Capítulo 21

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Hermione estaba sentada en la sala de la madriguera con una fotografía en sus manos. Sin pensarlo mucho Harry se acercó en silenció hacia ella poniéndole una mano en la espalda. Ella se limpió rápidamente la mejilla por la que le bajaba una lágrima.

–Hermione, ¿estas bien? –

–Lo estoy Harry. – La voz se le quebró. Harry se sentó a su lado en el sofá y así pudo ver mejor la foto que Hermione sostenía aferrada a su pecho. Se mostraba una Hermione de unos 10 años, con su cabello completamente rizo y con una gran sonrisa que mostraba unos grandes y blanquecinos dientes, claro, ambos de sus padres son dentintas. Ella estaba recibiendo regalos de navidad por parte de sus dos padres y cada uno le besaba un lado de la mejilla. –Lo siento Harry pero los extraño mucho, nunca había pasado tanto tiempo sin verlos... sin saber de ellos –Por fin dijo, otra lágrima corrió por sus ojos. –Lo siento Harry, sé que esto puede ser egoísta.... –Dijo cuando recordó que Harry nunca tuvo la oportunidad de recibir regalos y besos de sus padres.

–No Hermione, no es nada egoísta; se que para ti es mucho más difícil aún, claro me hubiese gustado pasar tiempo con mis padres, pero estoy acostumbrado a estar sin ellos, en tu caso eso no es así. Los encontraremos Herm. –

Ambos se quedaron en silenció por unos momentos y Hermione comenzó a sacar algunas fotografías más que tenía en una pequeña caja.

–Aquí tenía 1 año y estaba comenzando a caminar, en esta otra comía pastel y mi padre apenas comenzaba a tener mechones blancos en su cabello. Y aquí – Dijo señalando una fotografía más pequeña –Estaba muy molesta porque saldría en la foto del anuario y ahora que me veo ¡que horrible estaba mi cabello! – Hermione rió apagadamente y Harry le sonrió. Una fotografía cayó al suelo y Harry la tomó entre sus manos. –Ah, en esa... fue el día que recibí la carta de Hogwarts y Dumbledore vino a explicarle a mis padres todo el asunto de la mágia – Se detuvó y otra lágrima corrió por su rostro hasta su pierna.

–¿Qué sucede? – Era una pregunta un tanto estúpida pero Harry tuvo la necesidad de hacerla.

–Más de lo mismo, no me arrepiento de esto Harry, pero a veces siento que tuve la culpa de todo, si no hubiese nacido con poderes mágicos mis padres estuvieran vivos –

–¿Qué dices Hermione? Gracias a que ers bruja, estamos a salvo, el mundo mágico esta a salvo. Gracias a eso Volemort murió y estoy completamente seguro que tus padres están vivos y están bien – Harry con su pulgar borró una lágrima del rostro de Hermione y la abrazó fuerte. Sus frentes se mantuvieron juntas –Ellos estarán orgullosos de ti cuando recuperen la memoria y aquí vendrán a pasar las naviades con todos nosotros, con los Weasleys, con tus hijos... –Harry le susurró.

–Gracias Harry – Ambos sonrieron y Harry le ofreció una mano para levantarse. Ella terminó de limpiarse las pocas gotas que quedaban en su cara.

–Prométeme que no llorarás más –

–Te lo prometo – Hermione abrazó a Harry por última vez antes de ir a su habitación para vestirse para la cena de año nuevo.

Eran las 19:30 horas y el olor a pavo ordeando invadió toda la madriguera, Harry estaba poniéndose una muda de ropa que había comprado unos días antes en Hogsmeade, guardó en una pequeña cajita un collar con un corazón grabado en el. Desde el momento que lo vió había decidido comprarlo para Ginny. Luego de acomodarse la corbata frente a un pequeño espejo y de alardear sobre su traje frente a Ron y Draco decidió ir a la habitación de Ginny. –Vuelvo en un segundo –Dijo cerrando la puerta.

–Hola – Dijo Ginny abriendo la puerta tras haber sido golpeada por Harry.

–¡Wow! Te ves mejor que nunca. – Ginny vestía un vestido de color blanco que caía sobre sus muslos y su cabello rojizo en un moño bien elaborado.

–Puedes agradecer a Hermione, ella me ayudó a vestirme – Harry miró dentro de la habitación, Hermione estaba tan hermosa como Ginny. – Tu no te ves nada mal tampoco –Se sinceró en voz muy baja para que solo Harry escuchara.

–Estoy lista, los espero abajo – Anunció Hermione saliendo con su vestido rojo como lehabía prometido a Ron.

–¿Quieres pasar? –

Harry asintió con la cabeza y dio un paso hacia adelante entrando a la habitación –¿Está esto permitido? –

–¿Por qué no? – Ginny rio. – No muerdo, puedes acercarte – Harry se acercó y le dio un beso corto de los labios. Ginny subio un brazo al cabello de Harry y lo comenzó a despeinar y cerró la puerta rápidamente con su mano desocupada. Harry rio por lo bajo.

–¿Sabes cuanto me costó peinarme? –

–Vamos, puedo hacer algo mejor con tu cabello – Ginny volvió a subir sus manos al cabello de Harry y lo besó una segunda vez.

–Te traje algo –Dijo Harry luego del beso. Sacó el collar de la cajita. –¿Te gusta? –Ginny lo tomó entre sus manos y luego se puso de espaldas para que Harry se lo colocará.

–Es perfecto, gracias –

–Ahora me debes algo... Peiname porque tú misma dejaste un desastre allí arriba –Ginny rio y comenzó a peinar a Harry con un peine que estaba en su mesa auxiliar. Al cabo de varios intentos fallidos Harry estaba "peinado"

–Gracias... Creo que tendras que hacerlo más a menudo, quede mucho mejor –

–Cuando usted quiera señor Potter. –

Cuando bajaron a la cocina ya todos los Weasleys, Hermione y Draco estaban sentados en la mesa esperando por los faltantes para comenzar la cena de fin de fin de año. Harry sintió un poco de pena pero se calmó rápido. – Espero que no hayan pensado nada extraño – Pensó

–Gracias por todo Señores Weasley. –Dijo Draco sin más.

–La comida está deliciosa –Comentó Hermione para acabar con el momento incomodo por el comentario positivo proveniente de Draco Malfoy.

La Sra. Weasley se sintió halagada por todos los buenos comentarios.

–¡Miren la hora!, se ha hecho tardísimo. Casí es año nuevo. – Gritó el Sr. Weasley.

–Vengan, hagamos una rueda – Grito aún más emocionada Molly Weasley.

Todos los presentes hicieron una rueda en la sala teniendo cuidado de no apretar mucho la pancita de Fleur. Y comenzaron la cuenta regresiva.

–10...9...8...7...6...5– Harry tomo la Ginny más fuerte que nunca. Con cada número que se escuchaba a coro más fuerza había en el agarre de sus manos. – 4...3...2... ¡Feliz año! – Todos saltaron de alegría y comenzaron a abrazarce para desearse un nuevo comienzo de año. Ginny con más euforia que nunca se acercó a Harry y lo besó de golpe en los labios. Todos voltearon a ver. Harry moría de pena, se hizo un silencio incomodo y el Sr. Weasley los vio fijamente. Harry sostuvo la mano de Ginny.

–¡Bénditos sean los novios! –Gritó con emoción y todos rieron a lo grande. 

Harry Potter: Después De La Segunda Guerra MágicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora