Capitulo 20

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_____ y Harry entraron en la clínica y se sentaron en la sala de espera. Ella supuso que tardarían un rato en recibirlos, pero la llamaron diez minutos después y le hicieron pasar a una de las consultas, donde se quitó la ropa y se puso una bata blanca.
Cuando ya se había tumbado en la camilla, Harry entró, le dedicó una sonrisa y se quedó a su lado. El médico encendió un monitor y pasó el escáner por el estómago de _____.
- ¿Todo está bien? -preguntó Harry, obviamente nervioso. El médico asintió.
-Sí, todo parece perfecto. ¿Quieren saber si será niño o niña?
_____ no esperaba la pregunta y no supo qué decir, de modo que miró a Harry.
- ¿A ti qué te parece? Al fin y al cabo, es tu hijo.
Harry la miró con intensidad antes de responder al doctor.

-No. No nos lo diga.
El médico asintió y siguió con la ecografía, mientras ellos miraban el monitor con fascinación. _____ estaba tan encantada con las imágenes del pequeño que se emocionó, pero recordó inmediatamente que no se podía permitir el lujo de quererlo.
Sólo había decorado la habitación de los niños porque Harry se lo había pedido, y sólo se mostraba interesada por el bebé porque era lo menos que podía hacer en esas circunstancias.
Se dijo que no quería verlo. Se dijo que no quería desearlo. Se mintió.
- ¿Ves bien? -Preguntó Harry-. ¡Se está chupando un dedo!
A pesar de su inseguridad y de sus temores, _____ volvió a mirar la pantalla y comprobó lo que le estaba diciendo Harry. El niño se estaba chupando el dedo.
-Es precioso -dijo él.
_____ suspiró, pero se mantuvo en silencio.
Creía ser un simple instrumento para Harry, el instrumento que le iba a dar un hijo. Por otra parte, los hombres como él no se enamoraban de mujeres como ella; se enamoraban de mujeres impresionantes que les podían ser de utilidad en sus carreras profesionales, no de chicas de barrio sin educación.
Además, Harry no había vuelto a ella desde el día en que hicieron el amor. Y desde su punto de vista, eso sólo podía significar que se había arrepentido.
Pensó que sólo le quedaba una opción. Debía mantener las distancias con el.
Ya no podía salvar su corazón, pero podía salvar su orgullo.
_____ se mostró tan fría y distante durante el camino de vuelta que Harry no se atrevió a iniciar una conversación. Cuando llegaron a la casa, se separaron y no se volvieron a ver hasta la hora de la cena, que habría resultado tan silenciosa como el viaje de no haber sido por el tintineo de los cubiertos y por las apariciones de Rosa cuando entraba a servir o a retirar platos.
Al final, Harty se levantó y se alejó hacia la puerta. Pero en el último momento, se detuvo y dijo:
-Tengo algo para ti. Ven a verme al despacho dentro de diez minutos
Diez minutos más tarde, _____ entró en el despacho y lo encontró de pie, detrás de la mesa.
- ¿Qué me querías enseñar?
Harry alcanzó unos documentos y se los extendió. -Creo que esto es tuyo.
Confundida, ______ tomó los papeles y les echó un vistazo rápido. - ¿Es lo que creo que es?
Harry asintió. -En efecto. Es el título de propiedad de tu casa de la avenida Spinifex. Ahora es tuya; completa y exclusivamente tuya.
- ¡Mía! -exclamó, ____ asombrada-. Pero Shayne... ¿Qué ha pasado? ¿Cómo has conseguido que renunciara a quedarse con una parte?
-Ha sido cosa de los abogados, no mía. Aunque ya sospechaba que se mostraría dispuesto a llegar a un acuerdo.
-Pero, ¿quién ha pagado el resto de la hipoteca? Aquí dice que está cancelada...
-Olvídalo, ______. Shayne ha salido muy barato; y la hipoteca, aún más barata que él. Pensé que era lo menos que podía hacer por ti.
_____ se había quedado sin habla. Ni siquiera sabía si Harry había solucionado sus problemas porque efectivamente se sentía agradecido o porque se la quería quitar de encima tan pronto como diera a luz.
Cuando logró reaccionar, dijo lo único que podía decir. -Gracias.

La noche era tan cálida que _____ no podía conciliar el sueño. Al cabo de un rato, cansada de dar vueltas, se levantó y salió al balcón para refrescarse un poco; pero no corría ni una brizna de viento.
Al ver la luna reflejada en el agua de la piscina, pensó que un chapuzón le iría bien. Serviría para refrescar su cuerpo y para refrescar su mente, porque no conseguía quitarse a Harry de la cabeza. Además, estaba segura de que nadie la vería. Era muy tarde y tanto él como Rosa estarían dormidos.
Se puso el bikini que había comprado con Antonia y se miró al espejo. Le quedaba tan ajustado que apenas contenía sus senos y casi resultaba indecente, pero alcanzó una toalla de todas formas y bajó.

El agua estaba muy fría, pero no sirvió para acallar su deseo. Echaba de menos Harry. Extrañaba sus caricias hasta tal punto que el contacto del agua en sus pechos le hizo recordar sus manos y su boca.
Era terriblemente frustrante.

Mientras _____ nadaba, Harry estaba trabajando en el taller.
Quería terminar con la pieza que tenía entre manos, aunque sólo fuera para dejar de pensar en ella. Además, el cubo de la basura estaba llenos de proyectos anteriores, todos fracasados, y quería insistir hasta lograr lo que quería.

Sin embargo, un minuto después miró el reloj y se dio cuenta de que se había hecho muy tarde.
Sería mejor que descansara un poco.
Dejó la estatuilla de madera sobre la mesa de trabajo y apagó la luz.

La noche estaba tranquila y silenciosa cuando salió al exterior. La luna brillaba en el cielo y no había ni rastro de brisa. Ya estaba a punto de entrar en la casa cuando oyó un ruido procedente de la piscina.
Se dijo que no era posible, que las fantasías sexuales nocturnas sólo eran eso, fantasías sexuales.

Pero en este caso, se hicieron realidad. ______ estaba allí, nadando bajo la luz de la luna, con un bikini que era un pecado.

_____ oyó sus pasos un momento antes de oír su voz.
-Hace calor esta noche. ¿Te importa que nade contigo? _____ tragó saliva.
-Es tu piscina, Harry. Pero no vas precisamente vestido para nadar.
-Eso tiene fácil arreglo.- Harry se quitó los zapatos y ella se dio la vuelta para no mirar. Después, oyó que se arrojaba al agua y se giró de nuevo. Harry pegó unas cuantas brazadas poderosas y se sumergió de repente.
_____ no sabía dónde estaba. El agua estaba tan oscura que no lo podía ver. Y de repente, reapareció a su lado.
- ¿No podías dormir? -preguntó él.
-No...
Harry la miró fijamente, le apartó el cabello de la cara y le acarició la mejilla.
-Quería darte las gracias por lo que has hecho en el cuarto de los niños. Rosa me ha contado que lo has hecho tú sola, sin ayuda de nadie.
-No es para tanto -acertó a decir, casi sin aliento-. Ha servido para mantenerme ocupada.
-Porque te gusta mantenerte ocupada, claro.
-Sí, me gusta tener algo que hacer.
- ¿Y qué vas a hacer ahora?
-No lo sé. No lo había pensado.

Harry le puso una mano en el cuello y la acercó un poco. -Yo tengo una idea. Si te parece bien.
- ¿De qué se trata?
-Bueno... no sería exactamente un trabajo, sino más bien un pasatiempo. _____ sonrió.
- ¿Con qué condiciones?
-Oh, no te preocupes por eso; las condiciones serían muy favorables - respondió con malicia-. Pero debes saber que tendrías que hacer turnos de noche, y turnos muy largos.

_____ se preguntó qué le estaba ofreciendo. Quería que fueran amantes, eso era obvio; pero quizás quisiera algo más.

Vida entrelazadas      |HS|Where stories live. Discover now