Capitulo 4

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En cualquier caso, ____ pensó que carecía de importancia, a fin de cuentas era normal que quisiera proteger a su esposa. Pero sentía curiosidad.
-Por aquí- dijo él.
Harry la tomó nuevamente del brazo y la llevó hacia una entrada lateral del centro comercial.
Ella se estremeció y lamentó haberlo visto aquel día. No estaba segura de que sus nervios pudieran soportar una reunión larga con ese hombre.
Y su nerviosismo no mejoró cuando vio que la llevaba hacia una zona particularmente cara del centro, llena de joyerías, galerías de arte, tiendas de diseñadores y boutiques donde _____ jamás se habría atrevido a entrar.
El restaurante, que estaba a poca distancia, resultó ser un lugar elegante y pequeño, casi íntimo.
Cuando vio el interior, se quedó helada. No era precisamente el tipo de establecimiento que solía frecuentar. Cualquiera se habría dado cuenta que estaba muy por encima de sus posibilidades económicas.
-No puedo entrar ahí- protestó.
-¿Por qué no? -Preguntó Harry.
-Porque...
_____ no sabía que decir.
-Estoy esperando una respuesta.
-Porque no llevo ropa adecuada para un lugar tan elegante.
-Eso carece de importancia.
-¿Qué carece de importancia? Dudo que me quieran servir con este aspecto.
-Tonterías. Usted viene conmigo señora Cameron. Le aseguro que la servirán.
Ella se sintió atrapada. No tenía más remedio que decirle la verdad.
-Señor Styles...
-¿Si?
-No puedo entrar a ese restaurante. No me puedo permitir ese lujo.
Él ni siquiera parpadeo.
-Nose preocupe por eso, sobra decir que invito yo. Puede tomar lo que quiera.
-¿Está bromeando? ¿Lo que quiera?
Harry asintió. -Exactamente.
El estomago de _____ volvió a gruñir y su determinación flaqueo al instante.
No le gustaba la idea de que un desconocido la invitara a comer en un sitio tan caro, sobre todo en esas circunstancias, pero por otra parte, había pasado mucho tiempo desde la última vez que había comido en un lugar decente.
Habían pasado casi cinco años.
Lo recordaba de sobra, porque había sido en Navidad.
Y poco después de que su madre muriera.
El nerviosismo de _____, junto con la tristeza de aquel recuerdo y la broma pesada que sus hormonas le estaban jugando se combinaron de tal modo que los ojos se le llenaron de lagrimas.
-Maldita sea.... -Protestó mientras se secaba los ojos-. Espero que me disculpe, estoy algo alterada.
-Descuide, lo comprendo perfectamente.
-De todas formas, le agradezco que me invite a comer.
-No me agradezca. No lo hago por usted, si no por el bien del bebé- dijo con frialdad.
La puerta de los recuerdos de _____ se cerró de golpe. El comentario de Harry la había herido en su orgullo.
-Dígame algo que no sepa señor Styles- contraatacó.
_____ entró en el restaurante con sus jeans desgastados, su jersey barato y toda la dignidad de la que fue capaz. Además, la actitud despreciativa de aquel hombre, al que sólo le importaba el bienestar del niño, no significaba que ella no pudiera aprovechar la situación y disfrutar de su primera comida decente en mucho tiempo.
Pero la valentía de ____ se esfumó cuando el mesero se acercó a ellos y se dirigió directamente a Styles, como si ella fuera invisible.
-Me alegro de verlo señor Styles, ya sabe que su presencia nos honra siempre - dijo-. Síganme por favor.
____ siguió a los dos hombres, intentando pasar desapercibida. Pero pasar desapercibida entre los clientes de la clase social de Styles era una misión casi imposible.
Todo el mundo se fijó. Las mujeres lo devoraban a él con los ojos y luego se giraban hacia ella y le dedicaban una mirada tan llena de desprecio como de sorpresa, como si no entendieran que una mujer como ella acompañara al gran hombre.
Se sintió tan avergonzada que caminó cabizbaja, clavando la mirada en el suelo para no sentirse herida por sus expresiones. Pero desgraciadamente, pudo oír los comentarios irónicos y las risas.
Por fin, llegaron a su mesa. Estaba a cierta distancia de las demás, junto a un ventanal enorme con vistas preciosas.
-¿Madame? - dijo el mesero.
_____ tardó en comprender que se dirigía a ella y que le estaba ofreciendo la silla que le había apartado ligeramente de la mesa.
Aceptó el ofrecimiento y se sentó, intentando mantener la calma.Harry Styles se sentó enfrente y departió unos segundos con el mesero. Mientras ellos hablaban, ella alcanzó la carta y simuló que consultaba los platos, aunque no le prestó ninguna atención.
En realidad, se estaba preguntando por Styles. Normalmente un restaurante tan caro y tan exclusivo como aquel no dedicaba tanto esfuerzo a nadie si la persona en cuestión no era verdaderamente importante. _____ dejó la carta a un lado y se dedicó a admirar la vista que daba aquel gran ventanal.
-Hoy tengo un poco de prisa, diego - dijo Harry en ese momento-. La señora Cameron debe marcharse pronto.
El mesero asintió - lo comprendo señor. ¿Quieren pedir la comida ahora mismo?
Simone, que reapareció en ese instante, fue la primera en responder.
-Yo tomaré la ensalada de siempre.
-¿Qué le apetece a usted señora Cameron? - En otras circunstancias habría optado por lo mismo que Simone, pero necesitaba comer algo más.
-¿Tiene carne? -preguntó.
Simone se sonrió. El mesero parpadeo.
-Le recomiendo el osobuco - intervino Harry en su defensa-. Buena elección, yo pediré lo mismo.
Ella asintió agradecida, y el mesero se marcho.
-¿Vive lejos de aquí señora Cameron?-preguntó él.
_____ sacudió la cabeza. - No demasiado, vivo en Shervill.
-¿No demasiado? -dijo Simone, mirándola como si la creyera una extraterrestre-. Pero si Shervill está a medio camino de Peth... ni siquiera imagino porque hay personas que quieran vivir ahí.
____ estuvo a punto de responder que la gente vivía en ese barrio porque no tenía más dinero para vivir en zonas más elegantes o cercanas al centro, pero se lo calló.
-Solo está a una hora en tren.
Harry le lanzó una mirada completamente opaca antes de dirigirse a su secretaria.
-Simone, creo que ya no necesito de tus servicios, si te parece bien, puedes volver a la oficina.
-¿Te parece lo más apropiado? -Era evidente que Simone se había quedado tan sorprendida como ____. Su jefe la estaba echando, aunque de una forma educada. -Por su puesto, nos veremos más tarde.
La secretaria no tuvo más remedio que levantare de la mesa y marcharse. Poco después apareció el mesero.
-Disculpe. ¿Puede anular la comida de mi secretaria? - Dijo Styles-. Acaba de pedir una ensalada, pero se ha tenido que marchar.
-Naturalmente señor. -Unos minutos después, el camarero regresó con dos platos enormes de carne, servidos con arroz y verduras. ____ lo miró curiosa y pregunto:
-¿Qué es esto?
-¿No ha probado nunca el osobuco? -preguntó él atónito-. Bueno, no se preocupe, estoy seguro de que le gustará.
-Desde luego, huele muy bien...- ____ volvió a mirar su plato. No sabía ni por dónde empezar.
-Es un plato italiano bastante conocido, ¿Le gusta la comida italiana? -Se interesó. - Ella sacudió la cabeza.
-Sinceramente, no lo sé.
-Pruébelo- le dijo Harry. - _____ descubrió que si le gustaba, tanto que soltó un suspiro. Estaba verdaderamente exquisito.
-Que delicia... - dijo.
Harry estuvo a punto de sonreír. Ella se sintió avergonzada. Se debía a su propia reacción ante el conato de sonrisa de Harry Styles . De repente, había dejado de ser un hombre poderoso y se había convertido en otra cosa, le parecía un hombre real. Devastadoramente real. Y le gustó tanto que tuvo que hacer un esfuerzo para dejar de mirarlo.
-Vamos coma- ordenó él-. Ya hablaremos después.
Harry no había imaginado nunca que una mujer pudiera comer tanto. Simone se limitaba siempre a sus ensaladas mixtas, y en la mayoría de los casos las dejaba sin terminar. En cambio ____cameron había devorado su plato como si no hubiera comido nada en varios días.
Aquella mujer era un caso aparte, no se parecía a ninguna de las que conocía. Pero le restó importancia y se dijo que, al menos no volvería a casa con hambre. Ni le haría pasar hambre a su hijo.
Su hijo.

Vida entrelazadas      |HS|Where stories live. Discover now