Capitulo 2

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Estaba en la cafetería del instituto con Jeremy, que me estaba contando toda la ultima temporada de Glee y yo nisiquiera le escuchaba. Sus ojos no querían abandonar mis pensamientos. Había soñado con ella, no recordaba muy bien su cara, nisiquiera ya recordaba del todo su cuerpo, pero la viva imagen de sus ojos sí permanecía intacta.

- Oye Mila, ¿Te puedo hacer una pregunta seria? - me inquirió Jeremy, despertandome de mis sueños.

-¿Y si preguntas directamente y te dejas de tonterías? - le dije asqueada. Otra noche sin dormir. - ¿para que me preguntas si me puedes hacer una pregunta?

- Eh, relaja doña Buen Humor... - me hizo una mueca fea - Pero en serio, tengo curiosidad. ¿hay algo entre Matt y tú? - casi me atraganto.

- Ehm, ¿Matt? - reí - Nah, somos amigos, compañeros de clase... - bebí de mi zumo.

- ¿Seguro? - me miró fijamente, me encogí de hombros aún con la pajita del zumo en la boca - ¿Ni te importaría que intentase ligar con él? - abrí los ojos como platos y me salió el zumo por la boca. Jeremy chilló cuando le manché el pantalon- ¡Jolin Camila! - yo no podía parar de reír.

- Todo tuyo, Jeremy... Pero, ehm... No creo que le vayan los chicos. - lo dije muy sinceramente.

- Ya, he visto como te mira. - empezó a frotar violentamente la mancha de su pantalon- Pero, por intentarlo no pierdo nada.

- ¡Esa es la actitud!- le dije aún riendo.


Tenía una hora libre esa día porque la profesora de artes plasticas había tenido que ir al entierro de un tío abuelo o algo así. Las chicas con las que iba a esa clase me dijeron que si quería ir con ellas a las escaleras de afuera del instituto que iba a ser bien recibida. La pobres intentaban hacer que me integrase y eso me gustaba. En aquel instituto la gente parecía muy simpatica. Les dije que iba a dejar unas cosas en mi taquilla y que después iba con ellas, me sonrieron y las vi marchar. Empecé a caminar por el corredor, oía música y empecé a dar saltitos, asegurandome de que no había nadie por ahí para ver mis desastrosos pasos de baile. Jamás fui buena bailando. Abrí mi taquilla y dejé el estuche. Cuando la cerré y me di la vuelta me encontre de frente a la profesora de baile. Esa mujer era realmente atractiva.

- ¿No eres de aqui, verdad? - me preguntó sonriendo.

- No - sentía mis piernas temblar.

- Te vi cantando en el metro el otro dia, - me salió un "ah" como respuesta - Y también te he pillado varias veces espiando en mi clase - me guiñó un ojo.

- Bueno, espiando... Sólo curioseando - le sonreí, haciendome la inocente.

- Ahora mismo tengo a un grupo pequeño - empezó - Y creo que la profesora Cenna no ha venido, ¿Me equivocó? - preguntaba por mi profesora de artes. Negué con la cabeza. Ella sonrió - vente, te dejo espiar desde dentro.

Abrió la puerta de su clase y casi me empujó adentro. Había cuatro chicas, sentadas en una esquina, vestidas con ropas deportivas, comodas, que dejaban facilidad para moverse. La profesora me señalo una silla, detrás de un escritorio grande. Supusé que, cuando el aula se usaba para clases normales, esa era la mesa del maestro. Me dirigí a ella y me senté.

-¿Y Lauren? - preguntó la profesora.

- Creo que ha ido al baño. - dijo una chica larga como una escoba. Por la cristalera de la clase vi una cabeza, cabello oscuro. Entonces la puerta se abrió y yo casi me caigo de la silla al ver entrar a la misma chica de ojos claros que me había cruzado la tarde anterior.

-Mas te vale no haber ido a fumar - le reprochó la profesora. Lauren, que ahora ya sabía que ese era su nombre, se encogió de hombros y casi sin expresión se colocó al lado de las otras chicas. Sus ojos se posaron en mí. - Os presento a...- la profesora me miró.

- Camila.

- A Camila, os presento a Camila. - todas me observaron y algunos "hola" me llegaron.

- ¿Reclutando a nuevas inocentes? - preguntó Lauren con una sonrisa maliciosa. Yo enrojecí, la profesora pusó los ojos en blanco y Lauren me guiñó un ojo, - Puedes hablar, no mordemos. - las chicas de esa clase rieron con el comentario. - La pobre es muda... - y más risas. Todas me miraban.

- Ehm, yo... Me esperan fuera, lo siento. - estaba avergonzada y nerviosa. Esa sensación de estar fuera de lugar y de inferioridad, que tanto se apoderaba de mi en mi instituto de Miami, me golpeó de repente. Sé que quedaba muy raro lo que acababa de hacer, pero salí por la puerta casi sin decir nada.

-¡Ya la has asustado! - oí que decía alguien desde dentro.

Caminé despacio por el corredor, en dirección a la puerta. Tenía la esperanza de que mi corazón se calmara antes de encontrarme con las chicas de mi clase de artes. ¿Donde habia huido la Camila con confianza en si misma? Nadie había pedido que mi parte antisocial y rarita volviera de la nada. Decidí recuperar el control de mí vida y sonreí a las chicas que me esperaban afuera del instituto.

-¿Donde tienes la taquilla, en Narnia?- me preguntó una de ellas, que sabía que se llamaba Dinah y que tenía un novio que, a pesar de ser muy majo, no era especialmente listo.

-Esque la profesora de baile me ha hecho entrar a ver su clase - le dije aún sonriendo.

- ¿Alice? - me preguntó una chica peliroja, no me acordaba de su nombre. Resopló. - Ojalá pudiera entrar yo en su clase... ¿habeis visto lo buena que esta? - todas rieron y hasta asintieron. - ¿por qué no te has quedado?

- ¿Os soy sincera? - dije sentandome a su lado. Ellas asintieron de nuevo. - Una chica, que creo que se llama Lauren... Creo que no le caigo bien.

- ¿Hablas de Lauren Jauregui? - preguntó Dinah, me encogí de hombros, no sabía su apellido. - Así como... Cabello largo, oscuro, ojos verdes...- ahí sí asentí con la cabeza. - Ah, ¿Y puedo saber qué te hizo? - su expresión era divertida.

-No, no me hizo nada exacatamente... Sólo se medio burló de mi.

-Ah pero eso lo hace con todo el mundo, Camila - dijo la peliroja y entonces me sentí mal de no saber yo su nombre. - Y es normal... Siendo tan guapa puede tratar mal a quien quiera, tiene derecho. - Dinah la golpeó riendo.

- Que tonta eres... - declaró otra chica bajita, medio en broma. Después me miró a mi- No le hagas caso a Lauren, la popularidad se le sube a la cabeza, se siente con derecho a reirse de la gente.

- Ally tiene razón - admitió Dinah. La peliroja bufó y Dinah la miró- ¿A ti que te pasa ahora?

- Que Camila lleva aqui dos días como el que dice, y Alice le invita a su clase y Lauren se mete con ella... ¡El mismo puto día! -Ally puso los ojos en blanco, Dinah volvió a reir - ¡Que envidia me das! - me chilló.



Las clases acabaron, Jeremy me contó que había oído que Matt estaba enamorado de una chica de su clase y que eso le había roto el corazón. No le creí, él se enamoraba cada semana de un chico distinto. El unico hombre que permanecía en su vida era un actor, creo que se llamaba Ian, que salía en una serie sobre vampiros o algo así. La verdad es que escucho muy poco a mi amigo cada vez que se pone a desvariar sobre series. Recogí mis cosas, ese día no llevaba la guitarra porque al día siguiente tenía examen de álgebra y eso si que no podía inventarmelo, debía estudiar un poco, hacer algunos deberes atrasados y enterarme de qué era exactamente lo que estabamos dando.

-¡Mierda el lbro! - dije de repente a la salida - Me he dejado el libro de matemáticas, voy a buscarlo. ¡Hasta mañana Jems! - le di un beso rapido en la mejilla y entré de nuevo. Me dirigí a mi clase, ya estaba vacía, y busqué en mi pupitre. Ahi estaba el libro. Cuando fui a salir, alguien estaba apoyado en la puerta.

-Hola, preciosa - dijo sonriendo.

- Ehm, Hola... - me puse nerviosa de nuevo. ¿por qué Lauren me ponía tan nerviosa? - tengo prisa si no te importa...- dije intentando pasar.

- Eh, Eh ¿Por qué tanta prisa? - su voz era demasiado para mi. La forma en la que le caía el pelo, haciendo cascada por su espalda, me resultaba demasiado atractiva. Cuando su mano levantó mi barbilla para que la mirase, sentí que el mundo se me movía - Ya te dije antes que no mordía.

-Y ya te oí. - me cansé de la situación, no iba a permitir que otra niña popular me amargase la existencia en ese instituto en el que todo parecía maravilloso, por preciosa que fuera esta niña. Esta vez no. Le aparté bruscamente la mano de mi cara. - Ahora, escuchame tú, te dije que tenía prisa. - ella levantó los brazos en gesto de derrota y me dejó pasar. - Gracias, - y volví a caminar en dirección a la salida, con el libro entre mis manos.

-No pretendía hacerte sentir mal - de repente su voz volvía a estar cerca.

-¿No? -le pregunté ironica.

-Eh, en serio - me frenó, agarrandome del brazo. Ese simple contaco me llenó de mariposas el estomago. - No voy a malas, aunque te digan lo contrario - me guiñó un ojo - Sólo quería ver de que pasta estabas hecha y si me gustaba.

-Y qué, ¿Ya lo has visto? - le pregunté, fingiendo no tener interes en absoluto.

-Ahá.

- pues nada, adios...

-Espera, ¿No vas a preguntarmelo? -dijo incredula.

-¿El qué?

-Si me gusta.

-¿De verdad es esto necesario?

- Sip, si no quieres que tu vida aqui sea un infierno. - me quedé petrificada con sus palabras. "otra vez no" pensé. No quería problemas, de verdad que no. - Eh, que es broma, no te piques - dijo riendo. - Vaaa, monada, preguntamelo, -casi lo suplicó.

- buf, de acuerdo... - hice ver que quería acabar con aquello, aunque por mi me quedaría observandola toda la vida. -¿Te gusta?

- Me encanta. - y volvió a guiñarme un ojo. Sacó un mechero de su bolsillo y salió por la puerta, dejandome de pie ahí, sin saber si debía moverme o no. Vi como su cuerpo se alejaba, a traves del cristal de la puerta. Como se encendía un cigarrillo, como se movía agilmente. De hecho me fije en su trasero, no lo niego. Y casi me costaba tragar saliva en el momento en el que me di cuenta que estudiar algebra era algo urgente para mi. Desperté de mi locura y salí también del edificio. Otra tarde, otra noche, pensando en esos ojos.

One Wish [Camren fic]Where stories live. Discover now