Capitulo 13

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_____ estaba aburrida. Mortalmente aburrida.
Cerró el libro que intentaba leer y pensó en el mes transcurrido desde que llegó a la casa de Harry Styles.
Todo un mes dedicado a dormir, comer y nadar en la piscina.
Todo un mes sin hacer nada más.
Afortunadamente, había recuperado las fuerzas y ya no sufría de nauseas matinales, pero eso no era un consuelo.
En cambio, se sentía algo mejor por haber seguido la sugerencia de Harry sobre lo de renovar su vestuario.
Le pidió a rosa que hablara con su sobrina, por si podía o quería acompañarla. Y resultó que Antonia era la persona más indicada para la eso.
Con su ayuda, logró volver a la casa de Styles con un montón de ropa y de zapatos nuevos. Incluso aprendió que veinte mil dólares no eran precisamente una fortuna en los barrios ricos de la ciudad.
Pero estaba contenta con sus compras, habían servido para que se sintiera tan femenina como bonita. Y adoraba su nueva imagen, a pesar de que su estomago crecia poco a poco cada vez más. Pero este aumento no le preocupada, de hecho le gustaba y hasta sentía cierta satisfacción al pensar que Harry ya no la consideraría un ratón flaco.
Aunque, para considerarla algo, habría tenido que verla. Y siempre estaba ocupado en su despacho o garaje.
____ se empezaba a sentir sola. Rosa era la única persona adulta con la que hablaba.
Fue hacia la cocina, se sentó en una de las sillas de la barra y la observó.
-¿Qué haces?
Rosa estaba cortando masa que despues convertía en círculos pequeños y retorcía.- Tortellini. La ultima vez los hice con champiñones y pollo ¿te acuerdas? Esta vez los haré con espinacas.
-Claro que me acuerdo. Me gustaron mucho.-dijo- nunca había visto a nadie haciendo pasta...
-Por que la mayoría de la gente no se molesta. Pero a mi me gusta cocinar y a Harry le encanta mi comida... además, ahora también te tengo a ti.
-Pues me alimentas tan bien que estoy ganando peso.
-Entonces estás haciendo lo que tienes que hacer- dijo con gesto de aprobación.
____ la observó en silencio durante un rato.
-Me gustaría aprender a cocinar.
Rosa dejo la masa y le dijo:
-¿Quién te lo impide?
-Nadie, pero no tengo talento para esa cosas. Nunca se me dio bien, y como Shayne, mi ex marido, era de gustos básicos... no me moleste en aprender.
-Si quieres, te puedo enseñar.
-¿Enserio?
-Por supuesto que sí. Si te acercas, puedes empezar ahora mismo. Te enseñaré lo que tienes que hacer,
Minutos más tarde, cuando Harry se acercaba a la cocina, oyó unas carcajadas. Durante un momento, estuvo tentado a dar media vuelta y marcharse a su despacho, pero el sonido le resulto demasiado atrayente.
Hacía mucho tiempo que no oía carcajadas en la casa.
Y era la primera vez que oía las carcajadas de _____.
Atraído por la curiosidad, entró en la cocina. Las dos mujeres estaban tan concentradas con sus cosas que ni siquiera notaron su presencia.
Por lo visto, rosa le estaba enseñando algo a _____, que se había puesto uno de sus delantales y tenía las manos llenas de harina. En cuanto vio la encimera, Harry adivinó que la estaba ayudando a cocinar, y que se le daba mal, porque todavía no había conseguido hacer ninguna masa bien. Pero justo en eso, oyó una voz.
-¡Por fin! - ____ se giró con el tortellini en la mano para enseñárselo a rosa, y al hacerlo, se encontró cara a cara con Harry.
-Vaya, hoy llegas temprano.- dijo rosa.
-Porque esta noche tengo que volar a Singapur. He vuelto antes a casa para recoger unas cosas.
Harry miró a las dos mujeres y preguntó, aunque ya lo sabía. -¿Qué está pasando aquí?
-_____ me está ayudando a preparar la pasta. ¿Tienes tiempo de comer antes de marcharte? Si gustas, tengo algunos preparados.
-Claro que si, gracias rosa.
Harry las volvió a mirar y salió de la cocina. No había visto a ____ desde el encuentro en el despacho. Los dos se habían dedicado a mantener las distancias, lo cual resultaba sorprendentemente fácil en una casa tan grande como la suya.
-Señor Styles....
Al oír su voz se detuvo.
-¿no habíamos quedado en que nos tutearíamos?
-¿seguro que es lo más conveniente?
-Por supuesto que lo estoy ______, pero ahora que lo dices, siento curiosidad... ¿cameron es tu apellido? ¡o de Shayne?
-De Shayne
-Entonces, ya no lo necesitas. Y ahora, si no te importa, me tengo que ir.
-Espera, Harry....
-¿Qué quieres?
-Me preguntaba si podrías hacerme un favor.
El la miró con desconfianza y admiración. Hasta entonces, siempre la había visto con pantalones. Pero por debajo del mandil se veía una falda. Y unas piernas preciosas...
-¿Qué tipo de favor?
-Servirme de referencia.
Harry arqueó una ceja.- ¿Cómo?
-Es para conseguir un empleo en el supermercado. Podría acudir con mis contactos antiguos, pero sería más fácil si la recomendación fuera tuya.
El sacudió la cabeza e hizo señas de seguir caminando. -No, nada de eso.
____ le agarró por la muñeca.- ¿Por qué no?
-Por qué no necesitas un empleo.
-Claro que lo necesito.
-¿Esque no te doy dinero suficiente?
-Si, pero...
-Entonces no hay más que hablar. No necesitas un empleo
-Por supuesto que lo necesito -insistió- necesito tener algo que hacer, me aburro, Harry. Aquí no hago otra cosa que leer libros y nadar en la piscina.
Harry no estuvo seguro de haberla entendido bien. Nunca había conocido a una mujer que se quejara por no tener nada que hacer, salvo leer libros y nadar en una piscina. Desde luego, Sophia jamás se había quejado por no tener un empleo ni había dicho que se aburriera por eso. Pero no quería pensar en ella.
-No parecías tan aburrida cuando entré en la cocina.
-Porque rosa se ha apiadado de mi y se ha ofrecido a enseñarme a cocinar.
-Pues acepta su ofrecimiento.
-No, rosa se cansará pronto y sólo seré una molestia para ella -volteó a la cocina- pero si tuviera un trabajo en el supermercado...
-No.
-Está aquí mismo, prácticamente en la esquina.
-Eso es imposible.
-Sólo serían unas horas a la semana...
-¿Esque no me has oído? No, ______.
_____pegó un pisotón en el suelo.
-¿Y que se supone que debo hacer con mi tiempo? ¿Qué ordena el gran señor, el amo de la casa?
Harry se encogió de hombros y tuvo que hacer un esfuerzo para no sonreír.
Estaba realmente guapa cuando se enfadaba.
-Si te aburres tanto, decora la habitación de los niños.
-¿La habitación de los niños?
-Claro. El bebé necesitará una habitación cuando nazca.
-Pero yo no... yo...
-¿Sí?
-Harry, no puedo decorar tu casa. No es mi casa. De hecho, el niño que estoy esperando tampoco es mio.
Harry la miró a los ojos, enojado. Le parecía increíble que se mostrará tan distante con una criatura que llevaba en su interior. Aunque no fuera hijo suyo, era una mujer y lo sentía crecer dia tras día.
-Quieres un trabajo, ¿no? Pues te he dado uno.

El calor de Singapur era insoportable. Además, las negociaciones sobre la venta del centro comercial se complicaron y llegaron a ser aún más insoportables que el calor. Pero al final, todo salió bien e incluso pudo volver a casa antes de lo que había pensado.
Cuando aterrizó, solo quería darse una ducha, tomarse una cerveza fría y leer el periódico, aunque no necesariamente en ese orden.
Al llegar a su casa, aparcó fuera del garaje. No tenía prisa. Ya metería el coche despues de cenar. Necesitaba tener las manos ocupadas.
Acabando de salir del vehículo oyó un ruido procedente de la piscina y decidió acercarse a investigar.
Era ______.
Tardó un poco en darse cuenta, porque se había sumergido como un delfín y en ese momento estaba buceando. Pero despues de unos segundos, salió a la superficie y respiró hondo.
Entonces, _____ se agarró a la escalerilla y empezó a subir. Esta vez fue Harry quien tuvo que tomar aire.
Tenía el cuerpo tan bello como esbelto, a pesar del embarazo. Y la parte superior de su bikini le quedaba tan ajustada que apenas contenía sus senos.
Se dio cuenta que había ganado peso y asintió con aprobación luego, la mirada bajo hasta su redondo estomago y sintió una especie de orgullo masculino.
Allí estaba su hijo, creciendo en el cuerpo de _____.
Mientras la observaba, ____ alzó la cara contra el sol y se escurrió el pelo para quitarse el agua. El movimiento de sus brazos causó que sus senos ascendieran levemente y enfatizara un poco más las curvas de su cuerpo.
Harry sintió vergüenza de sus propias emociones. Estaba embarazada, pero descubrió que la deseaba.
Tuvo que frenar el impulso de cruzar la distancia que los separaba, tomarla en brazos y besarla.
La situación le resulto tan inquietante que, un momento después, se dio la vuelta y entró en la casa.
No sabía que le pasaba.
Quizás llevaba demasiado tiempo sin hacer el amor. Tanto tiempo, que empezaba a tener fantasías sexuales con la señora cameron.
-Bienvenido, Harry -lo saludó rosa- espero que el viaje haya ido bien. ¿Necesitas algo?
Harry pensó que necesitaba a _______, pero se lo calló. -Una ducha - respondió sin mirarla a los ojos- para empezar.

Vida entrelazadas      |HS|Where stories live. Discover now