Capitulo 6

28.8K 1.2K 41
                                    



Nota autora: FELIZ NAVIDAD A CUALQUIER HARMONIZER, CAMREN SHIPPER O SER HUMANO QUE LEA ESTO.


-Wow, esto es enorme - dije asombrada ante aquella casa. Nada más cruzar el portal había una escalera de marmol blanco que llevaba a la segunda planta.

-Suele estar vacía, sólo mis hermanos y yo - dijo Lauren cerrando la puerta tras de sí. - Pero tenemos espacio asi que casi ni nos vemos. - parecía no importarle en absoluto. - La sala del piano esta por aquí, ven. - y la seguí por la casa, por la planta baja. Pasamos por un corredor que tenía cristaleras que te dejaban ver el inmenso jardín. Lauren no vivía exactamente en la ciudad, sino a las afueras y aquello era como una mansión. - ¿Alguna vez has tocado el piano? - negué con la cabeza - Yo lo hago desde los cuatro años. La música es lo unico que me mantiene viva - me miró de arriba a abajo - bueno, casi lo unico. - rió al verme claramente incomoda.

-Tú casa es preciosa -dije observando como se recogía la falda para sentarse en la banqueta del piano. Esa chica era realmente perfecta.

-Ala, ya teneis algo en comun - nisiquiera me miró al decir eso. Si lo hubiese hecho me hubiese visto enrojecer a la velocidad de la luz. Abrió la tapa del piano y empezó a tocar. Era una pieza clasica, Mozart. -Va, no te quedes en la puerta -me sonrió, sin dejar de tocar. - cierrala, no me gusta que este abierta - la obedecí. Ella se levantó y acercó a mi, apoyandose en la pared al lado de la puerta.

-¿Por qué me has hecho venir? -pregunté.

-No me gusta el piano del colegio.

-¿Vamos a ensayar?

- Si eso es lo que quieres... -me quedé parada, ella volvió a reirse de mi reacción - eres graciosa, Camz.

-¿Cuanto de graciosa? - le pregunté, entrando en su juego de sonrisas y preguntas. Ella se acercó aun más a mi, me tomó otra vez de la barbilla y me quedé observando sus ojos brillantes.

-Mucho -susurró, poniendo otra vez esa voz que me volvía loca. Tuve que concentrarme para que no me fallaran las piernas cuando ella acercó sus labios de nuevo a mi oído - muchisimo, mirate como estás - seguía susurrando, mi alma se escapó de mi cuando ella besó mi mejilla. Era la segunda vez que lo hacía. - Dime, ¿No has salido con mucha gente no? - se alejó de mi y caminó de nuevo hacia el piano.

-Ehm, no mucha... ¿por?

-Ven, sientate - me indicó el taburete, de nuevo me pedía que me sentara a su lado y, también de nuevo, obedecí. Casi como un zombie. - Sólo te he visto hablar con Jeremy, y sé que es gay. Ah bueno, y Matt, que estuvo pillado de ti - la naturalidad con la que hablaba me mataba - pero ahora está con Normani, así que ni tocarlo, eh? - sonrió - o tendré que matarte. - parecía hablar en serio pero sus amenazas no me daban miedo.

-Matt es un buen amigo - dije - no me interesa.

Sus ojos verdes me escaneaban, posiblemente buscando algun rastro de mentira en mi expresión. Me volvió a sonreír de repente, recuperando esa posé tan suya. Era la persona que más me había sonreido en Nueva York, pero no había conseguido entender ninguna de sus sonrisas. No eran sonrisas de complicidad, ni de alegría, ni por educación. Era como si me evaluara todo el tiempo, como si cada vez que yo hacía algo, tuviese que aprobarlo en algun tipo de examen. Empezaba a creer que las sonrisas eran mi nota, que no eran para mi, sino para ella misma. Para apuntarse mis aciertos.

-No te interesa... - repitió flojito, pasando las hojas de un librito de partituras, sin mirarme de nuevo. - ¿Y que te interesa a ti, Camz? - levantó los ojos a mi. Me encogí de hombros. - Vamos, sé que te interesa la música, te caen bien los marginados sociales, que no tienes ni idea de bailar - me guiñó - sí, te he visto dando saltitos por los pasillos - tuve que reírme de aquello y ella pareció de acuerdo en reirse conmigo - también sé que cantas como los angeles y que vives sola, porque eres de Miami. - acabó de recitar. - Pero, no sé qué clase de personas te gustan.

-¿Que clase de personas me gustan? - sus cuestiones eran extrañas pero esa conversacion me empezaba a interesar.

-Si, no sé. Por ejemplo: Me gustan las rubias que no saben ni contar - dijo - o: Me van los tíos morenos que van de malotes por la vida - reí. Ella volvió a sonreir.

-Dime que te interesa a ti, - le dije sin saber aún qué responder.

-Me parece justo - colocó las partiuras en el soporte - mmm, me interesa la gente que es sincera, con una bonita sonrisa y que parezca que esconden un pasado oscuro detrás. - la miré, ella rió de nuevo - Gente con quien se pueda hablar, que no sean simples marionetas, con algo de inteligencia, gente que le guste la música, sencillez basicamente. -me quedé descolocada no me esperaba eso.

-Uy, pues George es todo eso y más eh? - dije sarcastica. Ella rió aún más fuerte. - ¿Por qué estas con él?

-Camz, una cosa es lo que me interesa y la otra lo que me distrae - ya empezaba a acostumbrarme a ese "Camz" - George está bueno, no me lo niegues.

- ¿Ya os habeis arreglado por lo del otro día? -pregunté, curiosa.

-¿Te han contado por qué se enfado? - asentí. - Ai, que colegio de chismosos... - en eso tenía razón. - sí, nos hemos arreglado, los chicos son simples.

-Becca me debe odiar...-dije finalmente. Ella me miró, con una expresión de no entender a qué venia aquello. - A ella le gustas Lo..Lauren! - casi me salió llamarla Lolo. Me hubiese matado a mi misma en ese momento, lanzandome por una ventana o algo.

-Lo sé - contestó - ¿pero que más te da a ti? La que la engaño fui yo, y nunca te he visto siendo muy, muy, amiga de esa chica.

-No me gusta caerle mal a la gente. Además es simpatica... - Lauren empezó a reír. - Deja de reirte de todo lo que digo. - me tomó de la cintura en ese momento y me pegó a ella, haciendo desaparecer el poco espacio que había ya de por si entre las dos en ese taburete. - ¿Qué, que haces? - su nariz rozó la mía, note su aliento cálido en mi cara y sus manos tomaron mi cuello, haciendome girar suavemente en su dirección. Rió flojito, y me miró, frente a frente, muy cerca.

-¿Quieres que lo haga? - me susurró al oído, otra vez con esa voz sensual que solo ella tenía. Sentí cien mil mariposas revolotear en mi estomago y un calor sofocante.

-¿El qué? - casi no me salió la voz, cuando ella apoyó una de sus manos en mi muslo.

-Besarte. - dijo tal cual. No respondí, jamás he besado a alguien. Quería que Lauren lo hiciera, más de lo que quiero a mi propia vida, pero no sabía si debía responderle o no. Me miró, apartandose un poco, sin quitar sus manos de mi. Lo unico que me salió fue encogerme de hombros, si esque cuando una es idiota, tiene que demostrarlo. Me miró divertida. - ¿No? - mierda, quería decirle que si, que si quería que me besase. - Bueno pues si no quieres... - no me podía mover, ella quito sus manos de mi cuerpo y las colocó sobre el piano. Empezó a tocar de nuevo esa pieza de Mozart.


La estuve escuchando tocar por una hora, algo más. Pero de lo unico de lo que tenía ganas era de salir corriendo de ahí y de llorar mucho, por haber desperdiciado esa oportunidad. Dicen que las grandes oportunidades sólo se presentan una vez en la vida. Por otra parte mi mente me recordaba con quien estaba, la chica popular que tenía delante bien podría estar solo tanteandome. Esperando a su oportunidad para reirse de mi.

-Me voy a ir ya - dije finalmente, - es tarde y esta oscureciendo. - ella miró por la ventana.

-Te llevo, cielo - me dijo. - ¿o te has olvidado de dónde vivo? - mierda, tenía razón. Por un momento olvidé que no estabamos en la escuela. - No vas a huir tan facil de mi. - rió.

Caminamos en silencio hasta el portal. Había una chica sentada con otro chico, en el banco que había en el porche. Lauren saludó a la chica, creó que la llamó Taylor. Al chico no le dijo nada, pero él se quedó embobado mirandola.

-Mi hermana y su mejor amigo - me dijo al entrar en el coche. - El chaval no sabe como declararse, pobre...

-Hay gente a la que le cuestan estas cosas - le dije, casi molesta.

-Ponte el cinturón, princesa - me contestó, sin hacerme el menor caso.

One Wish [Camren fic]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang