Capítulo 10

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— Vamos Arthur, se hace tarde — Gritó la Sra. Weasley desde un pequeño auto.

— ¿Ginny? ¿Ron? ¿Hermione? ¿Harry? ¿Todos dentro? — Preguntó el Sr. Weasley cargando las pertenencias de su hija Ginny dentro del maletero.

— Todos dentro — Dijo Molly desesperada.

— Ron, ayúdame, esto no cabe —

— Enogrio — Dijo Ron casi sin pronunciar y apuntando con su varita el maletero del auto. El Sr. Weasley sonrió libremente y palmeo la espalda de su hijo Ron.

— Ni una palabra a mamá —

— Soy como una piedra — Respondió Arthur en un susurro.

— ARTHUR, RON Suban de una vez por todas al auto, por las barbas de Mérlin — Dijo Molly dentro del auto tocando la bocina.

— Mejor nos apuramos padre —

Y así fue comenzó el viaje de regreso a Hogwarts, en el típico auto prestado del ministerio de magia y los Sres. Weasley sentados en la parte delantera. Hermione, Harry, Ron y Ginny apretujados en los asientos de atrás, a mitad del recorrido Ginny decidió aplicar un hechizo "reducto" mentalmente para reducir el tamaño de la jaula de Pigwidgeon y así las piernas de todos se sentían menos apretadas.

— Gracias — Susurró Harry al oído de Ginny.

— No hay de que, tú me enseñaste — Murmuro ella de regreso.

Unas horas más tardes llegaron a la estación de tren de King Cross, lograron bajar las pertenencias de todos del maletero sin que Molly se diese cuenta del hechizo que habían realizado y se dirigieron al andén número 9 y 3/4. Muchas personas estaban allí ese día, todos con sus ropas Muggles, algunos se despedían de sus familiares y abordaban a sus trenes, en el andén número 8 Harry vio a una niña llorando porque su padre viajaría por unos días, no pudo evitar acercarse a ella y a su madre.

— Mami ¿Cuándo vendrá papá? —

— En unos días Marie —

— ¿Te prometió que vendría? — Intervino Harry. La niña dudó en responder y luego asintió con su cabeza.

— Lo hará, toma algunos chocolates, te sentirás mejor — Dijo Harry sacando unas bolsitas de chocolate Muggle de sus bolsillos, acostumbraba a llevar unos siempre consigo.

— Gracias — Dijo Marie y Harry alcanzó a los Weasley en el espacio entre el andén 9 y el 10.

— ¿Listos? — Preguntó Molly. Harry estaba dispuesto a responder.

— ¿Harry? — Dijo una voz tras él. Harry se volvió y no podía creerlo, era su tía Petunia y su primo Dudley.

— Ho... Ho... Hola — Petunia se abalanzó sobre él y lo abrazó fuertemente. Harry quedó perplejo, ¿Qué hacia su tía y su primo, las personas que odian la magia, en un lugar como aquel donde prácticamente habían solo familias de magos esperando por embarcar al expreso de Hogwarts? ¿Por qué Petunia, la que siempre le tuvo asco, ahora está abrazándolo fuertemente? Harry no entendía ni un pelo de todo esto. Cuando por fin Petunia dejó de abrazarlo Harry pudo respirar con normalidad y estrechó la mano extendida de su primo.

— Dudders — Dijo Harry y Dudley apretó con más fuerza su mano. Luego Harry pensó que había sido mala idea llamar a su primo de esa manera, él sabía cuánto Dudley odiaba que lo llamasen de esa forma.

— Nos vemos en un rato Harry — Dijo Arthur Weasley y desaparecieron por el andén 9 y 3/4 dejando a Harry con su tía Petunia y con su primo Dudley.

Harry Potter: Después De La Segunda Guerra MágicaWhere stories live. Discover now