nunca me volverá a hablar..! —Hizo un puchero.

El castaño suspiro mientras llevaba una mano a su cara. — ¿Y qué quieres que haga?

— ¡Ve y acompañalo! Por dios Dipper, al parecer soy la única que piensa.

El mencionado acepto a regañadientes y salio de la mansión, tenia suerte de que el menor estuviera aún cerca.

— ¡Will! —Exclamó, el mencionado solo se dio la vuelta viéndolo con una gran sonrisa.

— ¡Señor Dipper! —Rió— ¡Si vino!

— Sí, sí... —Suspiró— Bueno andando.




Una corta caminata después ya habían llegado al pueblo.
Dipper sólo esperaba a que el menor fuera a una casa y seguirlo, pero en vez de eso sólo se quedaba ahí parado y sonriendo.

— Hey... ¿Por qué no vas a una casa?

— ¿Eh? Oh, bueno... —Hizo una pausa— Yo nunca pido dulces...

El castaño se quedo boquiabierto, ¡¿cómo era posible eso?!
¡¿Lo había traído para nada?!

— Así que Bill solo me trae para ver a los niños... ¡Y disfrazarme! —Sonrió para después bajar la cabeza.

A Dipper se le achicó el corazón, y tenia un gran pensamiento en mano.

Bill era un idiota sobreprotector.

Así que molesto, tomo al menor de la mano y empezaron a andar.

— ¡¿A-a dónde vamos?!

— A pedir dulces.

— ¡P-pero, y si pierdo el control?!

— Escucha Will. —El mayor se puso a su altura y lo tomó de los hombros.— Tú eres capaz de controlarte a ti mismo, nadie te puede decir que lo que hagas está bien o está mal, si te hace daño o no. ¿Entendido? —El peliazul asintió.— Bien, entonces vamos.








Más tarde, llegaron a la mansión riendo, y hablando, les había ido bien recolectando caramelos, y ¿por qué no? Bandalear un poco, como tirando papel higiénico en casas, aventar huevos a las personas, se la habían pasado genial.

Y simplemente, Dipper tenia razón, Will ya había comido más de tres dulces y no había pasado nada.

Ahora no tenia que preocuparse de nada.





Niñero ❀Dipwill❀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora